Era un nuevo día en el reino de Simba, y Kion había despertado de un buen sueño, estaba impaciente, tenía muchas cosas que hacer ese día. Junto con la guardia patrullarían los límites, luego le habían prometido a Timon y a Pumbaa ayudarlos a buscar gusanos y claro, tenía un juego de Baubalon pendiente con Bunga.
Salió fuera de la cueva y allí lo esperaban sus padres para desayunar, se acerco a ellos y los saludo animado.
-¡Buenos días mamá, buenos días papá!- dijo el menor mientras recibía las caricias de ambos padres.
-buenos días amor.- le respondió su madre.
-buenos días hijo.- le siguió su padre.
-veo que andas con muchas energías hoy, Kion.- comento Nala quien observaba como el de flequillo rojizo devoraba las sobras del día anterior.
-así es.- respondió con la boca llena, al darse cuenta trago su comida para poder hablar mejor.-tengo muchas cosas que hacer hoy junto con la guardia, así que me desperté con mucha energía.-explico el pequeño.
-bueno, creo que deberás cambiar tus planes.- la voz de Kiara se escucho detrás de él, al voltear su cabeza la vio salir de la cueva junto con Kovu.
-¿Por qué lo dices?- cuestiono este observándola.
-necesito un niñero, mamá, papá, Kovu y yo tenemos que atender unos asuntos importantes y necesito que cuides a los cachorros.-
-¡¿Qué?! ¿Qué hay de Tiifu y Zuri?-
-pues... no están disponibles.- contesto la princesa recordado algo.
-bien...-dijo Kion resignado.
-genial, gracias pequeño, te debemos una.- agradeció Kovu desordenándole su mechón. Kion bufo y volvió a acomodar su flequillo.
Los cuatro adultos se despidieron del menor, este entro dentro de la cueva y fue hasta el lugar donde su hermana y Kovu dormían, allí se encontraban sus dos sobrinos. Ambos aun eran unos bebes, apenas estaban aprendiendo a caminar, el trabajo de Kion no sería tan difícil.
-¿¡Kion, estas aquí!?- la voz de su mejor amigo lo sobresalto, Bunga se encontraba a la entrada de la cueva. El nombrado fue esta él.
-¿Bunga, que pasa?- cuestiono él en susurros.
-te estamos esperando... ¿Por qué susurramos?-pregunto el tejón al darse cuenta que él también comenzó a susurrar.
-lo siento Bunga, no podre acompañarlos hoy. Mi hermana me pidió que cuidara de sus cachorros, así que estaré ocupado.- le explicó.
-entiendo. ¿Necesitas ayuda?-
-no, estaré bien, solo son unos bebes ¿Qué tan difícil puede ser? Dile a Fuli que dirija el patrullaje hoy.-
-bueno amigo, suerte.- acto seguido el tejón bajo de la gran roca.
"¿Qué tan difícil puede ser?" se repitió el cachorro de león en su mente, dio media vuelta y se dirigió nuevamente con sus dos sobrinos, se acurrucó al lado de ambos y decidió dormir una siesta.
..........
Kion abrió sus ojos con pesadez, no sabía cuánto tiempo se había quedado dormido, bostezo y se fregó los parpados, cuando por fin pudo ver con claridad se dio cuenta que algo faltaba. Miro a su alrededor y abrió sus ojos como plato.- ¡Los cachorros!- grito al darse cuenta que sus dos sobrinos no estaban dentro de la cueva. El de flequillo rojizo se paró de un salto y corrió hasta fuera de su hogar.- ¡Cachorros! ¿Dónde están? ¡¿Su madre nos les dijo que no tenían que asustar así a su tío?!- los llamo, mas no hubo respuesta.
Kion bajo de la roca, tenía que encontrar a sus sobrinos y rápido.- cálmate Kion ¿si fueras un cachorro, donde te meterías? Bien, a Kaira le gusta explorar así que debe de andar por el manantial y Kivu es un dormilón, seguro encontró algún lugar cómodo para descansar.-
Con sus ideas claras el cachorro de león decidió ir hacia el manantial, con suerte podría encontrar a sus pequeños sobrinos. Al llegar, vio a varios animales, las alarmas internas de Kion se encendieron ¿y si algún animal piso o tiro al agua a sus pequeños por accidente? No quería pensarlo.
Uno a uno les fue preguntando a los animales si no vieron a dos cachorros de león, ninguno vio nada y eso desesperaba al dorado, no fue hasta que un elefante le dijo que le pareció ver a una bola de pelos dorada en una madriguera no muy lejos de allí. A Kion se le ilumino el rostro de felicidad, le agradeció al mamífero y corrió hasta el lugar que le había indicado el elefante. Al llegar se encontró con varias madrigueras, encontrar a Kivu no sería tarea fácil.
Luego de unos diez minutos lo encontró, un suspiro de alivio abandono su boca, Kivu se encontraba durmiendo plácidamente dentro de la madriguera. Con cuidado de no despertarlo lo tomo y decidió llevarlo cerca de su hogar escondiéndolo en el pasto alto.
-uno menos, falta una.- se dijo Kion a sí mismo. Tenía que encontrar a Kaira, pero no tenía idea de donde se pudo meter esa pequeña traviesa.
-¡Suelta mi cola!-
-¡Bingo!- se dijo así mismo al escuchar el quejido de una voz familiar.
Corrió al lugar donde provenía la voz, al llegar vio a Fuli descansando debajo de un árbol, no muy lejos de su hogar, y con ella, una pequeña cachorra morena quien jugaba con la cola de la felina. Kion sonrió de felicidad, fue donde ambas y abrazo a la pequeña cachorra.
-¡Kaira, estaba preocupado por ti!- la nombrada solo rio en respuesta.
-¿con que no sería difícil cuidar de los cachorros? Kion.- le acuso la manchada.
El macho rio nervioso, seguramente Bunga les había contado lo que había dicho horas antes.-yo... estábamos jugando y la perdí de vista un ratito... cuando acorde no estaba.- puso su mejor sonrisa con tal de que Fuli creyera su mentira.
-claro, ¿y dónde está el cachorro?-
-ven, te muestro.- agarro a Kaira y comenzó a caminar junto con Fuli hasta donde se encontraba el menor de los cachorros.-ves, está bien.- dijo dejando a la pequeña Kaira en el suelo.-¿verdad que tío Kion los cuida bien pequeña?- Kaira rio ante lo dicho por Kion y mordió una de sus orejas tironeándola.- ¡Auch! ¡Duele!-
Fuli rio.- creo que el tío Kion se lo merecía.-
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One Shots - El Rey León
FanficOne Shots del Rey León y la Guardia del León, basados en imágenes de TLK y TLG. Las imágenes no me pertenecen, créditos a sus respectivos autores.