Capítulo 1

336 41 3
                                    

Ver a Sinclair por los pasillos le aceleraba el pulso, suprimía cualquier gesto que evidencie su sentir, pero, si observas a detalle, el semblante duro de Addams, se volvía menos amenazante.

Sí, odiaba con toda su alma cuando sus mejillas ardían y aún más, la bulla que recibía de sus amigos; Eugene, Bianca y Xavier, cuando se encontraban a la rubia en los pasillos.

Un gruñido bajo y una mirada asesina era más que suficiente para asustar a sus amigos.

"Deberías hablarle" fue la sugerencia que le dieron los tres, como si aquella acción fuese la cosa más gratificante y fácil de hacer en el universo.

Nunca había oportunidad, Sinclair siempre estaba con Yoko y Divina, siguiéndole como una sombra, pero era de esperarse, eran un grupo después de todo.

La rubia era un año mayor que ella. Su curso era más avanzado, quizá si le preguntaba algo referente a su grado, sería suficiente.

Ese día, por desgracia, tenía prisa, jamás llegaba tarde a ninguna parte y hoy, iba con 15 minutos de retraso, vaya vergüenza.
La estudiante ejemplar, con falta por la demora.

Su libreta resbaló de sus manos y el resto de sus útiles igual.

—¡Mierda!— bufó, mientras acomodaba todo de nuevo. Nada fuera de su lugar, ni en orden diferente. Tal como debía ser.

Alguien estaba frente a ella y después se puso en cuclillas para ayudarle.

—Gracias. No es necesario.— dijo, sin mirar, con la misma voz monótona de siempre.

Pero, la chica frente a ella, poco pareció importarle. Se llevó sus cosas consigo, mientras se ponía de pie y después le extendía la mano.

Wednesday creyó que se había salvado de la burla, era lo único que faltaba para arruinar su día, además de haber llegado tarde. Tenía la esperanza de no ser vista por nadie, aunque la idea se desvaneció en cuanto se acercaron a ayudarle.

Pero cuando tuvo el resto de cosas entre sus manos y se puso de pie;

Quedó paralizada.

La ojiazul lucía un poco agotada, sin embargo, tenía una sonrisa tímida en el rostro.

—Sinclair...— murmuró Addams casi sin aliento y más para sí misma.

La rubia frunció el ceño, y se llevó un mechón de cabello detrás de su oreja derecha, con la mano disponible.

—¿Perdón?— preguntó con incredulidad,  después de escuchar un susurro.

—Gracias.— Dijo la pelinegra, tomando las cosas con poco cuidado de la mano de la chica. Estaba temblando y deseaba con toda su tétrica alma, que la chica más alta frente a ella, no sé diera cuenta.

—¿Quieres que te acompañé a tu aula?—  y de nuevo, estaba sonriéndole. La chica le causaba una curiosidad singular.

Pero Wednesday ya no respondía, se mantenía firme, frente a ella, con la mirada perdida en algún punto.

—No van a dejarme pasar por el retraso de todas formas, así que no importa si llego hasta la segunda clase...—informó a la azabache.

Addams sólo asintió. Y caminó en dirección a donde su grupo de encontraba, con Enid siguiéndole el paso.

Llegar hasta su salón, le pareció una eternidad, una que disfrutaba y al mismo tiempo la tenía aterrada.

Una vez fuera del aula, la rubia extendió su mano derecha para saludar y presentarse.

—Bien, hemos llegado.— sonrió de medio lado y posó esos ojos azules llenos de curiosidad de nueva cuenta en la más baja. —Soy Enid, Enid Sinclair...—

—Un gusto. Soy Wednesday.—

—Bonito nombre.— y aquello era honesto. —Tengo que irme, si necesitas algo, no dudes en pedir mi ayuda. O si gustas, podemos saludarnos en los pasillos.—

Wednesday asintió. Y vío como la rubia se retiraba. Cuando estuvo lo suficientemente lejos, pudo respirar.

Sinclair siempre tenía clase a unos salones de distancia, pero se fue a otra parte, para esperar a que la primera hora del día culminará y le dieran acceso.




Si es que encuentran esta historia, no se encariñen mucho, será corta.

𝐶𝑖𝑛𝑛𝑎𝑚𝑜𝑛 𝐺𝑖𝑟𝑙 -Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora