013 | EL CIERVO

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013:
EL CIERVO

—El sobre negro —habló Chishiya. Los presentes fijaron su atención en él, mientras continuaba—. Todas las cartas de póker conseguidas en los juegos se guardan dentro de la caja fuerte de la suite real del sombrerero. El código de la caja fuerte se encuentra en el interior de un sobre negro previamente sellado. El sobre es opaco y de máximo secreto. Únicamente puede abrirse cuando haya un nuevo número uno. Nunca antes. El nuevo número uno verá el código él solo, pero en presencia de los miembros del ejecutivo. Después, meterá el código en otro sobre y lo volverá a sellar. El resto del ejecutivo firmará el sobre antes de guardarlo otra vez. 

—¿Qué es lo que tengo que hacer entonces? —Arisu le preguntó, una vez hubo explicado el procedimiento que ocurriría de aquí a un rato. 

—Te infiltrarás en la suite real, buscarás la caja fuerte y robará todas las cartas de póker que haya. 

—¿Y el código? 

—Creo que lo sé —Chishiya tomó uno de los walkies, ofreciéndoselo al chico por encima de la mesa—. Te lo diré cuando estés en la caja fuerte. 

—Eres precavido. Vale. 

Kyoko se acomodó mejor en su sitio. Había ocupado una de las esquinas de la habitación, desde la cual observaba toda la escena. Después de tanto tiempo el plan se llevaría a cabo. Dentro de nada se habrían acabado los juegos. De nuevo pensó si era eso lo que quería. Volver. Agachó la cabeza al darse cuenta de los recurridos pensamientos intrusivos. 

—Usagi y Kuina estarán vigilando —continuó. El peligris echó la vista atrás en busca de la persona restante—. Kyoko vendrá conmigo. 

—Es peligroso —Usagi replicó. El creador del plan y ella se miraron por unos segundos—. Si nos ven, nos matan. 

—Es la forma de cambiar la situación —habló Arisu, mirándola. Kyo detectó que Chishiya los estaba controlando. Había algo que ocultaba. No sabía qué era—. Con el sombrerero muerto, la unidad que reina en La Playa se tambalea. Es el momento idóneo. 

Durante la siguiente hora todo ocurrió tal y como Chishiya había comentado. La joven mantuvo sus ojos puestos en él, porque notaba que dentro de la caja hallaría gato encerrado. Se sentía tonta, por primera vez, de no ser capaz de descubrir de qué se trataba. Caminó a su lado hacia la parte superior del hall, donde Niragi había reclutado a toda su gente y llamado a los jugadores. Ambos se acercaron al balcón que quedaba por encima de los ejecutivos y paramilitares, y esperaron a que el discurso diera comienzo. 

—Tenemos un nuevo líder.

La sala entera se puso a murmurar cosas al mismo tiempo. Algunos preguntaban de qué hablaban, otros sobre quién sería y muchos más querían una respuesta sobre por qué de la nada el sombrerero había dejado de reinar en ese lugar. 

El peligris le pasó el walkie a su compañera, junto a una nota de papel doblada. La chica le miró sin entender qué quería, y él contestó que debía encargarse de un asunto extra. Quedaba a cargo. En el papel quedaba escrito y oculto el número de la caja fuerte. En el momento exacto debía pasárselo a Arisu. Tan pronto como le pasó nuevas instrucciones, desapareció del lugar. Su desconfianza aumentó precipitadamente. ¿Dónde iba a minutos de llevar a cabo el plan en el que tanto había trabajado? No olía nada bien. 

—El sombrerero ya no está aquí con nosotros. Aguni es el líder —siguió. Los murmullos se incrementaron, ahora más fuerte—. ¡Callaos de una vez!

Todos callaron. Tenían miedo. Cuando una manada de cualquier especie se veía consumida por esa emoción, nada podía salir bien. Peligro. 

—Parece ser que no pudo completar el juego y no ha vuelto. El ejecutivo ha votado y ha decidido por mayoría que Aguni sea el nuevo número uno. Ahora escucharemos a nuestro nuevo líder, y será mejor que estéis atentos. 

hangover ; chishiya shuntaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora