Solo Somos tú y yo

09) La noche en la que nos conocimos

Nahomy

—Están seguras de esto chicas? —mi voz sonaba dudosa.

—Amiga te ves increíblemente sensual —Ellie se tomaba un frappe de chocolate con una de sus manos, mientras que con otra cargaba algunos vestidos que ya me había medido.

—Enserio estoy pensando en cómo no verte más allá de una amistad —Andy me miraba de arriba a abajo un poco sorprendida.

—Ya escuchaste a la Unisex.

—Andy es bisexual —la corregí.

—Siguen gustándoles las vaginas, es casi lo mismo —Ellie fijó su vista en mi dándole un sorbo a su fría bebida después de lo que había dicho.

Ella tiene un buen punto.

—No lo se, sigue sin convencerme el escote —casi nunca me dan esos ataques de inseguridad pero casi no visto con vestimentas muy demostrativas.

—¡Amiga te ves bien!  Tus curvas resaltan muchísimo y el trasero se te ve redondo, levantado, apretado y perfecto.

—Su trasero usualmente se ve así.

—Andy te fijas mucho en mi culo, ¿algo que quieras confesar?

—Preciosa yo siempre ando echándole un vistazo a tu culo.

—Vaya, creo que tendré que arreglarme más seguido —guiñe ojo izquierdo coqueteando con ella.

Andy me mando un beso en respuesta.

Ella y yo siempre coqueteábamos, era algo chistoso para nosotras. Decimos que es para reforzar nuestra amistad.

—Basta las dos, si van a coquetearse por lo menos inviten —la castaña nos interrumpió.

Todas reímos.

—Bien ya tenemos que irnos o llegaremos tarde; así que, creo que voy a elegir este.

—Buena elección, señorita —ella era la chica que nos estaba asesorando en la tienda, era muy dulce y amable, siempre estaba atenta para ver si necesitábamos algo.

—Muchas Gracias, lamentó haberte hecho perder tanto tiempo —le agradecí inclinando mi cabeza un poco hacia abajo, haciendo una especie de reverencia.

Es una maña que se me pego gracias a los Dramas coreanos que veía con mi mamá.

—Bien, vamos a pagar para empezar arreglarnos —Ellie Iba caminando delante de nosotros en dirección a la caja.

                                         (......)

Íbamos en el auto de camino a la fiesta.

Según Ellie, la fiesta era en un penthouse en el centro de la ciudad, la dichosa fiesta era de un tal
Michael y Mikhaela, gemelos de familia muy adinerada.

Andy iba en la parte trasera del auto, Ellie al volante y yo de copiloto. Decidimos ir en el carro de Ellie, un Porsche Taycan 4s de lindo color beige, el auto por dentro era de color café oscuro. Era muy cómodo por dentro, sentías que el culo lo tenía en el cielo, lo digo de buena manera.

Ellie estacionó su vehículo en el estacionamiento del gran edificio, estaba repleto de autos.

—¡Maldita sea! Cuantas personas vinieron a esta fiesta —Andy asomó su cabeza entre los dos asientos.

—Muchas al parecer —respondí.

Ellie se estacionó como pudo entre tantos autos. Bajamos del vehículo con algo de prisa.