Capítulo XIV: El Final De La Vía 2/2

256 12 2
                                    

La bala casi había salido de la pistola cuando Enola saltó encima de Liz, esquivando su no conveniente muerte, y la agarró del brazo.

Corrieron hacía los otros vagones mientras esquivaban las balas de Ginebra. Enola la llevó hasta que le pidió que se cogiera fuerte de una barra que formaba parte de los mecanismos del tren.

-¡17:25! ¡Liz, aguántate de la barra, prepárate para el impacto!

Liz hizo caso al consejo de Enola mientras Ginebra corría hacía ellas. Se paró en frente, puso el dedo en el gatillo y el cañón del arma en la frente de la detective.

-¿Últimas palabras, chica?

-Lo mismo le pregunto, caballero.

-¿Que..?

¡PUM!

El freno del tren se presionó repentinamente, provocando un gran impacto y una gran fuerza que empujó hacia atrás a los tres curiosos pasajeros que se encontraban en el techo. En el caso de Ginebra, provocando su caída del tren y su bastante probable muerte.

En el caso de las chicas, consiguieron sostenerse de la barra lo suficientemente fuerte como para no caer, pero no pudieron evitar ser golpeadas por el metal del techo y cayeron ligeramente inconscientes.

Apenas segundos después Enola abrió los ojos con dificultad. Tenía una brecha de sangre que atravesaba su frente y su mejilla pero consiguió levantarse e ubicarse. Pudo ver a Liz en un estado similar a ella, pero seguía inconsciente. El temor la conquistó.

-Liz. Liz. Liz.- Le acariciaba la herida que la pelinegra tenía en la cabeza, pero no despertaba.- ¡Liz! Despierta, Liz.

Abrazó su cuerpo con lágrimas en los ojos.

-Liz, siempre estaré, ¿de acuerdo? Te protegeré toda tu vida y.. y... pero, despierta, Liz.

Los ojos de Liz se encontraron con Enola.

-"Tabitha".-Sonrió todavía en el suelo.

Enola le cogió de su cabeza y le tocó la brecha.

-¿Te duele mucho?

-Mejor. ¿Pero... cómo...?

-Te dije que confiaras en mi. Todo estaba planeado.

Liz no pidió más explicaciones y bajaron del techo con cuidado.

-¡ENOLA!

La chica saltó a abrazar al hombre que en ese momento salía del vagón principal.

-¡SHERLOCK!

-Menos mal que estás bien, Enola.- Dijo examinando sus heridas una en una.

-Gracias por ayudarme a frenar el tren, Sherlock. No lo podría haber hecho sin ti.

Liz cada vez abría más la boca.

-¿Habéis planeado todo esto... para salvarme?

Enola la abrazó para que aliviara toda la tensión que todavía había en el cuerpo de la pobre chica. De mientras, del tren salió Sarah, quien había visto todo desde la ventanilla.

-¡Enola! ¡Sherlock! Y... ¿tú?- Observó con atención a Liz.-¡Tú eres la chica con la que había hablado antes?

Liz se sonrojó tanto como una amapola.

-Eh, sí... disculpas por irme así, pero formo parte del caso que estaba solucionando Enola.

Sarah también se sonrojó.

-¿De incognito?-Se rio mientras Liz asentía.-Entiendo. No pasa nada.- Durante unos segundos de silencio se miraron una a los ojos de la otra poniéndose aún más rojas.- Mmm... ¿quieres que te dé mi dirección?

𝑨𝒍𝒍 𝑺𝒕𝒂𝒓𝒔 ❁»HOLMESBURY♪♫︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora