El pasado vuelve tarde que temprano

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Buena jugada Max ¿Que se siente haber ganado otra carrera?- La misma pregunta una y otra y otra vez. ¿Acaso no tenían imaginación?

Fue divertido, la verdad Marc hizo la mayor parte del trabajo yo solo continué lo que el había logrado - lo decía de manera monótona hasta que se dio cuenta que sus manos descansaban en su cadera, claro, la pose de Checo, una costumbre que había adoptado en los últimos meses. Y así era como volvían los latidos fuertes de su corazón con tan solo pensar en él, nunca creyó que su relación terminaría de esta manera.

Al finalizar la entrevista regreso al pasillo para su corto descanso antes de la siguiente actividad. Era su momento de reflexionar lo que había pasado hace minutos atrás. Checo había evitado su abrazo, EL ABRAZO. Se pasaba su mano por su cabellera constantemente mientras caminaba a paso lento hasta llegar a su habitación .

Max en treinta minutos vuelves para tu felicitación por el campeonato, descansa - escucho la puerta cerrarse y dejarlo ensimismado en sus pensamientos ¿Que jodidos había pasado allí en el pit stop?

No esperaba ese movimiento de su compañero, sintió como el calor de su cuerpo aumentaba súbitamente, es que acaso no habían prometido que no cambiaría su relación en Red Bull a pesar de su rompimiento. Tiro sus guantes de manera rabiosa y se dispuso a tomar grandes exhalaciones para tranquilizarse. Esto no lo esperaba.

Checo que estás haciendo... - susurro para si mismo, se suponía que habían dejado todo en claro, era solo un malentendido ¿Eso había significado perder a Checo? Tal vez... pero errar era de humanos aun cuando tenía sus razones para actuar de esa manera en Brasil, no bastó para arreglar el corazón del mexicano.

¡Maldita sea! y te presentas así con la barba crecida, ¡idiota! - grito al recordar los momentos de intimidad que habían compartido a lo largo de su relación, la manera en la que su barba raspaba su pecho cuando descendía por su abdomen hacia la parte más sensible de su anatomía. Un grito salió de él.

Esto no debería ser así...no podemos estar así- empezó a decirse una y otra vez con un dolor en el pecho mientras se deslizaba por la pared hasta quedar sentado con su vista fija en el punto blanco de su cuarto provisional - ¡Estupido Pérez! deberías haberme entendido y no irte corriendo sin importarte nada...sin que yo te importara- la primera lágrima estaba recorriendo su rostro y sabía que vendrían más. No había dejado de llorar desde su rompimiento aunque aparentará que todo estuviera bien, la realidad era muy distinta.

Aventó la pelota de entrenamiento que Brad había dejado sobre la mesa unas horas antes del evento, de hecho quería aventar todo lo que tenía cerca y desahogar así su frustración de haber perdido al amor de su vida.

Checo significó un antes y un después en su vida, todos conocían su reputación, no era una blanca paloma, el era un leon que acechaba a cualquiera que le ponían enfrente, así lo habían enseñado a lo largo de su vida "en este deporte no existe los amigos, todos son enemigos". Tenía talento, no por nada había llegado a la F1 tan joven y en un equipo grande, solo debía aprender a adaptarse a la nueva situación y a sus nuevos compañeros de equipo, o eso le había dicho Horner al llegar a Milton Keynes.

Y los recuerdo lo invadieron en ese momento.

Ricciardo fue su primer compañero, era talentoso además de un hazme reír en los videos de marketing. También fue su primer amor, Max tan solo tenía 18 años y ver a un hombre tan cerca lo había dejaba temblando de los sentimientos descubiertos. Su crush fue muy fuerte, hasta llegar a una relación escondida con él, aun cuando descubrió años después de no fue tan escondida como creyó en esos tiempos. Daniel le enseñó lo básico del sexo que inclusive su primera vez fue con él. Se enamoró hasta la médula pero eso no significaba que no compitieran, tenían eso en claro hasta que llegó Baku y su fuerte choque cambió la situación.

¡Que carajos fue eso Max! - Le grito Ricciardo al llegar los dos al hospitality - ¡Yo podía haberte arrebasado pero me bloqueaste! -Esa era la intención y Max lo sabía ¿Acaso no quería pelea en la pista? ¿Por que se enojaba cuando existía? Allí descubrió que era verdad todo lo que había analizado las últimas semanas, porque lo sucedido no solo había sido un hecho intencional sino la manera de enfrentar la realidad que hasta ese momento se había callado.

