DÍA 0...
Abrió sus ojos para ver una luz frente a él. El joven enfocó su vista para notar que aquella luz provenía de un foco colgando del techo. El muchacho se reincorporó, su cabeza le dolía un poco, pero supuso que era por la posición en la que había permanecido en su inconsciencia.
"Dónde rayos estoy?" Pensó el joven y empezó a tratar de hacer memoria, pero lo último que recordaba era que pronto sería período de exámenes y que se dirigía a la casa de Tenten a estudiar juntos. En ese momento, el muchacho se palpó los bolsillos para percatarse de que le habían hurtado su celular y su billetera, incluso las llaves de su departamento. Con algo de nerviosismo y confusión, comenzó a mirar sus alrededores para notar que detrás de él había una puerta, la cual intentó abrir, pero estaba completamente cerrada.
- Hay alguien ahí?!!- gritó el joven mientras golpeaba la puerta para ver si alguien lo escuchaba.- Auxilio!! Estoy atrapado!!
Puso su oreja en la puerta para tratar de escuchar algo, pero no se oía ni un alma. Observó atrás de él, estaba en medio de un lúgubre pasillo con un mísero foco de luz que iluminaba el lugar. Al fondo había una especie de cortina de plástico que, al parecer, guiaba hacia otra habitación. El joven comenzó a ir hacia ésta con cautela y al atravesarla se halló frente a otra puerta la cual tenía un mensaje.
HORA DE LA CONFRONTACION, ROCK LEE.
El pelinegro sintió un escalofrío recorrer toda su espalda. Qué clase de broma enferma era aquella?! Pudo notar arriba de él una pequeña cámara de video.
- Muy graciosos!!- alzó la voz Lee, pero nadie le respondía.- Ya fue suficiente muchachos!! No es divertido!! Me querían cagar de miedo? Pues lo lograron!! Ustedes ganan!!
Lee miraba la cámara y esperaba que alguien le abriera la puerta o algo, pero tal cosa no ocurrió. Se devolvió hacia la otra puerta y comenzó a patearla, pero nada, la puerta era de acero firme.
- Maldición!!- exclamó el chico volviendo hacia la cámara.- No voy a cruzar esa puerta me oyeron?!! Abránme la otra puerta, no me agradan este tipo de bromas chicos!! No les voy a seguir el juego!!
El joven se sentó en el suelo frente a la puerta con aquel mensaje. No es que no tuviera sentido del humor, pero las bromas pesadas nunca habían sido de su agrado y eso era porque, en su infancia, siempre le habían hecho bullying, y cosas como encerrarlo en lugares lúgubres hasta el otro día que lo encontraban los profesores, era algo que había generado un gran trauma en él.
Pasaron 10 minutos y nada.
- Ok...- Lee se levantó encabronado.- Quieren jugar?! Pues juguemos entonces!!
El pelinegro pateó la puerta que tenía el mensaje y ésta se abrió de par en par.
Al entrar, Lee vio frente a él a la persona que jamás creyó volver a ver. Reconoció ese cabello naranja y ambos cruzaron miradas. El joven de cabello naranja miraba sus alrededores con algo de temor, pues estaba atado de manos y pies y en su cabeza tenía puesto una especie de dispositivo que Lee no supo ni cómo describir, ya que la situación en la que estaba Juugo pasó a un segundo plano en el minuto en que se miraron a los ojos. La puerta tras Lee se cerró, pero eso no lo distrajo de seguir mirando al joven.
- Se puede saber qué rayos haces?!!- le gritó el pelinaranja.
Lee no le respondió. En aquel minuto solo actuaba por instinto y se acercó a Juugo para observar que tenía colgada una nota en su cuello. El pelinegro se la sacó y leyó lo que decía. Juugo sólo lo miraba confuso, intentaba hacer fuerza para zafarse, pero era inútil, sus extremidades estaban firmemente atrapadas en aquellas trampas.
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40 días y 40 noches.
Hayran KurguUn grupo de jóvenes despiertan en una enorme mansión sin saber el como llegaron allí... Al intentar salir se dan cuenta que todas las puertas y ventanas al exterior están selladas... Una voz en el altoparlante les advierte que no salgan... Lo peor d...