Almas Condenadas

¿Casualidad o Destino?

Me gusta.

Me parece uno de los sonidos más maravillosos del mundo.

Escuchar sus gritos e ignorar sus súplicas.

Después de conocer a la mujer que me atrajo aquí, quedé sediento. Necesitaba almas desesperadamente, la pequeña porción que tome de ella no fue suficiente. Estar cerca bastó para que mi habilidad entrara en juego.
No tengo necesidad de torturar -con solo estar cerca puedo absorber- pero hacerlo me da nuevos matices, nuevas sombras.
Una eternidad de monotonía me estaba matando lentamente por lo que decidí ser yo quién matara.

Empecé en Nueva York hace muchos años.

Al principio era gente estúpida, demasiado borracha para enterarse. Yo solía ser de los buenos, no me gustaba verlos sufrir por lo que se me encargó ser el Vigilante de esa ciudad. Mantener el equilibrio. Teniamos que evitar las muertes masivas ya que no eres capaz de seguir existiendo si no tienes la fuente del alimento.

Al parecer había una tregua entre el cielo y el infierno por lo que nos dejaron en paz. En cambio, aparecieron unos Guerreros que intervendrían si las cosas se salían de control.

Ahora huyo de uno de ellos. Se esta convirtiendo en un verdadero fastidio, es la razón por la que he decido ir por los pueblos pequeños.

El Gremio de los Guerreros tiene la habilidad y la fuerza necesaria para detener a un demonio. Eso es lo que somos, la maldad está en nosotros, es nuestra esencia. No poseemos almas, más bien nos gusta quitarlas. Nos valemos del placer y el sexo para conseguirlo.

Lo que no sabe la mayoría es que las almas son más dulces si las quitas con sufrimiento. Es un elixir para los inmortales. Y yo lo descubrí de la peor manera.

¿Qué pasaría si me alimento del alma inagotable de la pelirosa? ¿Que pasaría si la hago gritar hasta que se quede sin voz?
Esa piel tan blanca combinaría bien con otros colores. Tiene que ser mía...

El único problema es... Naruto, aunque tenga que matarlo para llegar hasta ella, será mía.

Por si fuera poco, primero tengo que deshacerme de Fugaku y Mikoto.

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"Ésta mañana hemos recibido el reporte de que han habido cuatro víctimas más. Una de ellas es un hombre de 45 años de edad con el mismo cuadro que la difunta Mei Terumi, tuvo un fallo multiorgánico lo que le provocó la muerte instantánea.

Las otras tres víctimas estaban en diferentes grados de descomposición por lo que las muertes no han ocurrido al mismo tiempo. Entre las víctimas hay una adolescente de 14 años, las mujeres muestran signos de una brutal agresión. Hoy estamos reunidos aquí para confirmar un toque de queda que empezara a partir de las 08:00 de la noche y concluirá a las 07:00 de la mañana. Seguimos investigando y alentamos a todos que si tienen cualquier tipo de información, os acerquéis a comisaría y el Sheriff Hyuga y yo estaremos a vuestra disposición. Muchas gracias y espero volver con noticias más alentadoras".

Así terminó el discurso del General Tobirama, estábamos todos reunidos en la iglesia del pueblo. Era el único sitio grande que podría albergar a tanta gente. Fuimos convocados esta mañana temprano para informarnos de todo lo ocurrido. He venido con Tsunade y Mebuki. Se nos ha aconsejado no salir solas y que no se paralicen nuestras actividades pero ¿cómo seguir normal cuando han muerto varias personas? Lo que no ha ocurrido en muchos años, está pasando en tan solo una semana.

Lo peor de todo es que sé quienes son los responsables pero ¿me creerán si lo confieso? Mi tía no ha vuelto a sacar el tema pero sé que me nota distinta.
Yo en cambio no se qué pensar, tampoco es que pueda hacer nada contra unos seres con poderes sobrenaturales.