¿¡You Are Top!? - Minayeon

07

— Bien. ¿Qué se supone que debo hacer?

La mayor tomó sus manos y la ayudó a estirar con el rodillo la masa para galletas. Nayeon recordó su infancia, cuando su madre solía hacer lo mismo pero ella sólo estaba concentrada en comerse un poco de la rica masa. Ahora no, ahora Nayeon presta atención a lo que la Señora Kim le enseña.

— Es sencillo. Solo debes tener paciencia a la hora de estirar la masa y tener en cuenta que no se pegue del rodillo.

Explicó la Señora Kim mientras ahora se dirigía hacia el horno a sacar el pie de moras que ya estaba en su punto exacto. El dulce aroma llegó hacia las fosas nasales de Im que despertaron un tipo de sensación gustosa para sus papilas gustativas que desearon probar un poco. Pero sabía que no podía hacerlo. Pues su trabajo consistía en hornear, no comer.

— Huele delicioso, Señora Kim. — Comentó mientras se aseguraba de esparcir harina al rededor de la masa de galletas para hacerla más compacta.

La mayor sonrió grandemente.

— Mi abuela me enseñó la receta. De pequeña solía decirme que para mantener a un buen marido había que ser buena cocinera y más si se trataba del postre. Si entiendes lo que digo.

Tal vez Nayeon si entendió o era sólo una mala pensada de primera, pues a lo mejor la Señora Kim se refería al dulce y no a lo que su mente le hizo entender. Pero no respondería.

— Y por las dudas, si, querida. Si hablaba en todos los sentidos. — Sintió una palmadita en su hombro para luego observar de reojo la sonrisita que se formó en el rostro de la mayor. — Y dime, cielo. ¿Ya encontraste a tu media naranja? Una chica tan linda y delicada como tú no debería estar sola a estas alturas.

Nayeon sonrió un poco. Sintiendo su estómago revolverse gracias a lo dicho por la señora Kim.

— Bueno... En realidad. Si, ya tengo a mi media naranja. — Ahora la Señora Kim tomó un molde y lo colocó en la masa para sacar la forma de la galleta, para luego sedarle el trabajo a la muchacha.

— ¿Y quien es el afortunado? — Preguntó mientras buscaba la leche y huevos para hacer la crema del pie.

— Afortunada. — Corrigió Im con un poco de nervios por cómo reaccionaría la Señora Kim.

Pero esta sólo respondió con un "Ah" y se corrigió.

— Entonces. ¿Quién es la afortunada de salir con Im Nayeon, eh?

La nombrada iba a contestar pero otra persona lo hizo.

— Myoui Mina, "el orgullo de la Universidad." — Contestó Dahyun mientras pasaba a buscar más platos y vasos para poner en el negocio.

La Señora Kim alzó las cejas.

— ¿La chica de la feria de la Escuela? — Preguntó la mayor mientras batía la mezcla.

Nayeon mordió su labio y asintió con pena.

— Vaya, eso sí que es sorprendente.

— Si... — Suspiró Nayeon. — Yo tampoco sé cómo esa Princesa se fijó en esta plebeya de tercera. ¡Auch! — Recibió un pequeño golpecito en su brazo de parte de la madre de Dahyun.

— No eres una plebeya, al contrario Nayeon. Eres una preciosa Princesa que encontró su otra mitad. Deja de subestimarte. Eres preciosa; y chicos y chicas morirían por tenerte como su novia. — Un poco de crema fue colocado en la nariz de Im quien sonrió y pronto con una servilleta limpió el resto de crema. — Si te pones a pensar mejor, en si, Mina es la afortunada de tenerte como novia.

— Ay, por favor... Yo-

— Sé lo que digo Nayeon. Mi hija ya me contó el por qué quieres trabajar en mi negocio y eso en serio me conmovió. Eres una muchacha que piensa en la felicidad del otro y eso es más que magnífico. Verás que tengo razón cuando la "mismísima Myoui Mina de los Reyes" — Utilizó una voz chistosa pero de la realeza. — Se arrodille ante ti  y te nombre su Reina.

Nayeon sintió sus mejillas arder, su corazón quiso saltar de alegría por tales palabras. Eso era una sensación muy bonita.

¿Ella? ¿La Reina de Mina?

Si, le gustaba la idea.

— Ahora, vamos. Hay que preparar el chocolate.

Dicho esto, ambas fueron a seguir con su labor de hornear, ya pronto llegarían los clientes y debían estar preparadas.

En especial Nayeon, que hacía esto por la sorpresa preparada para su novia.

Por Mina, su Mina.