#17

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- chicos - exclamó sin aliento, alzándose desde su posición en la cama ya dispuesto a lanzarse sobre ellos y abrazarlos

Los demás estaban eufóricos, sus corazones latiendo sin límite de felicidad hasta sentir que se saldrían de sus pechos, sonrisas enormes y lágrimas de consuelo desbordándose de sus ojos.

Izuku fue uno de los primeros en querer envolver al rubio entre sus brazos y no soltarlo hasta sentir que nada de lo que ocurría era un sueño, pero fue Kirishima quien detuvo las acciones del peliverde, dejando tanto a este como a los demás completamente confundidos.

Izuku volteó a verlo para preguntarle por qué no lo dejaba ir donde katsuki, pero cuando observó el rostro contorsionado y lleno de terror del pelirrojo supo que algo no estaba bien.

- ki-kirishima-kun? - llamó cauteloso, no queriendo alterarlo por hablar bruscamente

- kats - no contestó al llamado del joven omega, en cambio nombró el apodo de su amigo y no le quitó los ojos de encima

- estás bien eiji? Te ves algo pálido - preguntó el rubio con notable preocupación, acercándose lentamente hasta ellos

- kats..qué te pasó..? Que le pasó a tu cola..? - las palabras salieron entrecortadas de su boca, ninguno de sus amigos entendió la pregunta y sólo lo miraban extrañados, hasta que cada uno volteó a ver al rubio y soltaron un jadeo colectivo al notar el estado de su cola

El patrón de espirales que formaban las hermosas escamas del cenizo ahora estaba arruniado, saboteado por marcas y cicatrices que antes no estaban allí. Grandes rasguños y manchas descoloridas de profundidad, como si la hubieran atravezado con algún objeto puntiagudo y muy, muy grande.

- kacchan! - gritó izuki alarmado, apresurándose a donde su hermano para verificar alguna otra herida en su cuerpo, por suerte no había nada más, pero eso no descartaba su preocupación

- estoy bien, izu, no te alteres, son sólo unos rasguños - trató de captar la mirada del peliverde, quien no dejaba de escanear su cuerpo, por lo que la mejor opción fue tomar su rostro y obligarlo a cruzar sus ojos, ofreciéndole una dulce sonrisa tranquilizadora - ves? Estoy bien. Ahora respira suavemente, o te ahogarás - siguiendo la respiración y loa latidos del cenizo, izuku pudo tranquilizar su alterado corazón, pero eso dió paso a las lagrimas y la nostalgia, llevándolo a aferrarse ferozmente a su hermano y llorar sobre su hombro - ya ya, jeje, eres muy llorón izu - a pesar de eso, katsuki devolvió el abrazo con casi la misma fuerza, pues él también lo había extrañado, a él y a todos los demás 

Es cuando se separan y miran al resto de sus amigos que caen en cuenta de un detalle muy importante, y es que, a pesar de la calma que presentaba katsuki, la preocupación aún existía en los corazones de sus amigos, pero era la furia latente en el rostro del pelirrojo y su muy lenta forma, casi amenazante, de voltear la mirada hacia los aún desconocidos individuos, lo que más aterrador resultaba porque, conociendo a su amigo, el próximo movimiento que haría sería casi imposible de controlar, y sus sospechas fueron confirmadas en el instante en que, sin una pizca de duda, y cegado por la ira, kirishima arremetió contra quienes consideraba los causantes del dolor de su mejor amigo.

Sus amigos, aún impactados, intentaron hacer todo lo posible para detenerlo, pero su fuerza era demasiado para que ellos, tan pequeños y débiles físicamente, incluso en cantidad, pudieran lograr evitar tal catástrofe. Sin embargo, no fueron ellos quienes detuvieron a su enfurecido amigo.

Cuando kirishima estaba a sólo unos centímetros de arañar el rostro de tokoyami, algo extraño, viscoso y caliente se envolvió al rededor de su cuerpo, deteniendo su ataque, pero no su ira.

- ¡¡MALDITOS!! ¡¡LES ARRANCARÉ LOS OJOS POR ATREVERSE A LASTIMAR A KATSUKI!! - incluso bajo contención, el arrebato del pelirrojo no amainaba, sacudiendo su cuerpo en todas direcciones y tanto como sea posible para liberarse de esa maldita trampa

Mientras tanto, sus amigos observaban con miedo, sorpresa, y un poco de admiración a la criatura que logró detener e eijiro en pleno frenesí.

- tu intervención era innecesaria, pero se agradece de todas formas - se dirigió tokoyami al nuevo individuo presente

- me agrada tu omega, no quiero que quede viudo tan pronto - respondió con un tono algo burlesco, sabiendo de antemano que sus palabras provocarían una reacción en cadena

- ¡oye, esas cosas no se dicen de la nada! ¡advierte a uno, maldita sea! - exclamó katsuki, con el rostro más rojo que una langosta

- agradezco tu preocupación por katsuki, pero puedo asegurarte  que alejarme de él no es precisamente mi mas grande anhelo justo ahora - a pesar del rosa en sus mejillas, tokoyami expresó estas palabras con un calma parasimoniosa

Al oir tales palabras el rojo en el rostro del cenizo sólo empeoró, especialmente al darse cuenta que sus amigos seguían ahí, escuchando bsolutamente todo, y sus expresiones faciales exigían respuestas y explicaciones inmediatas.

Fueron los gruñidos e incesantes quejidos del pelirrojo lo que les recordó el mayor de sus problemas.

- que hacemos con colmillos exaltados? - preguntó el peliplata, tanto burlón como irritado, apuntando al chico que seguía atrapado en sus tentáculos

- ¡convertirlo en la cena! - exclamó dark shadow, asustando a los demás

- ¡la barracuda habla!

- ¡y es enorme!

- ¡es tan genial! - todo el grupo volteó a ver a izuku, quien se avergonzó casi de inmediato cuando notó todos los ojos puestos en su persona - lo..lo siento

- tu hermano? - preguntó dark shadow, volteando a ver al cenizo, quien asintió y rió nervioso

- oye, tu amigo es lindo

- ¡shoji!

- mezou, no creo que sea el momento adecuado para- las palabras del azabache fueron cortadas cuando se percató de un pequeño, aunque no tanto, evento muy interesante que ocurría ante sus ojos

- qué? Tengo algo en la cara? - frunció el ceño, confundido ante el repentino silencio en la habitación y preocupado al no tener idea de por qué todos lo miraban con cierto deje de alarma en sus ojos

- más bien en tu cola - respondió dark shadow, sin pelos en la lengua, y cuando shoji volteó para comprobar a qué se refería la barracuda parlante fue que cayó en cuenta

- oh - fue lo único que su boca pudo soltar, hipnotizado por el brillo que irradiaba cada uno de sus tentáculos, similar al que se expandía por la cola del individuo atrapado entre los mismos, y cuando alzó la vista para encontrarse con la mirada asombrada y vergonzosa de su "prisionero", no pudo evitar encantarse por el hermoso rojo rubí de esos orbes, y ese pequeño monosílabo volvió a salir de su boca, pero esta vez con un tono ligeramente mas...fascinado - oh

- santo poseidón - murmuró katsuki, dirigiendo su mirada a sus amigos, encontrándolos a todos en absoluto shock, y luego a su alfa, quien observaba con aparente neutralidad, pero katsuki sabía muy bien que, por dentro, la situación le parecía ligeramente preocupante, y cuando tokoyami le regresó la mirada pudo confirmarlo, no había ni una pizca de diversión en sus ojos

- ¡vaya! - exclamó dark shadow - ¡pero que giro tan inesperado! - y tanto katsuki como fumikage suspiraron

En lo mas profundo / TokobakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora