5

236 38 10
                                    

—¿planeas salir todas las vacaciones con Felix?—su padre preguntó cuando llegó hambriento de la residencia del rubiecito. 

Se llenó la boca del arroz frito que había hecho y asintió un poco dudoso—depende, Felix trabaja y va a la academia, no está libre todos los días como yo. 

—¿por qué no compraste unas pizzas y comiste con él? no es muy caballero de tu parte irte antes de la cena para no invitar. 

—Felix no cena, habría sido incómodo comer solo. 

Su padre le miró extrañado, pero no dijo nada más y honestamente, Seungmin creía que era lo mejor, no quería decirle que Felix comía cosas como sándwiches de premezcla y rellenos de escabeche de berenjena, no es que fuera raro, probablemente muchas otras personas también comían eso, pero su padre no y eso rompía lo cotidiano de los Kim, y no quería que su padre señale que Felix era raro porque no lo era.

Dudaba incluso que Felix comiera pizza, podía ver su expresión espantada diciendo "mucha harina, mucha grasa".

A partir de ese día comenzaron a intercambiar canciones que querían que el otro escuche, Seungmin acordó acompañar algunos días a Felix a su academia, el rubiecito quería que le viera bailar y Seungmin dedujo que era demasiado importante para él, así que no se molesto en hacerle más preguntas. 

Los días estaban realmente fríos, Seungmin podía notarlo en el ambiente, pero sobre todo por la naricita rojita de Felix cuando le fue a buscar al trabajo, el chico rubio salió tan abrigado que parecía una bola de nieve, tenía un abrigo acolchonado que se veía cálido, pero exageradamente grande. 

Al verlo, Felix corrió hacia él con los brazos extendidos y aunque Seungmin no era una persona de abrazos, por Felix, él se convirtió en una.

Extendió los brazos y lo recibió lleno de entusiasmo, haciéndolo girar alrededor y sacándole una carcajada.—¡me mareo! ¡me estoy mareando, Seungmin!—chilló el rubiecito, mirándolo lleno de amor. 

Seungmin sonrió tímido y lo dejó sobre el piso nuevamente, todavía no se habían besado, pero estaba anticipándolo con ansias—¿cómo te fue hoy?

—bien, ya sabes que la biblioteca siempre es silenciosa y tranquila—murmuró divertido, tomándole de la mano. 

No se habían besado, pero ya se tomaban de la mano y eso era tan jodidamente empalagoso para el corazón de Seungmin, no se quejaba ¡lo adoraba!—eso es bueno, así no te cansas tanto. 

—hoy no habrá nadie en mi salón, le pedí a mi tutora si podía tener un estudio solo para mi y dijo que sí, debido a las vacaciones—rio travieso—así que prepárate para dos horas intensas solo viéndome. 

—bueno, no creo que sea algo malo. 

—así que te gusta lo que ves—juguetón, Felix le guiñó y Seungmin le sonrió, admirando su bonito rostro, pero no olvidaba la ausencia de las pequitas, eran parte de su encanto incluso si trataba de que nadie supiera sobre ellas. 

—pensé que era bastante obvio. 

Ambos rieron y caminaron tomados de la mano, de acuerdo al pronostico, hoy nevaría, pero no decía en que horario exactamente lo haría. 

—¿comiste?—le preguntó, Felix asintió y Seungmin no indagó más en ello. 

La academia a la que Felix asistía era bastante elegante y parecía costosa, Seungmin se sintió fuera de lugar al entrar, el portero le saludó con entusiasmo al rubiecito y le dedicó una mirada curiosa, pero no mencionó nada. 

—¿las clases son costosas?—Seungmin se vio a sí mismo y Felix en el reflejo del espejo en el ascensor, no pudo evitar pensar en lo hermoso y adorable que se veía el rubiecito. 

Migajas SeunglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora