Capítulo 4

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Continúe caminando hacia mi destino sin cruzar miradas con ellos, pasando de largo y esperando que el grupo no se molestara en si quiera prestarme atención, algo que para mi suerte ocurrió.

Los fatuis pasaron de largo, dirigiéndose con paso firme hacia el Banco del Norte, donde había más de esa escoria, intentando desestabilizar la economía de Liyue para poder establecer parte de su poder y, con suerte, poder traer más tropas con la debilitación del lugar.

Tras pasar junto al grupo sentí una mirada sobre mi espalda, lo que hizo que me parase sobre mis pasos y mirase por el rabillo del ojo de donde venía esa mirada.
Era uno de los fatui, uno que no se asemejaba al resto.

Al contrario del resto de su tipo, no llevaba la máscara puesta sino a un costado de su cabeza. Su cabello color naranja llamaba bastante la atención, al igual que su tez pálida en la que se podían ver pequeñas cicatrices asomando de sus manos y abdomen.
Su mirada apagada pero que a su vez mostraba cierto interés por el lugar y la gente que contenía.
Logre notar como fijó su mirada en mi visión para después dirigirme una mirada de complicidad y marcharse con el grupo.

Al llegar al Salón del Té Yanshang me senté en la mesa acordada con la sorpresa de que mi invitada en esa ocasión, Hu Tao, no venía sola.

- Creía que llegarías más tarde con todo el papeleo que tienes últimamente. - Dije para después mirar al hombre junto a ella. - Soy Jereni, un placer conocerle señor... - dejé la frase a medio acabar, esperando la respuesta del contrario, el cual se levantó de su asiento y estrechó si mano contra la mía en forma de saludo.

- Zhongli, soy el nuevo asesor de la funeraria El Camino, un gusto conocerla señorita Jereni.

  Era un hombre alto, con unos ojos color dorado capaces de sumergirte en un trance durante un largo tiempo, llevaba una coleta larga, la cual llegaba hasta su espalda baja y terminaba en un color marrón claro.

Era extraño que de repente de la noche a la mañana aparecieran dos personas que no había visto antes por la ciudad ni el puerto.

- Me alegro que os llevéis bien y bueno, ahora él me ayuda con el papeleo y algunos asuntillos más. Es bueno no tener tanto peso encima. - La castaña sonrió aliviada, señalando un asiento libre al lado de esta para que me sentara, lo cual hice seguido de aquel hombre, que desde ese momento se limitó a escuchar.

- Mientras venía hacia aquí me he cruzado con un grupo de fatuis, ¿sabes qué hacen aquí? No sé si será buena idea que yo continúe merodeando por las calles como antes... - Me atreví a mencionar lo ocurrido momentos atrás, a lo que la chica suspiró.

- No lo sé, vendrán a ver el rito del ascenso, no siempre se puede ver a Rex Lapis bajar a conceder bienestar a Liyue en carne y hueso. - Juntó las puntas de sus dedos, formando una sonrisa un poco turbia. - A lo mejor podría convencerles de reservar un funeral por adelantado a cada uno de los soldados, quizá una oferta del 50% les resulte más atractiva...

  La verdad es que no era de extrañar que en un momento aleatorio mencionara su negocio y como conseguir más clientes.

- Pero había uno... no parecía un recluta normal, además que tenía una visión de Snezhnaya, no parecía llevar un engaño. - Al decir esto capté la atención de Hu Tao, la cual ahora me escuchaba con atención. - Puede que sea un alto rango... Tendré que investigar más a fondo esto, me resulta muy extraño, si sale mal huiré a Sumeru, además que no queda lejos de aquí.

- Un alto mando de los fatui... Se estan arriesgando mucho viniendo hasta aquí, sobretodo porque no son bienvenidos y la Geoarmada no se anda con chiquitas. - Ahora parecía más seria sobre el tema, pero había algo que no me terminaba de encajar en toda la situación.

- Bueno, es mejor que no le demos muchas vueltas, además, no hemos venido a hablar de eso. - La Jefa de la Funeraria simplemente se limitó a resoplar y asentir para comenzar a negociar algunos encargos que necesitaba que yo hiciera por ella dado a que últimamente tenía mucho trabajo en su establecimiento.

Después de una hora hablando todas las tareas y encargos, ambos se marcharon de vuelta al trabajo, mientras que yo fui a la pequeña plaza que había bajando la calle, sentándome en una de las mesas cercanas al Cuentacuentos para poder escuchar sus historias mientras disfrutaba de un café.

- No esperaba ver a alguien de Snezhnaya aquí, y menos a una fugitiva de los fatuis. - Escuché una voz detrás de mí decir con un tono vacilón. Soltó una pequeña risa para después sentarse a mi lado, dejando ver aquel pelo anaranjado tan característico del con el que crucé miradas un rato antes. Me miró con curiosidad, queriendo respuestas.

  La piel se me erizó al escuchar sus palabras, por lo que instintivamente me puse a la defensiva. Debe ser que él lo notó, ya que puso ambas manos en alto y sonrió.

- Tranquila, tranquila, vengo en son de paz. A ver, empecemos de nuevo; soy Tartaglia, Childe para los amigos, ¿y tú? Aún que ya sepa tu nombre no significa que no quiera que parezca una presentación normal entre dos personas normales. - Sonrió. Aquel sujeto era extraño, por lo que debía andarme con cuidado.

- Jereni, mucho gusto señor Tartaglia.

- No hace falta que utilices formalidades, además de que parece que somos de la misma edad. Puedes tutearme tranquilamente. - Pidió un té para él y comenzó a conversar conmigo como si fuéramos viejos amigos, se notaba que no quería que nos lleváramos mal, lo cual hizo que me tranquilizara y le siguiera el juego. - Entonces dime, ¿qué haces aquí? 

- Estoy aquí porque puedo vivir tranquila, no hay muchos fatui cerca y me tranquiliza... - No quería indagar más de lo necesario para no dejar pistas por si tenía que huir de nuevo.

- Sabes, causaste un gran revuelo cuando abandonaste la nación. Has logrado que no solo uno de los heraldos se fije en ti, sino que dos. Ya sabes quien es la primera pero el segundo... uff, será mejor que andes con cuidado. - Me miró divertido, casi con inocencia, pero esas palabras me asustaron todavía más; sabía que la Directora era un fatui importante pero ese hombre... creía que solo era un científico loco.

- ... ¿Los conoces? ¿Sabes quienes son? - Estaba impaciente, debía reunir la mayor información posible cuanto antes para poder idear la mejor manera de escapar o, si no quedase otra opción, luchar contra ellos.

- Wow, más despacio velocista, ¿no es mejor que nos conozcamos mejor antes de empezar a interrogarme? Quiero decir, yo no le doy esa información a cualquiera pero si nos llevasemos mejor quizá podría hacer una excepción contigo. - Me miró de arriba a abajo, escaneandome por completo para después sonreír. - Qué te parece... un combate, tú contra mí, si yo gano tendremos que conocernos mejor a mi manera, es decir, entrenar todos los días sin excepciones, pero si ganas tú te diré todo lo que quieras saber.

  Sabía que había trampa en aquella pequeña apuesta. Un fatui nunca haría eso si no supiera que su victoria era segura, pero no podía desperdiciar todos estos años de entrenamiento con Madam Ping, por lo que no tuve más remedio que aceptar. ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Algunas heridas temporales y mucho cansancio? No se veía como alguien que fuera a venderme tan fácilmente, pero si había la mínima posibilidad de conseguir información valiosa para poder sobrevivir, me agarraría a ella lo más fuerte que pudiera.

- Hmmm... hecho, me gusta tu oferta. - Extendí mi mano hacia él para zanjar el trato a lo cual el accedió sin dudarlo.

  Decidió que ese duelo sería en 2 semanas, ya que tenía mucho trabajo por hacer y quería ver el Rito del Descenso por lo que no me molestó la fecha. Yo también quería presenciar aquella celebración, hacía que Liyue se viera todavía más animada y alegre, un ambiente que me encantaba en ese lugar.

Después de aquella charla cada uno fuimos por caminos diferentes, sin embargo, debí haber tenido en cuenta que, como decían los ancianos...

... Las paredes en Liyue tienen ojos.

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Uepaaaaaaa

Las cosas se comienzan a torcer muejeje, esperemos que el destino no se porte mal con nuestra prota.

Como todos los capítulos, comenten lo que quieran por aquí, den ideas si creen que pueden ayudar al ritmo de la historia y denle estrellita q eso me ayuda mucho.

Hasta la próxima <3

No way back (Il Dottore)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora