Capítulo 19

770 48 15
                                    

Capítulo 19
“Volver a despertar”

Bianca Ferrari.

Escucho voces y también sonidos, siento que estoy acompañada, aún no veo nada, no logro poder abrir los ojos. Mi cuerpo está volviendo a sentirse vivo y mi mente está trabajando o eso intento que suceda.

Quiero recordar.

Pero, ¿Por qué me siento tan débil?

Una resaca quizás.
En alguna fiesta de Italia o tal vez tuve un accidente.

Oh no, me secuestraron y drogaron.

Es eso, no debo despertarme, tengo que hacerles creer que sigo dormida para que no me hagan nada. Aunque si es así, porque mi mente aún no procesa o recuerda porque estoy en este estado.

Tengo que intentar, desde un principio y con datos personales y fáciles de manejar. 

Yo soy Bianca Ferrari, Italiana, mis padres son Dante y Bárbara. Tengo un hermano mellizo llamado Franco.

Franco.

Mi hermano.

Todo llega a mi cabeza como un torbellino.

Robo.

Casa.

Escape.

Mi padre sangrando.

Hombre apuntando a mi hermano.

Abro los ojos de repente.

El susto se apodera de mí de solo imaginar una vida sin él. Estoy en una habitación completamente blanca y escucho el sonido de máquinas médicas, veo a un hombre con bata médica que me observa.

—¿Cómo te sientes, Bianca?

—Franco—solo eso quiero saber.

—Tranquila—me calma—. Tu familia se encuentra afuera, todos están bien, la única herida fuiste tú.

Suspiro aliviada.

—Ahora necesito hacerte algunas preguntas.

Asiento suavemente.

Pasan alrededor de quince minutos en los cuales respondo preguntas al guapo médico que también me revisa y saca sangre de mi brazo para realizar más exámenes.

Al terminar me dice que va a darle permiso a mi familia para ingresar a mi habitación.

Veo a mi hermano frente a mí, sus ojos están rojos igual que su rostro y empapado en lágrimas. Se tira sobre mi cuerpo abrazándome, me emociono  al sentir a la persona más importante de mi vida cerca de mí, pero no se lo hago saber.

Él está bien. Así que nada me impide jugar un poco, solo una broma, prácticamente acabo de despertar de la muerte.

—Bianqui—llora—por favor no vuelvas a hacer eso.

Sus brazos me aprietan más fuerte aún.

—¿Hacer qué? ¿Quién eres?

El último año Donde viven las historias. Descúbrelo ahora