"¿Me extrañaste, hermanita?"

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Era de tarde, las Praderas estaban tranquilas, y la silueta de una leona se veía en la punta de la roca del rey. La hembra, absorta en sus pensamientos, apreciaba el amplio panorama frente a ella.

Mientras observaba, no podía dejar de preguntarse cómo había llegado hasta ese punto, como había adquirido ese título: "Reina". Así es, ese preciado título que muchas leonas anhelaban poder tener, contrariamente, ella no era una de ellas. Aun así, y aunque haría lo que fuera para dejarlo, no podía. Se había casado con el rey.

-¿otra vez meditando?-

Una vos masculina detrás de ella hizo que volviera a la realidad, giro ligeramente su cabeza para poder ver de quien se trataba, una ligera sonrisa se posó en sus labios al verle... que lentamente se desvaneció volviendo a un estado neutral.
El macho se acercó a donde estaba ella y se sentó a su lado.

-sé lo que piensas.- argumento él, viéndola de reojo. Ella solo dio un pequeño resoplido sin dejar de apreciar el paisaje.- sé que no te agrada ser tratada como reina... Pero... Sabes que un rey no puede funcionar sin una reina.-

La leona carcajeó internamente y luego se giró para verle a los ojos.- pensé que solo servían para dar herederos.-

-sabes que no es así, las cosas cambiaron. Mira, yo sé que esto no te gusta, que preferirías ser una de las cazadoras pero,... Sabes que necesito que me apoyes, mi hermana murió..., tu hermano se fue y yo soy el que debe de continuar en el trono. Por favor Vit.-

Ella suspiró, Kopa tenía razón, las cosas habían pasado demasiado rápido y la manada ya no era la misma. Kiara, la ex reina, había muerto a causa de un deslizamiento intentando ayudar a una cría de gacela. Su hermano, Kovu, al enterarse de la muerte de su amada quedó muy mal, por un tiempo siguió gobernando las tierras solo, pero un día decidió marcharse sin dar explicaciones. Y no hablemos de Simba y Nala.

-lo sé, Kopa. Sé que no es fácil para ti, pero todos aún siguen desconfiando de mí, me tienen miedo.- un recuerdo fugaz paso por su mente, trayendo consigo un pesar en su cuerpo.- ¡tu padre se asustó al verme! ¡Creyó que era Zira!- no quería llorar, pero recordar los grandes ojos rojizos de Simba cristalizados y su rostro de temor hacía que se sintiera horrible.

Kopa poso su pata sobre la espalda de su esposa atrayéndola más a él para luego abrazarla.- Sabes que no puedo hacer nada, Rafiki ya lo dijo, a veces tienen momentos en los que no recuerdan nada y otros en los que sí. Hoy a la mañana, mamá pregunto por Kiara, no sabía qué decirle, así que.. Solo le dije que estaba en el manantial.- Kopa frotaba su pata por la espalda de Vitani mientras intenta no llorar, sus padres tenían lo que Rafiki denominaba como "Alzheimer" una enfermedad que afectaba su memoria.

Vitani cerró los ojos dejando ver una leve sonrisa triste para luego soltar un suspiro ¿Quién diría que las cosas se complicarían en tan poco tiempo? La leona abrió los ojos posando su vista en las Lejanías, tanto tiempo había pasado desde la última vez que había estado allí, más ahora algo extraño parecía estar sobre ellas, nubes negras posaban sobre el desértico lugar.

-mira Kopa.- advirtió ella, señalando el lugar.- ¿nubes de lluvia en estación seca?-

-qué extraño.- medito él viendo lo que su esposa le indicaba.- ¿deberíamos ir a ver?-

-creo que sí, y de paso les avisamos a los animales que se refugien.- agrego ella. Kopa asintió y ambos bajaron por la roca hasta el lugar acordado.

.........

Kopa y Vitani llegaron a los límites del reino, todo se encontraba como de costumbre, seco, sin mucha vegetación rodeando la entrada de las Lejanías. Frente a ellos las grandes nubes de tormenta avisaban que pronto lloverían, por suerte ya habían avisado a la mayor cantidad de animales que buscaran refugio.

Ambos se miraron confundidos, se veía normal, pero la atmosfera que los rodeaba no era nada familiar. Los dos leones notaron la bruma que había bajo sus patas, eso no era nada bueno, dieron unos cuantos pasos más y luego se detuvieron, Vitani se encontraba delante de Kopa quien miraba el panorama con cierto temor.

Un extraño crujido se escuchó detrás de unas cuantas rocas apiladas-¿Quién anda ahí?- pregunto la de ojos violáceos con cierto enfado.

Una risa un tanto grave se oyó para luego mostrar entre las sombras a una silueta parecida al de una leona quien poco a poco se acercaba a ambos.- me extrañaste, hermanita.- dijo la silueta al ser descubierta por los dos enamorados.

La cara de Vitani se desfiguró por completo ¡¿No podía ser cierto?! ¡¿Ella no podía estar ahí?! Pero era cierto, la leona de ojos azules que se encontraba frente a ella era real, demasiado real. -¡¿Qué se supone que haces aquí?!- reclamo ella.- ¡fuiste desterrada por Zira! ¡Vuelve de donde viniste y no regreses!- sentencio Vitani.

La extraña leona volvió a reír, pero esta vez con mayor fuerza, después hablo.- Zira ya no existe, Tani.- Vitani mostró los colmillos con ferocidad, no permitirá que su hermana vuelva a hacerle daño a los que ella quiere.- y tú pronto dejarás de hacerlo.-

One Shots - El Rey León Donde viven las historias. Descúbrelo ahora