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Pensar que el amor es un cuento de hadas es absurdo, más allá de que ambas personas estuvieran perdidamente enamoradas y dieran todo por el otro, es imposible separar una relación de las vivencias de las personas que la componen. 

Seungmin nunca se había considerado a sí mismo una persona insegura, pero descubrió que podía sentirse inseguro respecto a lo que las personas podrían a llegar a pensar de él saliendo con Felix, eran diferentes y era notorio, no utilizaría una frase cliché como "los opuestos se atraen o los opuestos se complementan" porque ellos no necesitaban que nadie los complete y tampoco eran opuestos, solo eran distintos y en sus diferencias se adaptaban, sin embargo, le inquietaba lo descoordinados que podían llegar a ser. 

—no puedo creer que las vacaciones se hayan pasado tan rápido, no quiero dar exámenes—Felix dijo mientras tomaban asiento en un parque, todavía había un poco de nieve alrededor, y llevaban un mes conociéndose. 

Seungmin suspiró—tengo que prepararme para dar un examen de gramática, van a ser días estresantes. 

—lo sé, será difícil no poder vernos todos los días—la expresión del rubiecito se vio preocupada y Seungmin no pudo evitar reír. 

Le gustaba como Felix siempre parecía alarmado de perder contacto con él ¿era por qué quizás todavía ni siquiera habían dado un paso más en su relación?—tal vez no podamos reunirnos a tirarnos a la cama juntos, pero puedo pasar a saludarte a tu trabajo todos los días ¿cierto? 

—sí, pero no es lo mismo—murmuró, haciendo un pucherito. 

—Felix —tragó saliva y tomó la mano del rubiecito—¿qué piensas sobre mi? 

Felix parpadeó curioso, mirándolo a los ojos—¿qué pienso sobre ti? me gustas—simplemente respondió—me gusta cuando te ríes de mi, la manera en que—avergonzado y ruborizado, Felix sonrió y negó con la cabeza—me gusta el destello de inocencia y travesura que hay en tus sonrisas, es inesperado, hay personas que tienen risas de telenovela, pero la tuya es genuina, me gusta eso, y me gusta que siempre sepas muchas cosas, como la...¿lamprea? ni siquiera sabía que eso existía, es sumamente asqueroso, pero es interesante. 

—¿mi risa es genuina?—Seungmin rio, mordiendo su labio inferior, no podía creer que Felix hubiera dicho eso con lo que mucho que le había costado empezar a reírse con los brackets puestos. 

 —todo de ti es genuino. 

Aunque en él habían crecido inseguridades que no sabía que podrían aparecer por el simple hecho de estar enamorado, Seungmin nunca se considero a sí mismo alguien que huía de algo que le gustaría hacer, así que sacó de su bolsillo una carta junto a un pequeño chocolate en forma de moneda. 

Habría querido comprarle una caja de bombones, pero eso seria cruel. 

—¿qué es esto?—Felix tomó la carta y el chocolate, guardándolo en su bolsillo, él solo prestó atención al sobre, abriéndolo y mordiendo su labio inferior. 

"¿Te quieres casar conmigo?"

Seungmin se cubrió el rostro y Felix empezó a reír en voz alta, ambos sintieron sus rostros calientes, la risa destartalada del rubiecito espantó a las aves mientras intentaba calmarse, arrugando el papel contra su pecho. 

—¡¿no es esto demasiado rápido?!—preguntó divertido, mirándolo lleno de cariño. 

—sí, yo solo quería ser un poco gracioso al respecto, tu querías que te quede una oportunidad en nuestra primera cita—se defendió, ruborizado y contento de haberlo hecho reír. 

—eso quiere decir que... ¿quieres ser mi novio?—los ojitos oscuros de Felix brillaban y Seungmin no pudo hacer más que admirarlo. 

—sí, no creo que pudiera querer otra cosa—admitió, porque siempre supo que nunca podría ser solo amigo de Felix. 

Migajas SeunglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora