Migajas Seunglix

13.

Tal vez nunca comprendiera las heridas de su corazón, es posible que nunca pudiera conocerlo como deseaba hacerlo, incluso si pasas toda tu vida con una persona, es normal que jamás la termines de conocer.

Dicen que tenemos varias personalidades, la que mostramos a unos, a otros, la que se ve sin que nos demos cuenta, la que los que nos aman crean por nosotros, la que los que nos detestan crean, la que existe cuando estamos solos.

Tantas versiones de uno mismo que es difícil siquiera mirarse al espejo y ver algo real.

Así que podía entender perfectamente la despersonalización que Felix estaba sufriendo, temía por él, pero confiaba en él, podía verse frágil y serlo, sin embargo, Seungmin sabía que también podía ser muy fuerte.

Solo necesitaba un hombro en dónde apoyarse y Seungmin se lo daría, sería el pilar en dónde pudiera recargarse cuando estuviera cansado, perdido o simplemente tan destruido que ni siquiera pudiera mantenerse por sí mismo.

Pero estar con una persona emocionalmente inestable implicaba una serie de sustos a los que uno nunca terminaría por acostumbrarse.

Felix se quedó a dormir el fin de semana, él lucía bastante bien e incluso se comió toda la comida, el tono de su piel estaba mejor, las ojeras empezaban a desaparecer lentamente, hasta su cabello rubio se veía más sedoso y suave.

No esperó una llamada del hospital la mañana en qué se separaron para ir a sus respectivas clases.

"¿Seungmin? ¿Puedes hablar?" Una voz femenina preguntó.

El chico alto salió de su clase y fue hasta el pasillo "sí ¿Quién habla?"

"Llamo desde el centro de salud" al escucharla, Seungmin ya supo que se trataba de Felix, bajó la mirada y se formó un nudo en su garganta "lo trasladaron hace unos minutos desde la universidad, te llamamos porque dejaste tu número en caso de emergencia, él está bien, solo se desmayó, pero por la caída se cortó un poco la frente, lo observaremos unas horas y—".

"Llegaré en quince minutos, gracias por llamar" susurró.

Papá: estarás bien? [10:45 a.m.]

Seungmin volvió a entrar al salón y recogió sus pertenencias, no demoró en tomar un taxi hacia el hospital. No tenía nada en mente, no se sorprendía, pero tampoco estaba seguro de qué debería pasar por su cabeza.

Cuando llegó allí vio a Hyunjin sentado en el pasillo, él sostenía sus cosas y a un lado tenía las pertenencias de Felix.

—estabamos practicando—él dijo apenas le vio—estaba girando y se pronto se cayó, se golpeó con uno de los tubos—él lucía conmocionado, posiblemente nunca le hubiera visto así, Felix escondía muy bien su condición.

—estará bien—aseguró Seungmin mientras tomaba el bolso de Felix y sus zapatillas—no es la primera vez que ocurre, te pediré si puedes mantener algo de discreción, estás cosas lo ponen sensible.

Hyunjin asintió repetidas veces—lo haré, no mencionaré nada, pero toda nuestra clase lo vio, estoy preocupado por él, no quiero que piense que los demás hablarán de él, no lo harán.

—está bien, no te preocupes y—Seungmin no quería sonar frío ni mucho menos como un novio posesivo, pero comprendía lo que sería lo mejor en este momento—no es necesario que te quedes esperando para verlo, no querrá ver a nadie, necesita espacio en este tipo de situaciones.

—comprendo—el bailarín bajó la mirada e hizo una mueca—nunca quise presionarlo así.

—no lo presionaste—Seungmin recordó la conversación que había oído, que Hyunjin sabía que había escuchado—tal vez solo no fue lo apropiado, pero no tenías cómo saberlo, hasta hace poco yo tampoco lo sabía.