¿Hermano?

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Entre los arbustos dos ojos verdes como la hierba se asomaban, escondiéndose entre las sombras del ocaso. Él la observaba con detenimiento, hacía tiempo que no la veía, pero después de tantos años la encontró hace unos pocos días en las llamadas "Las Praderas" y ahora su actividad principal es seguir sus pasos a escondidas, intentando encontrar el momento adecuado para hablar con ella.

La felina estaba mucho más grande de lo que recordaba, aunque esto era obvio, la última vez que pudo hablar con ella apenas era una cachorra y él unos pocos años mayor. Pensar que una estúpida pelea que ni siquiera recordaba fue lo que los separo. Extrañaba demasiado, quería volver a compartir los días con ella y haría lo que fuera para recuperar su confianza.

La felina se despedía nuevamente de un cachorro de león, por el poco tiempo que la había estado siguiendo en estos días, siempre hacía tal cosa, aunque siempre tardaba más de la cuenta, porque antes de decir un simple "chau", "hasta mañana" o "descansa", ambos se quedaban hablando un largo rato de quien sabe qué. Cuando ya ambos decidieron despedirse definitivamente y la chica dio media vuelta para volver a su lugar de descanso, él decidió que ya era hora de hablar con ella.

...

Cuando Kion se despidió de Fuli y decidió volver a su hogar sintió un ruido entre los arbustos, ya días anteriores tenía el presentimiento de que alguien los observaba, así que decidió seguir cautelosamente a su amiga para asegurarse de que nada le pasase.

...

Fuli camino hasta un claro y sintió la presencia de alguien entre la hierba que la rodeaba, dio un paso hacia atrás y frunció el ceño, si se trataba de Kion y sus bromas le daría una buena paliza.- ¡Sal de tu escondite, sé que estás allí!- ordeno la oji-verde.

La fresca brisa del atardecer se detuvo por un momento, y después de varios segundos un muy asombrado cheeta de ojos verdes salió de su escondite. Ella lo miro con desconfianza y sorpresa, no se esperaba algo así, la habían agarrado desprevenida.

-¡¿Quién eres?!- pregunto a la defensiva.

El macho trago saliva, esa no era la forma en que había planeado el reencuentro, tenía ideado saltarle por detrás para sorprenderla, aunque pensándolo bien no hubiese sido la mejor opción.

-soy yo, Azaad.- respondió luego de un largo silencio.

Ella bajo un poco la guardia y relajo sus músculos.-... ¿Hermano?-

...

Kion por fin pudo alcanzar a Fuli, para haber salido solo unos minutos después de ella se había tardado, pero al encontrarla no podía creer lo que sus ojos veían. Su amiga, su mejor amiga, estaba siendo abrazada por un completo desconocido o, por lo menos, para él desconocido.

-A ver, ¿Qué es todo esto?- exigió sin muchos rodeos el joven león, que hasta ese momento no se había percatado que había hablado y mucho menos revelado su escondite.

Ambos cheetas lo miraron confusos, aunque Fuli un tanto agradecida de salvarla del abrazo sofocador de su hermano mayor.- Mira.- volvió hablar el joven líder confrontando al más alto.- no sé quién eres y no me interesa, pero quiero que sepas que si le haces daño yo me encargaré personalmente de...

-Kion, quiero presentarte a mi hermano mayor, Azaad.- interrumpió Fuli el monólogo de su amigo. El de flequillo observó a su amiga y luego al desconocido.

-bien, pero eso no cambia lo que dije.-

Fuli rodó los ojos, ¿Por qué Kion debía ser tan paranoico?- Azaad, él es Kion. Amigo mío y líder de la guardia del león.-

-un gusto.- saludo secamente, intercambiando miradas con el pelirrojo.

Hola de nuevo, hace tiempo no estaba por aquí actualizando y es que estuve bastante ocupada el año anterior (y sigo ocupada jeje) pero intentaré actualizar más seguido y finalizar mi historia del Rey león el regreso de Zira de una buena vez jaja. En fin, espero hayan disfrutado el one-shot y si tienen alguna idea o sugerencia para uno próximo díganmelo, me gustaría saber que quisieran ver en esta historia. Sin más que decir me despido, bye.

One Shots - El Rey León Donde viven las historias. Descúbrelo ahora