Capítulo 6

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Y sí, las cosas fueron de mal en peor.

Sinclair volvió a desaparecer de la vida de Wednesday, verse en la universidad se había vuelto "difícil", porque la rubia parecía huir de ella todo el tiempo.

Las pocas veces que se encontraban, apenas y se dirigían palabra. Wednesday intentó hablar con la chica en múltiples ocasiones, pero sólo había dos opciones; si tenía suerte, Enid devolvía el saludo, siempre y cuando, ni Divina ni Yoko estuvieran cerca. Si la suerte no estaba de su lado, la ignoraba de manera abismal, pasando de largo, como si la chica, no estuviera ahí, sonriéndole como idiota.

Tenía que distanciarse, había intentado ser su amiga, pero la ojiazul, no hacía más que poner una barrera tras otra.

Así que las últimas veces que logró verla por los pasillos, dirigió su atención a otra parte. Necesitaba reprimir todo rastro de afecto que podía llegar a sentir.

La universidad había organizado un viaje, al que ella accedió, después de las miles se súplicas provenientes de sus amigos, odiaba tener a tantas personas a su alrededor y tendría que soportar cerca de dos horas, un montón de adolescentes hormonales riendo y berreando, pero los chicos parecían muy entusiasmados al respecto.

Cuando subió al autobús, mientras miraba por la ventana, se percató de la presencia de Sinclair y su grupo de amigas. Gimió en protesta, de manera discreta, para que la morena sentada a un lado suyo, no sospechará nada.

Se puso los auriculares y cerró los ojos. No hizo el más mínimo caso a las constantes llamadas de atención provenientes de Bianca, Eugene, Xavier y mucho menos de Ajax, durante el viaje hasta que hubieran llegado a su destino.

Addams y sus amigos, fueron los primeros en descender del vehículo,  poniéndose hasta el frente para evitar el contacto con Sinclair.

El joven castaño se inclinó lo suficiente, a la altura de sus oídos.

—Ella ha estado viendo hacía acá, durante todo el trayecto.— susurró Xavier, sin voltear en dirección a la rubia.

Y la morena sólo frunció el ceño, negó un par de veces y siguió viendo al frente, sin perder de vista al profesor que comenzaba a hacerles señas para que se acercarán a escuchar indicaciones.

Mientras caminaban por las calles, antes de llegar al museo, Sinclair intentó acercarse a la chica. Porque ya no estaba obteniendo su atención, ¿cómo iba a permitir eso? Le frustraba bastante, amaba tener ese par de ojos negros puestos encima, saber que tenía a la chica en la palma de su mano, como lo había hecho durante los últimos tres meses.

Pero sólo recibía su rechazo, una distancia que no entendía y que aunque le pareció grata al principio, después le resultó molesta. La atención de Addams era su nuevo hobbie favorito.

Cuando estuvieron fuera del museo, pasó a su lado, empujándola del hombro, pero tampoco funcionó, sólo logró que los amigos de la pelinegra formarán una barrera que impedía acercarse lo suficiente.

Ingresaron en las salas, pero ahora Sinclair y su dúo inseparable iban al frente, Wednesday se tomó el tiempo de apreciar con detalle cada una de las obras, mientras que Xavier y Ajax se quejaban porque querían tomar asiento y comer algo.

Eugene y Bianca hablaban de cosas sin sentido, honestamente jamás creyó que esos dos tuvieran cosas en común, eran dos mundos totalmente diferentes en su opinión.

Y un par de veces más, Xavier le dijo a Wednesday que estaba siendo observada minuciosamente:

—Es como si no hubiera nadie más en la sala—

Cosa que alegró ligeramente su corazón.

Y una vez que hubieron terminado el recorrido, el profesor les dío el resto de tiempo libre antes de volver a reagruparse.

Un desayuno ligero, algunas charlas sin sentido, bromas, risas. Ahí se fue el tiempo libre que les habían otorgado, estaba claro que lo había disfrutado, pero era demasiado orgullosa como para admitirlo, así que se quedó callada.

Barclay insistió en tomarse fotos justo a un lado de la fuente, la misma que caracterizaba el lugar en el que se encontraban. Wednesday tomó el móvil de la morena con pereza, puesto que el resto de sus amigos, tenía su atención puesta en una máquina de ositos de peluche.

Sintió que alguien se posó justo a un lado suyo, pero continuó con la vista enfocada en el móvil.

—¿Tomando fotografías?— cuestionó Sinclair. Addams apenas volteó sobre su hombro.

—Barclay sufre debilidad por cosas insignificantes.— respondió sin expresión alguna, ocultando el ligero temblor que comenzaba a invadir su cuerpo.

—Deberías tomarte algunas, no hacen mal a nadie.— añadió la rubia, quien no dejó pasar por desapercibido el apenas notorio nerviosismo proveniente de la azabache, posiblemente imperceptible para muchos, más no para ella.

—Eso me hace pensar que la interesada en esto, eres tú.— sonrió de medio lado, pero manteniendo la mirada de muerto que la caracterizaba. —¿Te gustaría alguna?—

—Estoy bien, gracias. Nos vemos más tarde...— y se alejó a paso apresurado, para alcanzar a su dúo.

Bianca observó la interacción a la distancia, una vez que la ojiazul se hubo alejado, llegó hasta su amiga:

—¿A qué está jugando?— viendo en dirección a donde la rubia había desaparecido.

El resto del día, Sinclair trato de llamar la atención de la pelinegra de muchas formas posibles, incluso, sentándose frente a ella, cuando estaban realizando un par de manualidades en el nuevo museo, al que por supuesto acababan de llegar.

Le causaba satisfacción alterar la paz de la más baja, pero aún seguía sin conseguir lo más importante, su atención, una charla más larga quizá.

Por otra parte, Wednesday luchaba consigo misma, por mantenerse ajena a lo que ocurría a su alrededor, fingiendo que no se daba cuenta o que no se sentía presionada. Su orgullo no le permitía voltearla a ver y mucho menos, verse descubierta en el acto, ya sea por sus amigos o por la misma Enid. Quien con cada acción, la empujaba lentamente a hablarle, porque ella no sabía, que ese era el objetivo de Sinclair.

𝐶𝑖𝑛𝑛𝑎𝑚𝑜𝑛 𝐺𝑖𝑟𝑙 -Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora