En lo mas profundo / Tokobaku

#13

Pasaron al rededor de tres semanas hasta que katsuki pudo, finalmente, moverse con más libertad y sin la necesidad de trasladarse sobre una mantarraya.

A lo largo de ese tiempo katsuki sólo tuvo un pensamiento en mente, uno que le impulsaba a seguir con su rehabilitación, y eso era la promesa que le hizo a tokoyami.

"Katsuki..necesito que haga algo por mí"

-*Santo Poseidón! De sólo recordarlo me estremezco* - pensaba el joven rubio, con el rostro completamente enterrado en sus manos

A katsuki le quedaba mucho por hacer antes de recuperarse del todo, pero iba por buen camino, y si seguía así no faltaría mucho antes de que pudiera volver a reunirse con su familia y amigos, y enfrentar a yagi para saber si era consciente de todo lo que pasaba en la profundidad de la fosa.

- ugh, de sólo pensarlo quiero arrancarle la cola - refunfuñó entre dientes

- quién fue y qué hizo para ganarse tanto odio de tu parte? - fu aizawa quien preguntó mientras ingresaba en la habitación en donde se hospedaba el joven rubio, el mismo que soltó un suspiro irritado

- nada, pensando en tonterías sólamente

- mmh, pues esas tonterías te ponen la cara más roja que cuando fumikage dice tu nombre de pila

- qu-que?! Yo-yo no me pongo rojo por algo como eso!! Cierra la boca, tú, maldito anciano decrépito!! - aizawa no pudo evitar reírse levemente - de qué te ríes?! Qué es tan gracioso?!

- jajaja, nada, es sólo..te pareces mucho a tu madre - suspiró, y esas palabras detuvieron cualquier reproche o rabieta que estuviera por salir de la boca del rubio

- mi madre? Tú..conociste a mi madre?

- claro que la conocí, después de todo ella era de aquí - y si katsuki creyó que las sorpresas acaban allí, pues se equivocó

- mi madre, de las fosas? No..eso es, es imposible, de ser así yo-

- tendrías que vivir aquí? Créeme, estuviste a punto de hacerlo, nacido y crecido aquí, con los tuyos, pero tu madre tenía espíritu de aventurera, desde pequeña lo tuvo, y si no se limitaba ni a ella misma, menos iba a hacerlo que su pequeño engendro del mal

- estás seguro de que hablas de mi madre? Tal vez te confundiste - aizawa envió una mirada que heló su sangre

- uno tendría que ser ciego, o estúpido, para no darse cuenta de que eres una copia exacta de esa loca

- oye, no le digas loca-

- sus ojos, su cabello, sus facciones, hasta su vocabulario, eres todo lo que Mitsuki fue alguna vez - katsuki calló, ese era definitivamente el nombre de su difunta madre, entonces este anciano no mentía - me atrevo a decir que incluso tienes la ferocidad de su alma, y su sed de aventura - cuando katsuki vió el ápice de nostalgia que invadió los ojos del tritón más grande los suyos se llenaron de recuerdos también - tu madre era, sin duda alguna, una mujer maravillosa

- a tí..te gustaba mi madre - una risa sin felicidad

- gustarme, no, imposible. Yo amaba a tu madre, ella era mi hermanita menor después de todo - los ojos de katsuki se abrieron ante tal revelación, sólo había oído de una persona que su madre llamara hermano

- eres el tío shota - dijo el rubio, con mucho asombro

- entonces te habló de mí?

- cada vez que podía, ella estaba pensando en traerme contigo hace un par de años, justo antes de... - tragó el nudo que se formó en su garganta, aizawa se acercó y tomó asiento junto a él, apoyando una mano en y hombro