000.║Donde Rue fue elegida para un proyecto de reactivación que la lleva a Pandora, considerando que no tenia mucho que perder en la tierra y que siempre sintió que no encajaba en lo común, se adentra en una misión donde se enamora inevitablemente d...
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Estiró sus afligidas piernas y dirigiéndose hasta la oficina que estaba escrita entre los papeles entregados por la comandante, la charla había sido simple y muy concreta, presentaciones, replanteo de tareas, todo lo que se tendría que aclarar con un cargo superior.
Se detuvo frente a una sala de paredes de vidrio, en su interior un solitario chico de cabellos negros le daba la espalda.
Odiaba esa sensación de interrumpir a las personas.
—¿Hola? —Preguntó suavemente para llamar su atención sin asustarlo.
El castaño se volteó rápidamente alejándose de lo que parecía ser un microscopio.
—Hey, hola, tu debes ser el refuerzo —sonrió amigable.
—Si, supongo —respondió Rue de la misma forma.
El estiró su mano cordialmente poniéndose de pie.
—Adam Shelby, —se presentó— Es un gusto.
La rubia estrechó sus manos mientras se encogía de hombros.
—El gusto es mío —respondió cordialmente.
—¿Que tal? ¿Es tu primer día aquí? ¿O vienes directamente de la nave?
Ella negó con suavidad.
—No, estoy aquí hace algunas semanas y aún tengo las piernas entumecidas, supongo que acostumbrarse a caminar luego de años es un tanto extraño, pero que estuvo bien, mejor de lo que pensé —sonrió— ¿Que tal lo llevas tú?
—Sigo mareándome a ratos si soy honesto, peor que una resaca —sinceró pasando los dedos por su frente con cansancio— Fue como la universidad, divertidísimo y doloroso —bromeó.
—Exactamente —coincidió con una media sonrisa.
El pensó en lo joven que era Rue para estar en el lugar que estaban y sobre la pequeña revisada que le dio a su expediente solo para hacer una idea sobre a lo que se iba a encontrar o quizás solo por curiosidad por su nueva compañera, no sabía si ella estaba enterada pero iban a pasar mucho tiempo juntos.
—Trine ¿verdad? —preguntó mencionando uno de los datos sobre sus estudios.
Asintió despacio.
—La misma.
Adam se apoyó sobre el escritorio tomando una pequeña pelota amarilla que descansaba justo al lado de su fría taza de café.
—Llevas gran parte de tu vida metida dentro de libros y cables ¿no crees? para ser tan joven.
