Los señores Park literalmente no sabían que hacer.
Estaban demasiado shockeados, emocionados, nostálgicos, ya que la herida que habían tratado coser con mucho dolor había vuelto a ser abierta, pero esta vez para sanar correctamente.
Su hijo, su amado hijo ¿había vuelto? ¿De verdad? ¿Su pequeño mochi?
—Oh, Dios mío.. —musitó la señora Park con la voz quebrada, y se echó a los brazos de su esposo, llorando desconsoladamente.— por fin, nuestro JiMinie..
—Por fin tenemos a nuestro JiMinie de vuelta, mi amor..
La pérdida de un hijo nunca se superaba, y ambos padres habían probado de ese bocado tan amargo desde hace dos años, y aunque ya habían salido de aquella etapa tan oscura, les había seguido doliendo. Pero ahora que TaeHyung les había dado aquella noticia, no cabían en sí de la emoción y la felicidad de volver a ver a su hijo. A pesar de que les había dicho también que no era el mismo de antes físicamente, a ellos solo les importaba ver a su hijo de una sola pieza. También le hicieron caso en cerrar las cortinas de las ventanas para que no se viera nada de adentro.
Tocaron el timbre de la puerta, y ambos se precipitaron sobre ella, abriendo inmediatamente y encontrándose con cuatro personas, entre ellos dos que no pudieron reconocer. Cuando posaron su vista en uno que iba completamente cubierto y su mano enlazada a la del doncel que no reconocían, se obligaron a mantener la compostura, como les había dicho TaeHyung porque al parecer estaban siendo vigilados.
—¡Ho-hola! —saludó el señor Park con la voz temblándole, sin poder apartar la mirada del hombre al lado de JungKook, carraspeó.— ustedes deben ser los amigos de TaeHyungie. Que alegría volver a verte a ti también, YoonGi.
El doncel hizo una reverencia y les sonrió a los señores, aquellas personas eran como sus suegros.
—Igualmente, señor Park.
—¿Por qué mejor no entramos? Hace calor afuera. ¿Les gustaría una limonada de coco con hielo?
—Nos encantaría, tía —dijo TaeHyung con una sonrisa emocionada.
Los cuatro pasaron, se quitaron los zapatos y entraron en medias a la hogareña casa. JiMin se encontraba llorando, ver a sus padres, escuchar sus voces de nuevo y resistirse a lanzarse a abrazarlos estaba siendo demasiado difícil, por lo que en cuanto su madre cerró la puerta se lanzó a sus brazos, su gorro pescador cayéndose en el proceso y quitándose el cubrebocas finalmente.
—Ma-mamá.. —dijo con la voz rota, y finalmente los señores Park se quebraron.
El señor Park se apresuró a abrazar a su hijo, que aunque tenía el cabello de un azul vibrante y unas cosas extrañas en las mejillas (el maquillaje se le había corrido con las lágrimas), aquel era su pequeño mochi sin lugar a dudas.
—Oh, mi amado hijito... te extrañamos tanto —dijo la mujer vuelta un mar de lágrimas, apretando a su hijo, sin poder creerse que de verdad lo tenía en sus brazos otra vez. Su esposo estaba igual que ella, acariciando su cabello y sin querer despegarse de aquel anhelante abrazo.
JungKook apretó los labios, sintiendo las lágrimas recorriendo sus mejillas por la nostálgica escena. Se pasó las manos por los ojos, limpiando su cara de las lágrimas y esnifando. TaeHyung estaba igual, hasta que no pude evitar el impulso de unirse al abrazo, llevando a YoonGi y JungKook consigo. Así fue como los seis terminaron en el abrazo grupal. Llorando hasta que se calmaron.
—¿Y-y JiHyun? —preguntó JiMin mientras su padre le secaba las lágrimas, sintiéndose dichoso de poder ver su cara de nuevo, sonriéndole.
—Está en la uni-versidad, llegará en una hora más o menos.. —dijo la señora Park, hipando levemente.
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Animalia en corea ✧ JIKOOK
FanfictionJungKook se ve atrapado en una situación completamente inesperada que nunca jamás en su existencia pudo llegar a imaginar. Fan de la aventura y los animales salvajes, este doncel de veintiséis años se ve rescatando a un híbrido de una víbora de un c...