021:
PODRÍA SER NUESTRO FINAL—Déjame que te ayude a acomodarte.
Chishiya deslizó despacio uno de sus brazos tras el cuerpo de Kyoko, dejando ver una expresión donde le pedía disculpas con la mirada por estar haciéndole daño. Ella ni si quiera reparaba en que le causara mayor dolor, solo deseaba que todo terminara de una vez. Que dejara de sentir ese ardor, esa gran molestia. Insoportable. De pronto todo el sol y la claridad que había estado presente en esos largos minutos dejó de existir. Todo se tornó oscuro, nublado. Cuando alzó la cabeza vio el zepelín del rey de picas.
Nadie lo había derrotado aún. Y se les acercaba.
En su estado, no podría correr. Ni ella ni Chishiya, quien estaba deshaciéndose de su camiseta negra para crear un torniquete sobre su cuerpo, como pudiera. A pesar de que intentó frenarle y le pidió que lo usara en él, no le hizo el mínimo caso.
—Alejadlo de ella —ordenó el peligris. Tan si quiera les miró cuando habló, su atención y preocupación estaban en otra cosa. Arisu asintió una sola vez con la cabeza, y al poco corrió con Usagi, perdiéndose del campo de visión de su amiga.
—¿Me estoy muriendo, Chishiya?
La pregunta cayó de sus labios con temor. Y aún así, tras esa entonación, había algo de alivio. Sabía que al otro lado, si es que lo había realmente, no iba a estar sola. Karube le esperaba. Pero tenía tantas dudas. El chico le miró sin decir nada por unos largos segundos. Al final acabó tirándose junto a ella, con la espalda apoyada en el coche donde reposaba la contraria.
—Solo te desangras.
—Eso viene a ser lo mismo, ¿no es así? —preguntó, con su hilo ya característico de voz. Cansada. Pero tuvo fuerzas para dejar ir una muy leve risa, seguida de un suspiro.
—Son temas diferentes —trató de corregirle.
—No sé si quiero morir todavía, pero tampoco estoy segura de querer seguir viviendo.
Una lágrima resbalaba de uno de sus ojos. A la lejanía comenzaron a escucharse los disparos. Su labio inferior tembló, en un puchero. Buscó la mano derecha del ajeno, entrelazando sus dedos con los impropios. El peligris bajó la mirada a sus palmas, y apretó un poco. No sabía qué decirle, ni qué hacer. Ahí no tenía nada que poder usar con ella, para ayudarla. Ni si quiera se veía capacitado de hacerlo. Su lateral aún dolía. Creía tener la bala en su interior, pero no estaba seguro tampoco.
—Tengo miedo.
—Yo también —él mismo se sorprendió de escucharse admitir eso en voz alta. Kyoko giró el rostro en su dirección, con los labios ligeramente entreabiertos—. Las personas honestas son muy tontas. Me meto con los que se esfuerzan, es algo que no puedo evitar. Odiaba la buena voluntad de la gente. Aunque no era más que envidia. Tenían algo que yo no tenía. Y sentía que me exponían como la persona despreciable y patética que era. Siempre he tenido miedo, Kyo. He estado asustado toda mi vida.
La joven sintió su estómago removerse. La careta de Chishiya acababa de caer, la verdad había salido a la luz. Aquel chico tan serio y manipulador no era más que alguien que estaba atemorizado y esclavizado por la sociedad. Por el mundo.
—Las escopetas no son tan letales como se cree —se escuchó la voz de Niragi a duras penas, a unos metros de ellos. Casi no podía pronunciar palabra. Le costaba. Los dos observaron en su dirección. Allí estaba, con el pecho subiéndole y bajándole por la respiración agitada, con un horrible disparo en su tronco superior. ¿Cómo podía seguir vivo? Era increíble. Sus ganas de vivir eran más poderosas que cualquier arma—. Ni se os ocurra decir ni pensar que yo soy el malo. Aún con siete mil millones como yo, vosotros siempre seréis los malos. Tenéis mucha suerte de pertenecer a la mayoría.
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hangover ; chishiya shuntaro
Fanfictionit scares me sometimes, the emptiness i see in his eyes. anyone can betray anyone. ⦊ chishiya shuntaro x fem!oc. ⦊ serie de alice in borderland. ⦊ puede contener lenguaje y escenas narradas explícitas.