Jennie hizo una mueca extraña al ver la espalda de Lalisa con varios chupetones en su cuello y rasguños, marcas que hizo con sus uñas. Se acercó sigilosamente a ella y acarició esas marcas. La castaña volteó a verla, sonriendo, y su cuello estaba igual o más marcado, lleno de mordidas y varios rasguños. Elevó sus cejas en señal de arrepentimiento.
— ¿Qué? — Otro beso, sujetando su cintura.
— Te marqué mucho, perdón. — Lalisa logró agacharse hasta llegar a su cuello, y dejó un chupetón, haciendo gemir a Jennie.
— Ya estamos a mano.
La mayor la atrajo para volver a darle otro beso, arreglando la camisa que se acaba de poner. Jennie le sonrió, viendo su cuello.
— ¿Vas al hospital? — La castaña asintió —. Vamos a mi casa para poder darte una camisa de cuello de tortuga, amor.
— Amor, amor, amor. — Sonrisa torpe, y otro beso. La castaña asintió, dando otro beso. Tal vez tenía algo con los beso —. Oh, no. ¿Estás muy ocupada? Tienes mucho trabajo...
— Puedo pedirle a mi asistente que me pase las llamadas a mi teléfono, hoy es miércoles, los miércoles no hay muchas cosas que hacer. — La menor suspiró.
— Me gustas.
Jennie abrió sus ojos, nerviosa evitó mirar a Lalisa, y comenzó a caminar por toda su oficina, haciendo reír a la menor. La alcanzó, sujetando sus manos y volvió a besarla.
— Dijiste que nos conozcamos. — Jennie aceptó el beso, entre piquito y piquito habló —. Tú igual me gustas a mi, Lalisa.
— Tengamos una cita.
— ¿Dónde?
— En el hospital, hay una cafetería lujosa ahí, ¡¿sabías que hay un Club Sándwich?! ¡En el otro hospital apenas y había galletas! — Jennie sujetó sus mejillas, y la volvió a besar. Le encantaba besar a Lalisa, tal vez por eso estaba besándola tan seguido.
— Vamos a casa a ocultarnos estas cosas y luego vamos a comer al hospital, ¿sí? — La castaña asintió, sonriendo, y entrelazó sus manos, saliendo de la oficina.
— ¿Qué quieres comer? Nunca he comido en el Club Sándwich, pero también hay hamburguesas, hay de todo ahí. Ayer fui a comprar algo para Krystal pero, no sabíamos qué comprar, ¡hay tantas cosas! Más que en el restaurante.
Pulgares acariciando el dorso de su mano, Jennie la miraba y escuchaba atenta, sostenía su bolso y solo se concentraba en el rostro sorprendido de la menor mientras le explicaba el menú, aunque ella ya lo hubiera visto. Todo sonaba nuevo si provenía de Lalisa.
Jennie de verdad sentía ese enamoramiento con la menor, y se sentía agradecida de que ella también lo estuviera. Su estómago se alborotaba con cada toque de la castaña, cada acción suya, palabra, de todo. Sentía que estaba en la luna, haciéndola sentir algo mal por sentirse así tan rápido, pero recordaba que la castaña se sentía igual, sentían las mismas cosas, y debían darse una oportunidad.
Debían conocerse mejor, y eso iban a hacer, o estaban haciendo.
Escuchar en todo el camino las anécdotas de Lalisa, su fanatismo por Big Bang, su boyband favorita en siglos, o cuando le contó que un día había caído de quince escaleras y solo se le cayó un diente. Le gustaba escucharla.
— ¿Y qué me dices de ti? — Jennie aflojó su cuello de tortuga, pensando en algo interesante sobre ella.
— Mi mamá saltó de un paracaídas mientras estaba embarazada de mí. — La castaña solo rió, y se acercó, depositando un beso en su mejilla.
— Ahora cuéntame algo de ti.
La mayor se removió en su asiento, moviendo sus pulgares en el volante.
— Me gusta comer helado, mejor si es de leche. No suelo compartir, y puedo pasar horas sentada en mi sala solo comiendo helado. Solo eso, ¿sabes? — Lalisa solo la miraba a los ojos, incitándola a que le cuente más —. Me gustan los gatos, son los seres más perfectos, y no otro animal. Me gusta ver videos de restauraciones y limpieza para relajarme, y me gusta cocinar especialmente comida coreana. — Llegaron al hospital, Lalisa sólo estaba pegada a ella, sonriendo.
No se esperaron encontrar a WheeIn en la cafetería, pero ella las saludó. Sus ojeras desaparecieron, y se veía más juvenil. La mayor alzó sus labios en una sonrisa.
— ¡WheeIn!
— Hola, Jen. — Un beso en su mejilla, y la pelinegra la abrazó, acariciando su espalda —. ¿Lalisa fue a darse su sa-lu-di-to?
Labios abultados, simulando besos y manos abrazando su cuerpo, sonrojando a ambas.
— Nah, fui a recogerla para venir a comer, la extraño, es mi novia.
— En efecto, fuiste a re-cogerla, Jennie está cojeando y tú tienes varios chupetones en el cuello. — Una risa, y después volteó a ver a la pelinegra —. Lamento el lenguaje vulgar, Jen, pero el chiste funcionaba aquí.
— Lo entiendo, pero... — Rostro que fue al pecho de la menor, ocultando su gran sonrojo, y ambas Manobal rieron, haciendo reír a la otra —. Supongo que HyeJin mejoró, ¿no es así?
— Sí, realmente mejoró. El hospital está dando esperanzas de que no volverá a decaer, y estoy... tan feliz, relajada, como no he estado en años. — WheeIn la volvió a abrazar, agradecida con la mayor —. Gracias en verdad por todo lo que has hecho, Jennie.
La abrazó con fuerza para luego separarse, y dijo que iba con HyeJin. Las otras dos aprovecharon para tener su cita.
gracias por leer!
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Little bunny - 𝑙𝑚𝑏. 𝑘𝑗𝑛 𝅄
Fanfic𓏳⠀❝Bajo el contrato, Lalisa Manobal, alfa, tiene que atender por una semana de cada mes a Kim Jennie, omega.❞ ⠀⠀⊹ adaptación autorizada. ⠀⠀⊹ todos los derechos a @hyunfrogs. ⠀⠀⊹ omegaverse, lenguaje soez, smut. ⠀⠀⊹ lalisa g!p + top % jennie bottom...