Capítulo 33

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–Me explican que pasó ahora —vi por primera vez enojado a David y a Renato- Peter vos primero.

–Yo estaba hablando con Oriana haciendo jugar a Julieta, porque está medio bajón porque extraña su casa y vino mi compañero, me dijo “Sos un maldito buchón pendejo” y me comenzó a pegar y yo no iba a dejar que me pegue y me defendí.

–Es cierto eso Benjamin? —preguntó Renato.

–Eh yo —balbuceó.

–Hice una pregunta, espero respuesta si o no.

–Si, es verdad.

–Ya tenes una sanción por lo de Mariana —le dijo David- Renato sos vos el que tiene la última palabra.

–Te había dado dos semanas ayudando en el comedor a la hora de las comidas, ahora por esta pelea delante de tus compañeras incluyendo Julieta una nena de 9 años, te doy todo el mes, es decir hasta el último día del campamento y además esto será notificado a tus padres o apoderados.

–No! No por favor a mis papás no!

–Lo que hiciste fue una falta gravísima —dijo David.

–Y a él? Él qué va a hacer? —Me jodió.

–Vos Peter vas a estar una semana, es decir desde hoy hasta el martes que viene con la limpieza del comedor antes y después de las comidas es decir, vas a poder comer con tu grupo mas no estar con ellos en los descansos —me dijo Renato.

–Pero él se va a la noche con la novia! —Se quejó Benjamin.

–Tomaré las medidas respectivas —dijo David.

–Ay no! Lo voy a matar, a él y a vos también boludo! —me dijo Lali cuando nos sentamos a cenar.

–A mi por qué? —Le pregunté.

–Porque te tuviste que pelear te dije mil veces que no te metieras en problemas.

–Pero tampoco se iba a dejar pegar —me defendió Oriana.

– ¿Te pregunté algo a vos? —Le respondió.

–Laa, para un poco —le pedí.

–Ok, nos perdimos de algo me parece —dijo Tincho.

–Si, tal cual —agregó Euge.

–No pasa nada chicos —dijo Julian.

Seguimos cenando, yo me tuve que quedar a cumplir mi “castigo”, también le había dicho a Lali que tendría vigilancia por la noche, pero igual íbamos a idear algo para poder vernos aunque sea en la noche.

LaliE: avísame a que hora te dejen de vigilar y nos vemos en la cabaña! TE AMO
PeterL: Estoy terminando en el comedor, dale te amo.

Luego de terminar de barrer y limpiar lo último en el comedor hasta lo del día siguiente me fui a mi cabaña y ahí estaba David, la verdad que era muy cualquiera eso de vigilarme pero bueno de otra no queda.
Era la 1:30 de la mañana y veo que David ya se había ido.
No me dio tiempo de mandarle el mensaje, supuse que estaría en la cabaña, entré lo más rápido que pude y en una de las dos camas estaba ella recostada durmiendo, me saqué las zapatillas y me acosté a su lado.

–Mm qué hora es? —me preguntó dormida.

–1:40, duerme tranquila —besé ligeramente sus labios.

– ¿Mucho trabajo en el comedor? —me preguntó.

–Algo me cansa un poco.

–Eso te pasa por pelearte —me retó- no hagas cosas de nene.

–Claro, lo que vos haces con Ori no es de nena.

–Son cosas distintas —me dijo- yo no me agarré a golpes con Oriana.

–Ya te dije que él fue quien comenzó, si no me crees no puedo hacer nada.

–Y estás enojado porque... —me dijo.

–Porque no confías en mi!

–Mira yo no quiero pelear —dijo parándose de la cama- cuando se te quiten las ganas de joder me avisas —no lo pensé ni dos segundos me paré la tomé del brazo, haciendo que se de la vuelta.

–Sos la única persona con la que no quiero pelear —acaricié su mejilla y la besé, ella pasó sus manos por mi cuello yo rodeé su delgada cintura con mis brazos, ella bajó sus manos y lentamente comenzó a subir mi remera hasta que la sacó, al igual que yo la suya, ella comenzó con los besos en mi cuello, bajando por mi abdomen y luego volvió a mi boca, luego yo hice lo mismo con ella.

–No vale que me puedas siempre —dije cuando estaba recostada en su pecho.

–A mi me encanta que me puedas, más si vamos a terminar así.

–Sos un zarpado Juan Pedro! —le dije- hay que dormir sino nos van a castigar a los dos.

–Si te castigan conmigo podríamos intentar en el comedor no?

–No voy a responder eso! —le dije, nos besamos un rato más y luego si nos dormimos luego de ¿15 minutos? Sonó mi despertador.

–Apaga eso —seguía con los ojos cerrados y yo atrapada en sus brazos.

–Si pudiera juro que lo haría —no sé cómo hice para soltarme y alcanzar el celular, me fijé la hora- la puta madre las seis y cuarenta Peter nos van a matar, bueno te van a matar —nos levantamos, nos vestimos, nuestra ropa había quedado por cualquier lado, no sé cómo nos estábamos despidiendo 5 minutos, incluída la cama tendida– te amo –me besó— y no te agarres a las piñas con nadie eh —nos besamos.

–Tranqui, anda te veo en un rato te amo.

Corri a mi cabaña estaba Oriana en zombie mode, hice exactamente lo mismo que todos los días. En lugar de salir de la cabaña como todos los días me tiré a la cama y creo que algo logré dormir, porque la verdad estaba muerta.

– ¿Podes no joderla? —era la voz de Oriana– dejala dormir.

–Vos no la defiendas que ni bola te da, eso de comerte al hermano de tu amiga va contra cualquier código eh —escuchaba a Lola.

–Si hay algún problema entre Oriana y yo lo solucionamos las dos, no necesitamos intermediarias —le dije, sonó mi celular y era Fran, salí a contestar- Hola.

–Lali, me contó Ori —sonaba mal.

–Mira que bueno, ya se cuentan todo como una pareja? Que tiernos —le dije.

–Estás exagerando todo como siempre —me dijo.

–Sos la segunda persona que me lo dice, por qué ella Francisco? Por qué una de mis amigas, sabes mejor que nadie lo que me cuesta hacer amigos y por qué no te pudiste enganchar con una de las estupidas amigas de tu hermana? —le dije.

–Perdón, no sé qué más decir, Lali.

–Chau Fran chau. —corté.

–Si tanto te jode voy a terminar lo poco que tengo con él —me dijo Oriana.

–Hacé lo que quieras —le dije y me fui al comedor.

¿Realmente amor? COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora