La llamada

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Había terminado su presentación junto con Gasly en la pista por lo que estacionó su carro en el garage, listo para descansar nuevamente, no obstante vio la seriedad y preocupación de sus compañeros de trabajo una vez que estaba fuera del carro.

¿Que sucedió? ¿Está todo bien? - preguntó a Jack el cual tenía sus manos apoyadas en el mueble, con la cabeza baja moviéndola de un lado a otro con desesperación.

Max, nuestra súper estrella ha decidido irse y aún no regresa - se lo dijo con sarcasmo y enojo puesto que esto dificultaba todo el programa de trabajo que ellos habían organizado además de que los patrocinadores no estaban contentos con esta situación, incluso podía ver a algunos de ellos detrás del garage con los brazos cruzados - Marko está furioso, aún nos seguiría gritando sino fuera porque Marc decidió hacer una presentación improvisada para que no enloquecieran los fans por la espera.

Checo solo podía pensar en los problemas que vendrían para Max una vez que cruzara la puerta del autódromo, no le sorprendía su actitud ya que siempre había sido un desesperado e intenso en ciertas ocasiones pero al final sabía que existía una razón oculta y que normalmente tenía una relación con sus fantasmas del pasado.

Su celular volvió a sonar y lo tomo del cajón que contenía sus pertenencias. Apareció nuevamente una foto de Lewis en la pantalla que anunciada su videollamada entrante, no sabía si era buen momento para contestar porque aún se podía sentir la tensión en el ambiente. Colgó y mandó un mensaje automático diciendo que más tarde le regresaba la llamada.

Aun cuando Max no era ya nada de él, seguía siendo su compañero de equipo y el si sabía el significado de esa palabra no como el neerlandés que reimprimía cada sentimiento de compañerismo y fidelidad. Suspiro profundo y se encaminó a su cuarto para buscar entre sus contactos el número del susodicho, lo tenía bloqueado desde esa noche en Brasil debido a que no dejaba de sonar y vibrar por cada intento de Max por querer reparar lo que había roto.

Deslizó su dedo para desbloquearlo y automáticamente apareció la foto de perfil de contacto que el había escogido tiempo atrás, cuando aún el amor fluía entre ellos. Max con su brazo alrededor de su cuello mientras él estaba posando para su selfie en la playa la cual fue interrumpida por su abrupto abrazo, había sido espontánea esa toma pero le agradaba ver la gran sonrisa de su novio por haberlo sorprendido.

Recordaba ese viaje perfectamente, era la primera vez que lo acompañaba a su departamento en Nuevo Vallarta. Estaban nerviosos por cambiar su rutina. Checo conocía a la perfección el departamento en Mónaco de Max, solían pasar la mayor parte del tiempo juntos en ese lugar, así que trato de incitarlo a que conociera su país desde un punto turístico. Eso fue después del Mexico GP de este año.

Ese viaje lo animó de sobremanera pues aún cargaba el sentimiento de decepción por el resultado en su Gran Premio, quería regresar un pizca de felicidad a todos sus fans que siempre lo habían estado apoyando y sentía que aún no era suficiente ese podio. Su novio de vez en cuando lo animaba a que olvidara ese malestar y se concentrará en el cariño del que era rodeado ese fin de semana cada vez que pasaba por el paddock y escuchaba a su gente gritar "Checo, Checo, Checo".

Una vez fuera del hotel de la ciudad veía como sus padres despidieron al leon con abrazos y halagos para encaminarse a su avión privado que los llevaría a su hogar. Durante su trayecto de vuelo Max sostenía su mano y la apretaba con gentileza diciéndole que el estaba allí para apoyarlo.

Si tan solo hubiera sido real ese gesto.

Había sido un viaje fascinante porque descubrió una faceta de Max que desconocía, tal vez porque se encontraba en un ambiente relajado sin el constante martirio de Jos llamándole. Cada día lo veía comer sus tacos de al pastor como si no hubiera un mañana, haciendo gestos graciosos por su ánimo por conocer nuevos platillos mexicanos y al él solo le quedaba reír y admirarlo comer con su nariz roja por el sol.

Su dedo estaban cerca de la leyenda "Leoncito" solo faltaba un poco más de cercanía en la pantalla para que iniciara la llamada, y lo hizo marco. Detuvo su respirar cuando escuchó el primer sonido, luego dos, tres y nada, no tenía respuesta del piloto. Volvió a intentar pero seguía sin escuchar una voz en la línea y fue cuando su mente inició a imaginar las posibles razones por las cuales no contestaría y sintió frío en su espalda.

Max no sería tan imprudente, ¿oh si?

Estaba obscureciendo y eso puso de nervios al piloto mexicano así que salió camino al garage de Red Bull para escuchar alguna noticia referente del paradero de Max. Faltaba poco para llegar hasta que escucho la voz de un hombre gritándole sin contemplaciones.

¡Tu eres el culpable de todo esto! - volteo de manera rápida al reconocer esa voz, la conocía bien. ¿Que carajos hacia en Japón? ¿Acaso Max le había perdonado esa estúpida historia contra él? - ¡Si no te hubieras interpuesto en el camino de mi hijo ahora seguiría siendo el hombre cabal y fuerte que críe!

No hablaré con usted, señor - lo dijo aún tranquilo pues conocía las tácticas del hombre, le había tocado presenciar varias veces los regaños que le proporcionaba a Max por algún error que tenía en pista y que por más que tratara de no intervenir en problemas personales de padre e hijo, lo hacía. Ganándose el odio de Jos por cada defensa a su hijo.

No te hagas el santo conmigo Pérez, se perfectamente el por qué de todo este teatro - Checo esperaba todo de ese ser, nunca se agradaron y por más que Max anhelaba que se llevaran bien tiempo atrás cuando eran pareja eso nunca sucedió así que lo vio apuntar en su dirección mientras se acercaba a él- Te has metido tanto en la cabeza de mi hijo que por fin veías tu carrera profesional asegurada, ¿no? Max merece lo mejor, este es su equipo y tu solo una pieza que se mueve si nosotros queremos. Acepta tu rol y deja de engañar con cariños absurdos al campeón de aquí.

No le sorprendía su estúpidamente actitud, lo que le irritaba era que Max le seguía la corriente a su padre aún sabiendo lo equivocado que estaba. Entendía que tenía un lazo fuerte por su padre, si es que se le podría decir así a la persona que lo asustaba con tan solo entrar en su espacio personal pero nunca fue deshonesto con su ex siempre le aseguró que no soportaba a su padre cerca.

Oh espera, olvidaba que Max ya se dio cuenta de ello. Brasil fue un lugar excelente para dejar las cosas en claro ¿no crees? El no te ama solo te utilizó, necesitaba relajarse entre carreras y pues eras el hombre más cercano a él. - una sonrisa de lado apareció en el rostro de Jos - Acaso creías que un campeón de su nivel formalizaría contigo, un piloto de media tabla, vamos Sergio sabia que eras más listo pero veo que no.

En ese momento descubrió que nuevamente Max había caído ante las palabras de su padre para haber ocasionado ese desastre en Brasil. Su respiración se empezó a agitar. Era imposible que todas esas acciones de su leon hubieran sido una mentira, las sintió tan reales, no podría ser una verdad absoluta eso que acababa de escuchar pero como pelear ante ello si Max lo había traicionado sin remordimiento alguno. Había acordado con el seguir siendo su compañero de equipo con las limitaciones que eso conllevaba, solo relacionarse con lo necesario y ahora volvía a cruzar esas líneas que no le correspondían ya.

No se preocupe por mi señor, yo ya terminé mis actividades, usted puede estar con tranquilidad por el autódromo porque ya pasó a retirarme, tengo un compromiso importante y me esperan. - Lo dijo aún conteniendo la lágrima que quería salir por las palabras antes escuchadas - Espero que encuentre a su hijo pronto.

Sin mas salió de allí y volvió a su habitación para iniciar a empacar sus cosas con prisa, dio un vistazo más a sus contactos y volvió a bloquear aquel número que aún sabía de memoria, se dio el baño más rápido que pudo y una vez listo llamó a su compañero.

Ya termine. ¿En donde te veo? - escuchó las dirección que le señalaba y la colocó en su dispositivo. - Listo nos vemos en un rato más Lewis, ahora que lo pienso ya extrañaba Londres.

Dio un último vistazo a su crew, se despidió con un movimiento de mano y tomó camino al auto que esperaba. Pasó ante un carro deportivo que estaba siendo aparcando, creyendo que era uno mas de los organizadores así que no le dio importancia y subió al auto con el pensamiento de que Max sabría llegar con bien y por fin dejó que ese día terminara.

Azul y MarrónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora