Prefacio

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Leila Stuart una chica sencilla de 17 años tenía una vida normal típico novio, madre dura pero cariñosa y las típicas buenas calificaciones escolares ella algo sencilla y cariñosa.
Y allí estaba el Conor Morgan el típico chico cliché con dinero, apuesto, estrella de todos los equipos de la escuela
algo presuntuoso y vanidoso.

Ellos dos polos opuestos comenzaron toda una historia desde aquel día...

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Desperté como siempre, tome mis cosas y me adentre hacia la ducha luego de un corto baño me vestí, baje a desayunar y luego me fui a dar un paseo a un parque que quedaba a 3 cuadra de mi casa.

Justo cuando iba saliendo vi un camión de mudanza aparcado frente a mi casa y de el bajaron dos hombre con trajes blancos y botas que bajaban algunas cajas y las guardaban en la casa de un lado, me sorprendió el hecho de que alguien se estuviera mudando ahí hasta que recorde que la antigua familia se había ido del país.

Camine pasando a los hombres y vi a una mujer sentada en el pórtico de la casa con una cálida sonrisa la cual por un momento se dirigió hacia mi, le devolví la sonrisa y seguí caminando. Iba tan concentrada en mis pensamientos que casi caigo con una grieta en el suelo, solo eso necesite para regresar al mundo, pase unas cuantas casas mas y ya me encontraba en el pintoresco parque.

Fui al quiosco de los helados y pedí mi helado favorito vainilla, luego fui a los columpios a sentarme y ver la nubes era raro pero me gustaba mas estar sola en mi habitación o en algún lindo lugar con un libro a estar en una gran fiesta rodeada de mucha gente, el tiempo pasaba al igual que las nubes en el cielo las cuales formaban hermosas figuras para luego ser distorsionadas o separadas por el viento.

Luego de un tiempo me levante del columpio y camine por los pequeños senderos en el parque cuando sentí que unas calidas manos taparon mis ojos, mientras un olor a menta y pistache lleganaba mis fosas nasales una linda risa lleno mis oídos seguido por una típica pregunta.

-¿Quien soy?-trato de imitar un tono agudo pero no lo logro ya que su vos era gruesa.

-Susan- dije el nombre de mi mejore amiga y su risa fue mas fuerte y audible quito sus manos de mis ojos y rodeo mi cintura.

-¿Susan haría esto?- dijo haciéndome girar sobre mis talones y plantandome un dulce y pequeño beso en los labios.

-Hola leilibu- Noah me miraba y reía a el le gustaba molestarme diciendome estupideces de ese tipo como bebe, cariño, muñeca sabiendo que no las soportaba.

-Cuantas veces te he dicho que detesto esos apodos- el solo sonrió y me abrazo mas fuerte luego me soltó y me tomo de la mano.

Todos el camino a casa fuimos abrazados y de la mano adoraba pasar tiempo con noah el es chico sincesero y adorable pero siento que algo falta, justo cuando llegamos a mi casa me tomo por la cintura me elevo y me dio un beso mis risas y aquella escena llamaron la atención de un chico el cual estaba sentado en el patio de al lado, el chico permaneció viéndonos con una sonrisa y aveces solo con una cara neutral, luego de un tiempo de estar ahí Noah se fue y yo entre a mi casa sin antes darle una mirada rápida a el chico que se encontraba sentado observándome detalladamente.

Me parecía interesante y no encontraba el porque, sería su cabello castaño o sus hermosos ojos miel o su gran y cálida sonrisa, no tenia ni la menor idea de porque pero me traía un buen y mal remordimiento que ese chico estuviera ahí.

Voteny comenten si les gusto.

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