Capítulo 45

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20 de marzo.


Mi vida no mejoró mucho en esta semana y días, bah en realidad no mejoró nada, ya no vomitaba, pero tampoco comía y cuando mi viejo me obligaba a comer apenas probaba bocado, él se daba cuenta de eso y cuando estábamos a solas me decía ¿A caso queres embarazarte de nuevo y volver a perder un hijo? Por eso nuestra relación no mejoró ni en mis mejores sueños, seguía peleando con él y llevándome mejor con Luz y obviamente mí hermano. Formamos un grupo muy unido con Francesca, cuando aparecía, Julian, Oriana, Micheille, Eugenia, Mariano, Tincho y obviamente mi hermano de la vida, Francisco, con Peter hablaba por whatsapp, pero no le quería decir de nuestro ex casi hijo, porque me dijo seguía en Carilo, así que seguía disfrutando de sus vacaciones. Decían que el aborto entre otras cosas provocaba depresión y si, en mi caso incrementó, cada vez que salía con los chicos de shopping, a alguna plaza o simplemente a comprar pan y veía a mujeres embarazadas con sus novios, me imaginaba a mí en esa situación con Peter dándome la mano y acompañándome, cuando veía a una pareja con un hijo en brazos era inevitable no imaginarme si así sería mi hijo o hija, definitivamente el mundo me estaba jugando una muy mala broma.


–Permiso, buen día —me dijo una voz que extrañaba mucho.

–Mamá? —Abrí los ojos y si efectivamente estaba aquí conmigo— decime que no es un sueño sino me dopo para seguir durmiendo hasta mañana.

–No mi amor, no es un sueño, te prometí que iba a venir y acá estoy.

–Te vas a quedar para siempre? Sino mentime y dime que sí.

–Sabes que no puedo, pero falta para eso. —Miré la hora en mi celular 6:30 am.

–Para, a qué hora llegaste vos?

–Hace una hora a Argentina, no dormí un pomelo, porque estaba ansiosa y quería ver a mi nena hermosa —me abrazó.

–Te necesité mucho ma.

–Te juro que cuando tu papá me llamó y nos contó a tus hermanas y a mí lo que te pasó nos queríamos venir, pero no podíamos contame de él, qué onda.

–Peter es perfecto, lo amo y siento que cuando estábamos juntos el tiempo no pasaba, me hubiera gustado mucho que lo conozcas, es chico, tiene 17 pero es tan maduro y un niño a la vez, de verdad ma.

–Te enamoraste princesa, te enamoraste en serio y ese hijo que ya no está, estoy segura que dijo no, yo quiero que mis papás estén juntos, así no vengo al mundo, por eso yo sé que ese chico Peter y vos, van a volver y ahí si mi nieto va a venir al mundo.

–Sos lo más ma, pero me quiero ir de acá, ya sé que no puedo vivir fuera del país o de la ciudad pero no quiero vivir más acá en esta casa.

–Levántate y alístate que vamos a solucionar ese tema, te espero abajo!


Me paré de la cama, la abracé de nuevo y me metí al baño, seguía creyendo que el hecho de que mi mamá esté acá era mentira, me bañé rapidísimo, no quería perder un segundo con mi mamá. Cuando salí me vestí, me puse base, porque para variar dormí mal, tomé un bolso, puse mis lentes de sol, mi billetera y unos auriculares por las dudas, mi celular en el bolsillo de mi short, cuando salí de mi cuarto me encontré con Fran, sonreímos, me abrazó y juntos bajamos las escaleras, nos sentamos a tomar desayuno y estaba Martina sentada y Luz saliendo de la cocina.


–Buen día. —Dijo Luz.

–Hola ma. —Saludaron Fran y su hermana en coro.

¿Realmente amor? COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora