Las calles de Manhattan estaban llenas de gente, siguiendo su rutina completamente normal ajenos a todo el caos que había en mi interior. Mientras yo estoy sentada en este ático viendo las horas pasar.
Todo ha vuelto a su cauce natural. Mis padres han estado muy pendientes de mi. Lo han pasado muy mal con todo lo sucedido últimamente y no es para menos. Les conté algunas cosas, no hace falta darle todos los detalles... es un mal innecesario. Siguen llorando la pérdida de Sasori aunque no se lo merezca.
No tengo corazón para cambiarles la imagen que tienen de él.
Estoy sentada en una mecedora y ahora la pintura blanca llama mi atención. La habitación del bebé está completamente lista. Los dibujos de animales en varios colores le da un toque especial. Por lo que sé, nadie sabe el sexo, solo Leah. Ella me ha contado que Sasuke estuvo varias horas intentando que la habitación estuviera presentable para cuando yo despertara.
La verdad es que quedó preciosa, tiene todo lo que podría querer y más. Cosas que ni sé para que son...
He leído libros, visto documentales y aún no es suficiente para prepararme. Mamá dice que eso es cuestión de intuición así que paso largas horas acariciando mi barriguita y pensando en nuestro futuro.
Unos ruidos me sacan de mi ensoñación y veo a Aiko y a Rin de pie en la puerta.
- ¿Podemos pasar? Traemos comida no muy sana que seguro que te gustará- Aiko es la primera en entrar y veo que trae bolsas y al abrirlas sobresalen botes de helado, bolsas de patatas, mucho chocolate... Por otro lado, Rin trae un plato con galletas y cupcakes recién salidas del horno.
El bebé empieza a moverse y a mí se me hace agua la boca. Si quieren comprarme ya lo han logrado.
- Nos han dicho que estás perfectamente así que una tarde de chicas no te hará daño. Puedes comer lo que quieras mientras vemos una película, hablamos de chicos o nos pintamos las uñas.
- Os agradezco mucho chicas, ni siquiera me conocéis y estáis haciendo esto por mi- lágrimas quieren salir pero las detengo. Últimamente estoy al borde del llanto todo el tiempo pero simplemente lo ignoro.
-Hemos estado contigo hace un tiempo, aunque tú no te dieras cuenta. Así que aquí estamos para entretenerte- Rin me toma de la mano para que me levante. ¿Vamos a tu habitación? Ahí estaremos más cómodas, aquí solo hay cosas de bebé.
Miro a mi alrededor y tiene razón, todo es miniatura pero pensar en ir a mi habitación me da angustia.
He dormido allí desde hace una semana desde que desperté y Sasuke no se ha pasado ni una vez a pesar de que están todas sus cosas allí. Nos encontramos alguna vez en el comedor y me pregunta cómo estoy, cómo está el bebé pero me mira unos segundos con esa mirada indescifrable y luego se marcha.
- ¿Qué pasa? ¿Te duele algo?- Aiko me pregunta preocupada, seguro que vio algo en mi cara, un reflejo de lo que estoy pensando.
- Tranquila, estoy bien. Sólo estaba pensando que Sasuke podría volver y molestarle.
- ¡Tonterías! No hay nada que haga que ese hombre se moleste contigo.
- Rin tiene razón, sufrió tanto por ti cuando estabas en coma que seguro que puedes hacer lo que quieras si con ello estás bien.
-A demás el no está, salió temprano esta mañana con Naruto y al parecer tardan en volver- Rin calló de repente y vi que Aiko la reprendía con la mirada. ¿Qué es eso que no debo saber?
-¿A dónde fueron? ¿Cómo sabes que tardan en volver?
- Bah, no le hagas caso. Nosotras no sabemos nada.
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Almas Condenadas
Romance¿Vampiro o íncubo? Es lo que está por decidir Haruno Sakura al encontrarse a un hombre misterioso de pelo negro y cuerpo escultural salir de un lago casi al anochecer... Y se preguntarán ¿que hace allí con un desconocido? Tras varios sucesos ocurrid...