000.║Donde Rue fue elegida para un proyecto de reactivación que la lleva a Pandora, considerando que no tenia mucho que perder en la tierra y que siempre sintió que no encajaba en lo común, se adentra en una misión donde se enamora inevitablemente d...
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—¡Mierda! —chilló el castaño— ¡Rue, despierta!
Su sueño siempre fue ligero por lo que los sonidos externos siempre podían decidir sobre él, a lo lejos pudo oír una voz, pero se esforzó por volver a sumergirse en su descanso luego de que un episodio de energía la mantuviera despierta hasta muy tarde la noche anterior sin embargo ante los repetidos llamados abrió los ojos observando el techo de su litera.
—¡Rue! ¿Me oíste? —gritó Adam nuevamente.
Rodó los ojos mientras se ponía de pie para abrir el acceso mientras acomodaba su cabello, él permanecía con una leve expresión de asombro en su rostro cuando captó a la rubia.
—No vas a creer esto.
—No confío cuando dices esas cosas porque jamás-
La frase quedó en el aire cuando miró en dirección a la gran ventana.
De inmediato distinguió a su chico favorito acompañado de algo que jamás había visto.
—¿Qué es eso? —suspiró.
—Es un Banshee de montaña —informó su amigo, asombrado.
Lo habría relacionado más a un dragón por la forma de su cuerpo y lo imponente que lucía, el color azul se esparcía en gran parte de su cuerpo con manchas negras que adornaban principalmente zonas como el costado de su cuello y parte de sus alas las mismas que se posaban en dirección hacia el cielo con sus patas sobre la tierra, el único rastro de color completamente diferente era su extenso mentón rojizo, el llamado "Banshee" era acariciado por Lo'ak quien se giró en su dirección como si pudiera sentir su mirada.
Rue sonrió nerviosa.
—¿Cuánto llevan ahí? —indagó sin dejar de mirar.
—Llevo casi diez minutos tratando de despertarte.
—¿Diez minutos? —chilló antes de ir rápidamente por su mascara, pasar el cordel del oxígeno por su pecho y salir hasta el exterior sin detenerse demasiado en su aspecto.
Aunque al chico que la esperaba no podía importarle menos, de alguna forma ella siempre brillaba ante sus ojos.
Cuando el aire inusualmente frio la rodeó no se atrevió a bajar de la plataforma por respeto al animal que se agitó inquieto con su presencia.
—Hey, tsawke —saludó Lo'ak acercándose.
—Hola... —sonrió sin que su atención dejara de ir entre él y el Banshee.
