Epílogo

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El océano es, en simples palabras, un misterio a la vista. Aguarda cosas que, en nuestra vida, no hemos sabido cuidar adecuadamente, llevándolo a su lenta destrucción y, por consiguiente, a la nuestra.

Sin embargo, en las profundidades del océano, más allá de lo que el ojo humano puede apreciar, existe un mundo distinto y desconocido, un mundo inexplorado. Las criaturas que lo habitan fueron bendecidas con una capacidad única en el mundo, y una apariencia sin igual.

Nuestro siguiente escenario nos muestra la alegría y vivacidad de un reino bajo el mar, risas de niños que se persiguen entre ellos, grupos de jóvenes que pasan tiempo juntos; tocando música, hablando de su día o comentando sobre el atractivo de los miembros en otros grupos diferentes. Hombres y mujeres conviviendo en paz y armonía, con días llenos de una prospera calma después de que una irascible tormenta azotara su vida.

Con el paso del tiempo los restos de aquel enfrentamiento que destrozó su antiguo hogar poco a poco fueron desapareciendo, y la línea que separaba dos mundos el uno del otro se desdibujaba lentamente, todo esto gracias a un joven y temerario tritón, quien no tuvo miedo de enfrentarse a los peligros que las sombras ocultaban. Debido a este acontecimiento se formaron nuevos comienzos, nuevas alianzas, y aquellos que esperaban a su amor eterno lograron encontrarlo. 

Aizawa, mentor y padre adoptivo de fumikage, fue uno de estos afortunados. Al principio no le dio importancia, alegando que sus deberes como general y entrenador de los próximos guerreros del reino lo tenían ocupado, pero esta persona, a quien conoció inesperadamente en circunstancias poco convenientes, se propuso a hacer todo lo posible por atravesar las duras capas que encerraban su corazón y así ganarse su afecto. Ni siquiera shota notó el momento en que lo logró, pero fue casi inevitable para él caer ante los encantos de un alfa tan carismático como lo era ese rubio de peculiares ojos verdes.

Kaminari denki, luego de haber encontrado a su familia perdida en el tiempo, también encontró a su ser amado en brazos de un peculiar joven guerrero, al igual que lo hizo el alfa de su manada y querido amigo eijiro. 

Muchas cosas cambiaron para ambos reinos, para yuei fue la integración de gente peculiar, con habilidad sobrenaturales más haya de lo posiblemente imaginado, y para quienes habitaban en lo profundo de la oscuridad, bueno, fue el hecho de ser tratados con igualdad y respeto después de años y años de permanecer ocultos incluso para los de su propia especie. 

Y para tokoyami fumikage, un tritón que se había resignado a la eterna soledad, el mayor cambio fue en su corazón. Luego de que su camino se cruzara con el de el omega más maravilloso que alguna vez había conocido, un omega que, en palabras del alfa, merecía a alguien mucho mejor a su lado. Un alfa digno para un omega tan espléndido como lo era bakugou katsuki, el más hermoso de los tritones. Sin embargo, y a pesar de ir en contra de todas sus creencias, este perfecto omega le dejó muy en claro que no quería a nadie más para compartir su vida por lo que le resta de ella, le dijo que estaba más que bien con él a su lado y que si volvía a escucharlo decir tonterías tan absurdas como esas entonces le partiría la cara. Tokoyami prefirió no hacerlo enojar, así que simplemente estuvo de acuerdo. 

En fin, hablando de tan magnifico tritón, justo allí es a donde el alfa azabache se dirigía. Sus deberes como comandante en jefe no mermaron, sino que crecieron en cantidad cuando demostró ser capaz de superar incluso al mejor guerrero del rey yagi, así que ahora, ganándose por completo la ira pero también, a regañadientes, el respeto de muchos guerreros, sus enseñanzas dejaron de ser sólo para la gente de su pueblo. Empero, lo único que ahora deseaba era pasar tiempo de calidad con su omega. 

Mientras avanzaba a través del pueblo muchas personas lo saludaban, algunas con más atrevimiento que otras. 

- ¡Eh, tokoyami! - denki, quien disfrutaba de un paseo junto a sus padres y amante, gritó su nombre y agitó la mano sobre su cabeza para saludarlo, sus padres imitaron el gesto con más calma y hitoshi, con un brazo sobre la cintura del omega rubio, asintió con la cabeza a modo de saludo

En lo mas profundo / TokobakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora