8 años después.
El ruido del mar, el aire salado, el sol llenándonos por completo, la ardiente arena bajo nuestros pies; la playa del Miramar es una completa belleza, motivo por el que principalmente anhele vivir aquí.
La sensación de la arena sobre mi piel no es de mi total agrado, mucho menos escarbar en ella; es una completa tortura.
-No estás buscando bien. –Detengo cualquier movimiento.
Tener una niña de 3 años burlándose de mí seria bajo, me sentiría totalmente ofendido sino se tratara de mi propia hija.
-¿No crees que ya es suficiente Catherine?
Ella mueve su cabeza recorriendo la arena, sus coletas se mecen de un lado a otro, tiene un cabello igual de distintivo que su madre, ojos azules tan claros como el mar frente a nosotros, piel blanquecina; desgraciadamente de mí heredó el carácter y temple.
-No –Hace un mohín–, llevamos muy pocas conchas, debemos buscar las más bonitas.
-¿Para qué quieres tantas? –Ignoró que debo llevar todas las que decide llevar.
-Para mostrárselas a Adrien cuando venga –Enuncia emocionada–, me dijo que buscara las mejores y se las mostrara después.
-Tienes para armar una colección, ¿Por qué no las revisamos primero? –Intento.
-De acuerdo. –Sujeto su mano mientras volvemos a donde descansa nuestras pertenencias. Cargando una cubeta llena de conchas que ha recolectado por todo el lugar.
Al regresar me dejo caer sobre la arena. Curiosamente los niños a esa edad imitan todo, por lo que se sienta justo como yo.
-Espero que le gusten –Salta como si recibiera un gran pellizco–, ¿Por qué Adrien no vive con nosotros?
¿Ser interrogado por mi propia hija? Eso faltaba.
-Él tiene su vida en París, todo lo que conoce esta allá. –Explico.
-¿No lo quieren aquí? –La enorme inocencia con la que pregunta lo hace ver tan puro y a la vez engañoso.
-Cuando nos mudamos, mucho antes de que tú nacieras, le ofrecimos vivir con nosotros –Aclaro–, pero él se negó y se quedó con Nathalie en París.
-¿No lo extrañas? –La pregunta me toma desprevenido.
-Lo hago, mucho. –Me clava una mirada tan penetrante. A veces creo que logra ver a través de mí.
-¿Por qué no lo hacen vivir aquí? –Respiro profundo.
-En el tiempo en que Adrien fue más joven acostumbraba a obligarlo a realizar cosas que no le agradaban, eso fue incorrecto de mi parte, no puedo hacerlo y menos ahora que es un adulto. Él es libre.
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Crimen Favorito ‖Gabrinette‖
Fanfiction𝐏𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞𝐬 𝐚𝐝𝐮𝐥𝐭𝐨𝐬 (+𝟏𝟖) Después de un gran malentendido el diseñador Gabriel Agreste y la principiante Marinette Dupain-Cheng se ven envueltos en una enorme farsa que deberán mantener; mientras ambos intentan conservar su identid...