Capítulo XIII: El Final De La Vía 1/2

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-Tendrás cuidado, ¿me lo juras? ¡Enola! Hazme caso, dios, perderás el tren.- Repitió Tewksbury.

Enola se estaba arreglando. Se había cambiado de ropa en el pueblo, a una más campesina y femenina, un vestido verde sencillo pero práctico e iba con un bonito moño despeinado.

-Si realmente quieres que tenga cuidado, hay que pasar desapercibida, Tewks. Como me descubran si que acabaré con un hoyo en la cabeza.

Enola saltó del carro y el Lord la miró.

-¿Qué que?- La morena lo ignoró.-¿Enola? ¿Qué has dicho? Definitivamente, esto es demasiado para mi.

Enola, como si se acabara de dar cuenta de la existencia del chico, se giró para despedirse.

-De acuerdo, tendré un cuidado mínimo.- Le abrazó.- Adiós, Tewks. Nos vemos. Y... recuerda, si quieres ser útil haz lo que te he dicho, ¿eh?

-Sí, y adiós, Enols, pero...

A los dos segundos el marqués se percató de que Enola ya se había ido.

-Siempre igual.-Se suspiró.

La chica había entrado a la estación y buscaba el tren que la llevaría a su plan. Confiaba en su nuevo aspecto, que le parecía muy diferente del de costumbre.

Compró el billete y miró a su alrededor.

-Liz Wagner, ¿dónde estarás? Si no sales pronto atrasarás mi fase 5...

Pudo ver la silueta de una mujer de cabellos negros y silueta fina a unos diez metros de ella. Estaba parada mirando fijamente algo (o alguien) y de pronto corrió rápidamente al tren tapándose la cara.

-"Tabitha" está yendo en este preciso instante a por ti, "Lizza".

La morena también entró al tren que les tocaba, en el mismo vagón en el que Liz se encontraba. La vio entrando disimuladamente a un compartimento.

-Este es tu momento, Enola.

Miró a los dos lados del pasillo, y cómo no pareció haber nadie, abrió un poco la puerta. Liz, que en ese momento estaba quitándose el sombrero. Cuando escuchó el ligero sonido de la puerta abriéndose, se sobresaltó y, como si lo tuviera planeado, sacó de immediato un cuchillo en dirección a Enola, quien la esquivó. Tardó segundos en reconocerla, y cuando lo hizo, no deshizo su posición.

-¡Tú! ¿Qué haces aquí?- Le gritó.

-Liz, todo es un malentendido, un estúpido malentendido, ¿vale?- Habló Enola.-¡Vengo a ayudarte!

-No conocí a alguien tan mentiroso antes de ti, Holmes.

Enola respiró hondo y sacó su arma secreta del bolsillo. "Fase 4"

-Toma. Esto lo encontré por casualidad.- Le dio la carta de Chris y el anillo.-Christine te la quería dar.

Liz la sostuvo por segundos en sus manos. Tocó lentamente su letra como si se tratara de una obra de arte. Una pequeña lágrima cayó por su mejilla al abrir el sobre y leer su contenido.

Después de unos segundos, se guardó el cuchillo y miró a Enola.

-Quizás estaba equivocada, Enola, pero deberías irte. De verdad.

-Quiero ayudarte, Liz.-Insistió la detective.

-¿Quieres que te maten ellos? ¿O qué lo haga yo? ¡Vete! ¡Por favor!- Exclamó con todas sus fuerzas.

-Liz... yo solo quiero...

Liz la miró directamente a los ojos y leyó lo que había en ellos.

-No quieres ayudarme.-Enola la iba a interrumpir, pero la mujer la calló.- Comprendo. Quieres los nombres.

𝑨𝒍𝒍 𝑺𝒕𝒂𝒓𝒔 ❁»HOLMESBURY♪♫︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora