2.

962 70 33
                                    

- Hay estaba, con un nudo en la garganta,  mirando a su maestro, quien no dejaba de mirarlo sorprendido, sentía morirse en esos momentos, la seriedad del ambiente la sentía pesada, pero su padre se encargo de romperla -

—¿Que te ha llevado a tomar esa decisión, Miguel Ángel?—


- Cómo si hubiera esperado esa pregunta, respondió de forma automática, pero estaba acostumbrado a hacerlo cuando su padre le decía su nombre y no "hijo" -

—Mis hermanos Sensei...—


—¿Ellos han hecho algo en tu contra, te han herido de alguna forma?—


-Sabe que es un asunto serio, cuando su padre no le dice de forma cariñosa sabe que es serio, tiene su atención-

—En mi contra no, sin embargo sensei, me han herido física, emocional y mentalmente, me siento agotado, requiero de un cambio—


-Ver a su sensei a los ojo, lo hizo flaquear, la seriedad de su rostro y saber que cosas conlleva lo carcome-

- Miguel Ángel no era un santo, aparentaba ser uno, su sensei muchas veces lo agarro en medio de alguna situación, el había probado drogas solo dos veces cosa que termino por decir no, alcohol no le gustaba el sabor pero solía tener una botella en su habitación por si las dudas, había tenido sexo a los 13 con una prostituta borracha, solo la había ayudado a levantarse una noche que salió de incógnito y la mujer lo había agarrado, tampoco es que se quejara, le había gustado, no se había cuidado pero 'agradablemente' la mujer había fallecido a causa de un.. accidente veicular, iba pasando la calle y un auto la había atropellado...se entero en las noticias...y si le decimos noticias, era que lo había visto no desde el inicio, pero vio a los reporteros llegar, así que no tuvo ningún descuidó -

- Había torturado, descuartizado, degollado, asesinado, a personas y mutantes por igual, su sensei lo sabía, incluso de pequeño lo mandaba a vigilar apenas aprendió a usar diferentes armas, aunque se quedaba con los nunchakus, las armas de filo eran sus fuerte, pero cuando lo hacía sin que lo mandará le explicaba sus motivos así que lo dejaba pasar, pero le había hecho prometer que solo sería ocupado en una situación delicada ese comportamiento -

- Pero eso era otra historia, una de la que jamás se enterarían los demás, ni los más cercanos a el lo sabrán, así como no sabrían nunca de su secreto íntimo, su sensei solo suspiro, sabía que un día su hijo ya no podría aguantar con la carga de ser el soporte de la familia, pero tampoco tenía un plan de emergencia, podría romper la armonía si no tenía cuidado con su propio hijo -

— Muy bien hijo mío, si esa es tu decisión, la apoyaré —


- Miguel Ángel estaba casi apunto de saltar de alegria pero por la forma de hablar de su sensei se contuvo colocando una cara sin expresión -

— ¿Pero? —


- Se atrevió a preguntar ganando una sonrisa pequeña del mayor, pero no duró mucho y volvió su rostro serio -

— Pero debo decirte que no podrás decirles a tus hermanos hasta que ellos lo descubran, de una forma u otra —

- Trago en seco, no tenía planeado decirle a los chicos algo, pero aún así le hizo ruido que tampoco de los podría decir libremente, esa había sido a condición cuando lo entrenaba de pequeño y por la cual lo había dejado no sabría que decir si lo llegaban a ver "Hola chicos, saben el sensei me entrena desde niño por qué soy mejor que ustedes, y soy su arma letal"...una realidad, pero no podría -

𝓔𝓵 𝓬𝓸𝓶𝓲𝓮𝓷𝔃𝓸 𝓭𝓮𝓵 𝓬𝓪𝓶𝓫𝓲𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora