En lo mas profundo / Tokobaku

#16

Empujados contra el suelo, con los brazos amarrados a la espalda, uno de ellos amenazado con armas, otro sujeto con cadenas, todos capturados en menos de veinticuatro horas, despojados de sus pertenencias, provisiones y armas, obligados a ceder.

Intentaron luchar, resistirse, liberarse de sus ataduras, luchar y defenderse, huir, pero nada sirvió, y ahora sólo podían temer, arrepentirse de su decisión de bajar, incluso si era con la intención de buscar a su amigo.

Acorralados, sin nada por hacer más que esperar a su destino, lo que sea que estas criaturas tuvieran planeado hacerles no sería nada bueno, no acabaría bien. Lo peor de todo es que no podían verlos con claridad, estaba demasiado oscuro y sus ojos no podían adaptarse para ver lo suficiente, la luz que denki emitía era muy suave, no servía para iluminar correctamente, apenas podían verse entre ellos.

Mina estaba asustada, sus cuerpo temblaba violentamente, ella estaba amarrada junto a denki, el híbrido de anguila era apuntado con lanzas para evitar que ataque, pero incluso amenazado trataba de consolar a su amiga. Izuku y shoto estaban juntos, el medio albino en una postura protectora, el peliverde claramente asustado pero listo para defender a sus amigos. Y kirishima encadenado, su fuerza de tiburón sería un problema, por lo que la mejor opción era contenerlo con lo más fuerte que tenían y eso eran esas viejas cadenas de un barco que se hundió recientemente.

Fueron invadidos por la tristeza, la decepción, la frustración y el miedo, al no haber podido cumplir con la misión que ellos mismos se impusieron.

- "lo lamento kats, tal parece que romperé mi promesa" - decía el pelirrojo para sus adentros

Ansiosos por lo que fuera a ocurrir, el cuerpo de todos se tensó cuando una voz profunda y ronca habló desde la seguridad de la penumbra.

- hay que tener agallas para bajar aquí sin un adulto y con tan pateticas defensas. Sí sabían que algo tan pequeño como lo que trajeron no les serviría de mucho, verdad? Para los peligros del océano, lo que ustedes llevaban eran meros juguetes, apenas aceptables como armas - izuku, denki y mina bajaron la cabeza, apenados, shoto dirigió una mirada amenazante a la figura desconocida, y eijiro tragó saliva, pero no aparto los ojos y, como su amigo bicolor, también miró furiosamente al misterioso hombre

- nosotros sólo intentamos ayudar a nuestro amigo, no queremos problemas - dijo el pelirrojo con la mayor calma posible, pensando en cómo lo haría katsuki en una situación así - "mantén la calma, no te alteres, se razonable, se paciente, ataca sólo si es necesario, no hagas nada que empeore las cosas" - se repetía una y otra vez, como un mantra

- es así? Y qué les hace creer que su amigo está en un lugar como éste - entrecerró los ojos, pero ellos no lo vieron, sin embargo podían oírlo perfectamente - o vivo siquiera?

Izuku se tensó y exclamó, firme y desesperado.

- ¡Kacchan no está muerto, sólo está perdido! - aquellos que los retenían se movieron para apuntar al peliverde, shoto se movió para defenderlo y recibió un corte en su rostro, pero no se apartó - ¡Shoto! - gritaron varios a la vez

Kirishima volteó hacia la figura escondida, el enojo y la alteración llameando en sus ojos.

- ¡Por favor! Sólo queremos encontrar a katsuki, creíamos que estaría aquí porque meses atrás estuvo rondando sobre su entrada y lo ví medio distraído después de eso, como si algo de este lugar le atrajera. Tal vez me equivoqué, tal vez está en otro lugar y nosotros buscando erróneamente. Les aseguro que, si nos dejan ir, no le diremos a nadie de ustedes, ni una palabra, pero por favor...por favor, déjenos ir

El silencio se hizo presente, y eterno. Nadie emitió sonido alguno, pero las lanzas no bajaron y las ataduras no se despojaron. Fue entonces qué, desde las sombras, otra voz se oyó, menos profunda y menos ronca, pero sonaba más joven.