Día 20: Firem

87 9 227
                                    

Shikamaru corría por aquellos infernales corredores, abría de puerta en puerta, pero nada, ni un rastro de ella.

- Temari!! Temari!!- gritaba el Nara sin parar de buscar y buscar, ni siquiera le importó casi ser atravesado por una lanza cuando abrió imprudentemente una de las puertas. Afortunadamente, estaba tan adrenalizado que la esquivó sin problemas. Siguió corriendo hasta que, sin querer, pisó algo y un ruido que le pareció conocido emergió desde el final de aquel pasillo. El Nara, por acto reflejo, se pegó a la pared para esquivar la enorme roca que apareció con la intención de arrollarlo. Su pulso estaba acelerado, sabía que estaba siendo imprudente, más aún el haberse metido a los corredores completamente solo, pero qué caso tenía lamentarse? Además, poco le importaba, ya que lo único que tenía el pelinegro en su cabeza era salvarla.

- Ahhh!!- se oyó una voz femenina atrás de él. Shikamaru se volteó de inmediato y se puso en alerta.

- Ino estás bien?!- aquella era la voz de Chouji.

- Sí, sí, lo estoy.- definitivamente esa era la voz de Ino.

Shikamaru fue de inmediato hacia la fuente de las voces y se reunió con sus amigos.

- Qué están haciendo aquí?!- les preguntó el Nara.

- Pues lo mismo que tú!- le dijo la rubia de Konoha.- Vinimos a rescatar a Temari y Matsuri.

Shikamaru miró a su amigo Chouji, quién asintió con decisión.

- Bien, andando!- expresó el Nara, mientras seguía avanzando por aquel pasillo seguido de Chouji e Ino, no era tiempo de discutir sino de actuar, ya que Temari lo necesitaba.

000

Tsubasa y Kenjiro habían llegado a una especie de sótano lleno de artilugios. El Nekosaki comenzó a mirar por si encontraba algo útil, pero la rubia estaba ansiosa por seguir adelante, lamentablemente, no había otro camino para seguir, por lo que tendrían que devolverse.

- Wow! Mira Tsubasa! Está la colección completa de "La Guerra del Infinito"! Para qué verla en película si la puedes leer en cómic?!!- el castaño había encontrado una caja llena de revistas de Marvel.

La rubia rodó los ojos por el infantilismo de Kenjiro, por lo que se limitó a buscar una salida y la encontró.

- Kenjiro, ven!- le ordenó la joven.

El muchacho se acercó hacia dónde estaba la rubia para notar una pequeña escalera que llevaba hacia una puerta doble completamente cerrada, pero podía oír el viento correr detrás de éstas. Tsubasa quitó el pestillo de inmediato y abrió las puertas de par en par hacia afuera. Los dos jóvenes no podían creer lo que veían... Al final, todo era cierto, estaban fuera de la mansión. Se podía ver el cielo estrellado sobre sus cabezas y un enorme patio lleno de pasto y árboles, y a lo lejos se alzaba un enorme muro que tanto Tsubasa como Kenjiro dedujeron que sería imposible de trepar, estaba demasiado alto.

- No puedo creerlo...- expresó el muchacho.

- Pues creelo!- dijo la chica esperanzada.- Mira eso!

La rubia apuntó hacia algo que parecía una cochera y comenzó a avanzar hacia ésta.

- Tsubasa espera!- el castaño la agarró del brazo.

- Qué rayos te pasa Kenjiro?!!- le gritó la rubia.

- Shhh! Baja la voz! Qué no recuerdas lo que dijeron Shikamaru y Temari? Lo de los robots?- dijo el chico con cautela.

40 días y 40 noches.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora