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Entre más abajo iba, el entorno se volvía más penumbroso. La oscuridad se hacía presente en cada rincón del lugar, y no se veía ni una chispa de luz.

Katsuki no se dejó atemorizar, una simple fosa no le asustaba. Su único miedo, era perder a sus muy queridos amigos, y el colgante que le dieron sus padres.

Frenó un momento, e intentó divisar alguna cosa que le sirviera como guía.

- ¿hola? – preguntó con duda, sintiéndose nervioso al hacerlo - ¿hay...alguien ahí? – sabía que quizá nadie le respondería, y qué, posiblemente, le saltaría alguna criatura peligrosa desde cualquier ángulo y se lo tragaría entero; debía intentarlo

- ¿buscas algo? – cuestiono una voz profunda y tenebrosa en algún punto de aquel obscuro lugar

- ¿Qui-quién eres? ¿acaso eres habitante de yuei? ¿bajaste para buscarme y llevarme de regreso a donde se supone debo estar? ¿y que si me niego a volver? ¿me obligaras? Pues te diré una cosa, yo no te tengo miedo, y no pienso regresar hasta recuperar mi colgante – habló con determinación, volteante en todas direcciones, listo para resistirse, aunque no pudiera ver nada

- hablas demasiado, para tener una boca tan pequeña – dijo la voz, y katsuki se vio confundido

- ¿boca pequeña? ¡¡waaa!! – de la nada, sintió como fue tomado de la cola, y jalado con gran fuerza hasta detenerse - ¡¿Qué mierda fue eso?! – vio el final de una aleta ingresando en una cueva de gran tamaño justo en la pared. Nadó pocos centímetros hacia ella - ¡oye, bastardo! ¡¿Cómo te atreves a-?! – no pudo terminar de hablar, pues una criatura de aspecto tenebroso salió de aquella cueva, y lanzo una mordida amenazante

Katsuki retrocedió, sabía que esa advertencia decía "acércate otra vez, y la próxima será de verdad" aquella criatura era nada menos que una barracuda, pero parecía ser mucho más grande que una barracuda normal.

- un habitante de yuei, no baja a la fosa para hacer amigos – una mano, con un guante de red sin dedos, salió de la cueva - ¿es lo que querías encontrar? – entre sus dedos, colgaba el objeto por el que katsuki había bajado

- sí, así es – respondió sin titubear, tratando de ver a quien se escondía en la cueva, aun con la impresión de hace un momento

- pues tómalo y lárgate

Aunque lo intentaba desde hace rato, no podía ver el rostro de aquella persona. Ni haber subido, para tener un poco de luz, le ayudo. Realmente quería ver cómo era, y saber si le había visto en algún lado, pues tenía ese presentimiento.

Se acercó y tomó el collar una vez este fue entregado, entonces se volvió a relajar.

- muchas gracias, - reverencio al misterioso ser

- como sea, ahora vete, y nunca regreses – katsuki levanto la mirada curioso, fijando sus ojos en la oscuridad de aquella cueva – la fosa no es lugar para alguien como tú

- ¿y qué hay de ti? ¿Por qué estás aquí abajo? – le pregunto confundido, colocándose el collar – deberías estar arriba también

El otro se quedó en silencio, que sólo duró segundos.

- to no pertenezco allí, este es mi lugar – dijo acariciando a su barracuda, acción que el cenizo no vio – arribano hay nada para mí

- tal vez, es porque no le has dado una oportunidad

- ¿Por qué tanto esmero? Ni siquiera me conoces, y quieres que suba a tu mundo ¿Qué clase de loco eres?

- oye, eso ofende – recrimino con una vena marcada, aunque se calmó al instante – con respecto a tu pregunta, es porque no quiero que estés sólo. Pareces ser el único habitante aquí, por alguna razón – lo último lo dijo más para sí mismo

En lo mas profundo / TokobakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora