𝐶𝑖𝑛𝑛𝑎𝑚𝑜𝑛 𝐺𝑖𝑟𝑙 -Wenclair

Capítulo 5

Sinclair había desaparecido, justo como lo hace un espejismo una vez que te acercas lo suficiente. Y ella, no había vuelto a insistir por temor, porque se sentía idiota, por tener sentimientos, por mostrarse de cierta forma vulnerable; al permitirse semejante cosa. Se golpeó mentalmente por no establecer límites en el momento indicado.

Enid ahora tenía el odio de los amigos de Addams, más no de la misma gótica. Quién aún buscaba una explicación a lo ocurrido.

Wednesday saturaba su día de actividades, para tener el menor tiempo para pensar en cierta ojiazul. Funcionaba, al menos todo el día a excepción de la hora de dormir, porque solía sobrepensar las cosas cuando su mente estaba "despejada".

Hace algunos días había comprado un collar de unicornios porque sabía que esa cosa tan ridícula, le gustaría a la más alta. Y estaba ahí, justo a un lado suyo en una pequeña cajita, justo sobre su mesa de noche.

Quizá si se la entregaba, podría establecer distancia con la chica, porque el obsequio siempre le traía el recuerdo.

Coinciliar el sueño esa noche en particular, se volvió un reto, su cuerpo cedió cerca de las cuatro de la mañana, para estar de pie a las 5:30.

Llegó a la universidad con su cara de pocos amigos, ya usual en ella; unas ojeras enormes, mal humor y por supuesto, el uniforme desarreglado.

No se molestó en saludar a sus amigos, simplemente, cuando se hubo sentado en su sitio, recargo su cabeza en la mesa y cerró los ojos.

Despertó cuando sintió unos ligeros golpes en su espalda, iba a golpear a quien sea que interrumpiera su sagrado descanso, pero era Bianca. Quien con una mirada, le indicó que la profesora había llegado. Se quejó en voz baja y levantó la vista en dirección a la pelirroja, que comenzaba a dar indicaciones sobre una actividad.

Al culminar su primera clase, tomó su abandonado móvil y escribió por Instagram a Sinclair.

"¿Has venido hoy? Necesito darte algo".

Y casi de inmediato, la rubia había respondido.

Como si los anteriores mensajes que había enviado, no hubieran existido, después de casi dos semanas.

"Claro. ¿Darme algo?"

Su mente se nubló, a esto sí estaba respondiendo la chica.

"Un obsequio."

"¿Por qué motivo?"

"Eres mi crush, Enid. Pensé que te gustaría".

Y envío esto último, no queriendo hacerlo. Bloqueo la pantalla y no volvió a tomar el dispositivo.

Salió de su aula y caminó en dirección a la de Enid, Divina estaba en la entrada, peleando con algún otro chico que ella no conocía. Pero, cuando sus miradas se cruzaron, la castaña empujó al chico he ingreso con prisa al salón.

Minutos después Sinclair salía del sitio.

Wednesday sentía un dolor en el estómago, sabía que Enid la estaba esperando, sin alejarse lo suficiente del grupo. Así que tomó un poco de valor y llegó hasta ella.

—Hola, Wends.— dijo con alegría la chica, como si nada hubiera pasado. Llevó un mechón de pelo tras su oreja y le sonrió amable.

Addams se giró para sacar el pequeño regalo de su bolsillo, con manos temblorosas lo entregó de manera apresurada.

Enid lo tomó, un mohín de sorpresa adornaba su rostro, al igual que un discreto rubor, abrió con cuidado el envoltorio y su mirada quedó clavada en el collar.

—Es muy...lindo— murmuró, nerviosa. Cerró el obsequio y observó a la chica.
—Gracias por todos los obsequios, son muy lindos, como te dije antes, nunca nadie me había tratado de esta manera. Sentí lindo, ¿sabes?— hizo una pausa. Para reordenar sus ideas. —No estoy lista para una relación...Me gustaría ser tu amiga. Tenemos muchas cosas en común y me parece que eres increíble, me gusta mucho hablar contigo.—

—Oh, no. No estaba buscando eso, Sinclair...— y era verdad. —Quería darte estas cosas, porque me nacía hacerlo, no soy muy buena con los... sentimientos y tampoco me había sentido de esta manera con anterioridad. Entonces, no sé cómo lidiar con esto de manera "correcta". No lo tomes como presión ni nada parecido.— la chica asentía frente a ella, escuchando con atención.  —También creo que eres increíble y sí, me gustaría ser más tu amiga.—

—Gracias.— dijo la rubia y se acercó ligeramente a Wednesday.

Pero la más baja se apartó. No porque estuviera molesta, sin embargo el contacto, no era lo suyo.

Y las cosas habían salido bien, para ambas. O eso parecía.