¡Crees que soy un chiquillo que puedes seguir engañando! - Ricciardo lo miro desconcertado y a la vez asustado - ¡Te vi con Hülkenberg! Te vi salir de su habitación no una sino varías veces y no decías nada, llegabas a mi habitación y te acostabas en mi cama sin ni siquiera lavarte sus besos. ¿¡Por que crees que he estado evitado el sexo durante los últimos tres meses!? ¿Que pretendías? Tenerme manipulado para que no te quitara tu lugar de primer piloto pues eso se acabó - Max sentía hervir su sangre a cada minuto, su cara empezaba a teñirse de un rojo carmesí mientras continuaba hablando - Fui condescendiente en estos tiempos pero ahora conocerás al verdadero Max Verstappen, ese muchacho que merece estar aquí. ¡Te quitaré todo! - le grito antes de salir rabiando del lugar.

Su padre se lo había recalcado tantas veces que odio saber que tenía razón en todo. En ese momento se prometió que jamás volvería a dejarse manipular por sus sentimientos en la pista, nadie volverían a burlarse del él de esta manera. Y así fue el inicio de la caza a Ricciardo, carrera por carrera iba aumentando sus puntos hasta llegar a ser reconocido y que los demás pilotos comenzarán a tenerle miedo cuando lo veían en su retrovisor debido a que no tendría piedad y ni una pizca de arrepentimiento en llevárselos en un afrenon. Asi tenía que ser, ellos debían de tenerle miedo así no le harían daño nuevamente.

En las entrevistas veía a Hülkenberg reír junto a su compañero de equipo un tal Sergio, no le importaba quien fuera ese piloto porque solo deseaba destilar su odio con la mirada hacia ese ser que se había burlado por su juventud y se había llevado a su amante de sus brazos.

Max, ¿cierto? - no había visto que el compañero del odiado estaba a su lado ¿En que momento había caminado hacia él? Solo asintió y regresó su vista al causante de sus males - ¿Tanto lo odias? - Y a este quien lo invitó a hablarle, bajo su mirada al piloto pues la diferencia de estatura era evidente, lo vio con desdén pero al otro no pareció importarle sino que al contrario le regaló una sonrisa cálida, o era muy tonto o verdaderamente era un hijo de puta que quería problemas con él - No deberías desgastar energía odiándolo, el rencor mata el alma y la envenena - genial tenía a un predicador a su lado.

Se podría saber quien te invitó a entablar una conversación conmigo - Lo volvió a ver con desdén pero en cambio soltó una corta risa el susodicho - no le veo la gracia - le dijo aun con su mirada penetrante en él sin embargo al otro no le afectaba en nada.

Solo digo, que en vez de pasar el tiempo odiándolo deberían de pasar página, tienes un talento nato pero esto - señalo al Hülkenberg y a él - impide que seas mucho mejor en pista, suéltalo y verás como cambia todo - se quedó consternado con lo que acababa de escuchar y solo vio como el otro piloto se alejaba hacia la pista a paso lento, sabía que era mayor que él por la incipiente barba que lucia, de hecho le gustaba las barbas y no le quedaba nada mal a ese hombre. Dio una rápida mirada a su alrededor y se dio cuenta que el verdadero Max disfrutaba la adrenalina de correr y últimamente no lo estaba haciendo, tal vez debería tomar el consejo y ver que sucedía.

Y así fue como todo cambio.

Pasó el tiempo y Ricciardo no aguanto la presión que suponía tener a Max de compañero y desertó en el 2018. A pesar de todo el leon aun le quería pues había sido parte importante de su vida. En su último día en Red Bull se prometieron cerrar un capítulo en sus vidas, bebieron; lloraron; rieron; bailaron y cantaron pero lo más importante hablaron de lo sucedido en su relación y fue una manera de sanar completamente la herida que tenían ambos.

Él le había pedido perdón por haberlo engañado, que su amor por el siempre seguiría allí aún sabiendo que no volvería a ser lo mismo y que lamentaba no saber amarlo como merecía pues la diferencia de edad le había pesado a Daniel. Prometieron dejar el pasado atrás y seguir siendo buenos camaradas porque al final de todo se la pasaban bien estando juntos e inclusive Max en ese momento creyó que jamás encontraría a otra persona con la cual encajaría tan perfectamente como Ricciardo.

Pero la vida le tenía preparado algo diferente.

Azul y MarrónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora