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Al abrir sus bellos ojos carmesí, lo primero que divisó fue un par de orbes dorados observarlo fijamente y con gran atención. Dio un pequeño sobresalto, pero quien sea que lo estuviera mirando salió huyendo inmediatamente.
 
- no, espera – llamó, en alto, sentándose con prisa – no quiero hacerte daño – hablo cauteloso, no queriendo asustar a nadie, y un alivio lo recorrió al ver un ojo asomarse por detrás de la pared – para ser sincero, ni siquiera puedo levantarme, mucho menos lastimarse, así que no corres peligro alguno, no conmigo, y aunque pudiera, sería incapaz de dañar a alguien, si te asusté fue porque me sorprendiste – quien estuviera tras la pared se asomó un poco más, y katsuki pudo notar un monto de cabello rubio enrollado en un moño medio despeinado – lo lamento, empecemos de nuevo -extendió una mano y sonrió suavemente, esto pareció apaciguar a la que parecía ser una muchacha de su edad – soy bakugou katsuki, puedo saber tu nombre?
 
La chica, más alegre ahora, salió de su escondite y se acercó al otro rubio en la habitación. Dudó un poco, pero al final aceptó tomar su mano y ambos la estrecharon.
 
- toga himiko – dijo ella, con una tierna voz y una muy dulce sonrisa, ambas mejillas teñidas de rosado y un par de brillantes ojos dorados
 
- un placer, toga-san
 
- moo~ no seas tan formal, baku-chan, puedes decirme himiko! – una risita risueña salió de su boca, contagiando al ojirubi
 
- jeje, entonces dime katsuki, para que quede parejo – toga sonrió más brillantemente, feliz por ese permiso, y dio un saltito de alegría
 
- ¡Yeii!
 
- Himiko – pero su alegría fue abruptamente detenida por la gruesa voz de una tercera persona entrando en la habitación, una persona con una fuerte presencia – te he dicho que mantuvieras tus narices fuera de este lugar
 
- ¡Pero quería ver a katsuki-chan!
 
- No te refieras a él por su nombre de pila, es muy familiar – cuando vio intenciones de protesta por parte de la chica le dirigió una fiera mirada y esta inmediatamente bajo la cabeza  
 
- Yo le di permiso, por favor, no se enfade con ella – katsuki se estremeció cuando el otro hombre le dio la misma mirada, pero no se permitió ser dócil con esto, así que puso su mirada más retadora y no bajó la cabeza
 
Un suspiro y katsuki supo que esa era su victoria.
 
- himiko – la chica alzó la mirada al escuchar su nombre – ve con atsuhiro, es hora de tus medicamentos
 
- si señor – ella respondió, un poco afligida, sabiendo que está sería la primera y última vez que vería a su nuevo amigo
 
- y no vuelvas a venir aquí – a pesar de saberlo esas palabras la entristecieron aún más – no sin compañía – bajo por su parte, claro y fuerte para ella, lo que dijo su superior hizo destella sus ojos con alegría y no pudo evitar darle un fuerte abrazo
 
- gracias aizawa-san – antes de marchar se despidió de su nuevo amigo también, prometiendo volver pronto para hablar un poco más  
 
Shota suspiró cansado, sin energías, como parecía ser siempre, y katsuki soltó una pequeña risilla que escondió detrás de su mano a pesar de que eso le hizo ganarse un gruñido y un reproche, pero la sonrisa no abandonó su rostro en lo que restó del día y shota tuvo muy claro que no podía enojarse con el niño.
 
Y a pesar que bakugou disfrutaba la compañía de su nueva amiga, el señor amargado, uno que otro pececillo y su amigo barracuda favorito, todavía le gustaría poder hablar, aunque sea sólo un momento, con el que ahora sabe es llamado tokoyami fumikage, su alfa y alma gemela.
 
- disculpe, aizawa-san – el mencionado no levantó la vista de su deber, cambiar las vendas del tritón adolecente, pero un sonido gutural hizo saber que estaba escuchando – sabe usted por qué él no ha venido a verme? – preguntó con cierta timidez mientras jugaba con sus dedos
 
- te refieres a tokoyami? – katsuki respondió afirmativamente, y al pelinegro le tomó tanto tiempo responder que, por un momento, creyó que no debería haber hecho esa pregunta, pero antes de poder decirle que lo olvidara aizawa habló – para serte sincero, eso no es algo que me incumbe, es tú pareja, no la mía – no era la respuesta que el niño esperaba, lo supo por la sensación de tristeza que se apoderó del lugar enseguida, por ello suspiró y finalmente alzó la mirada – pero, si te sirve de algo, estoy completamente seguro de que no te odia
 
- parece todo lo contrario...
 
- ugh, mira, niño – bakugou lo miró a través de su cabello – tokoyami no es alguien sencillo, de acuerdo? Tuvo una vida difícil desde muy temprana edad, la habilidad que posee no es una de la que se enorgullezca y es algo con lo que ha cargado desde que tiene memoria
 
- habilidad? De que habla? Que habilidad?
 
- una que sólo trae problemas – katsuki volvió a bajar la mirada a su regazo, pero la alzó cuando volvió a escuchar la voz del hombre adulto – al menos, eso es lo que él dice que es, yo pienso que es una habilidad sin igual y que es asombrosa  
 
- sigo sin comprender, a que se refiere con habilidad? – aizawa notó curiosidad y preocupación en la voz del chico rubio
 
- eso es algo que sabrás con el tiempo – se levantó de su lugar y acarició el cabello de bakugou con cariño – mientras tanto, tu única preocupación ahora debe ser tu salud y recuperación – nadó hacia la salida, dándole una última mirada al chico – no falta mucho para que puedas salir de aquí y volver a tu casa, niño, así que concéntrate solo en eso por ahora. Vendré a verte más tarde, descansa
 
Y fue así que katsuki quedó sólo una vez más, perdido en sus pensamientos.
 
- habilidad...será? – miró sus manos, que antes presionaban fuertemente la manta que lo cubría, y un veloz recuerdo pasó por su mente
 
- Katsuki, no dejes que nadie, nunca, vea lo que eres capaz de hacer – su madre acarició su rostro mientras aún sujetaba sus dos pequeñas manos – eres alguien muy especial, mi niño, pero estas personas no son de confianza, no sabes lo que te harán si descubren tu habilidad
 
- ¿nadie? ¿ni siquiera izuku?
 
- mucho menos izuku, mi niño, se le podría escapar y su alteza no debe enterarse tampoco – el pequeño niño se sintió muy triste de no poder contárselo ni a su mejor amigo, pero no quería que su madre se enojara o pusiera triste, así que obedeció
 
- querida, no sería más conveniente enviarlo con tu hermano? El podría ayudar, después de todo él también tiene una habilidad
 
- podría ser...- su madre se vio dudosa, pero una sonrisa cruzó su rostro casi de inmediato – katsuki, te gustaría conocer a tu tío?
 
Al final, aunque el estuvo de acuerdo, no pasó mucho tiempo hasta que ocurrió el accidente que se llevó a sus padres. Nunca conoció a su tío, pero no pierde las esperanzas de que se encontrarán algún día.
 
- me pregunto que será de ti, tío shota – suspiró, se tumbó hacia atrás y cerró sus ojos para caer en un profundo sueño

En lo mas profundo / TokobakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora