Capítulo 1

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Lee Miller

Alguna vez me sentí feliz y satisfecha solo chapoteando en mi propia piscina entonces un día por razones fuera de mí control fuí aplastada repetidamente por el cruel cérvix de madre Lauren, me resistí bastante, pero fracasé por primer vez, pero no la última.

Después sin advertencia vino una infancia de clase media en un suburbio estadounidense

- Uno, dos, tres, cuatro, cinco,—

Contrar los objetos del lugar donde me encontraba por la una razón me tranquilizaba.

- ¿Qué, qué estás viendo linda? Lee mírame— oí a mi padre

- Uno, dos, tres, cuatro—

- ¿Qué estás haciendo?-
________

- Según mi opinión profesional diría que sufre de déficit de atención transtorno obsesivo-compulsivo—no abusaron físicamente de mí—transtorno de ansiedad generalizada—ni abusaba de mi ningún familiar—y es posible que transtorno bipolar, pero es algo joven para decirlo...—quisiera que alguien me explique ésta mierda—

- Cariño así es como funciona tu cerebro muchas personas inteligentes, graciosas, interesante, creativas y geniales han enfrentado las mismas cosas que tú —

- ¿Quiénes?-

- Uhm, Sylvia Plath y también está tu favorita Britney Spears—

No recuerdo mucho de los 5 a 7 solo que el mundo se movía rápidamente y mi cerebro lento y de vez en cuando si me concentraba mucho en mi forma de respirar, moría. Hasta que cada segundo de cada día te encuentras intentando escapar de tu ansiedad y honestamente estoy en verdad cansada.

- ¿Mamá tienes tampones?—

- En el baño—

Y en cierto punto debes tomar una decisión de quién eres y lo que quieres.

Unos años después

Éxtasis, una sensación difícil de explicar sentía que estaba en las nubes, sentía que flotaba, sentía que estaba por encima de los demás, que sí tendría que describir el mismísimo cielo sería está sensación' no tengo las palabras precisas para explicar este sentimiento a lo que abarca en gran parte, es, es eufórico, es algo que núnca en toda mi puta y corta vida había llegado a sentir, sentir algo,algo como esto. Mi garganta rebalsó causa de mi saliva que salió de mí con una especie de espuma, mi cuerpo empezó a vibrar a temblar, mis sentidos empezaron a fallar un pitido en mi oído retumbaba, mis ojos se cerraron y perdí la noción del tiempo.

Iba saliendo de rehabilitación tantos discursos con la típica frase de "No a las drogas dañan tu cerebro" llegue a pensar que esa frase llegaría a dañar mí cerebro o la parte que aun no está dañada. Como sea hoy llegaba a la Universidad de Los Ángeles continuaría mis estudios aquí mi madre quiere mantenerme ocupada.

Habitación 9 del edificio 6, la compartiría con alguien

Al adentrar a la habitación pude ver posters de Queen sobre la pared del lado a una cama algunos libros regados sobre un escritorio del lado izquierdo de la habitación alguien era desordenado.

Deje mis cosas del lado derecho de la habitación contaba con una cama individual escritorio y unas repisas sobre este.

Subí a la azotea del edificio necesitaba aire además de un espacio abierto para fumar. La vista era estupenda amplia me asomé más a la orilla del edificio se veía el campus entero.

- No es una salida, lo que sea que te pase no es la forma de resolverlo—logré oír

- ¿Qué? No pensaba hacerlo—respondí

- Me alegra haberte ayudado—soltó el chico

- No lo hiciste, deje ese pensamiento desde hace mucho—

- Bueno, solo la próxima no te acerques tanto a la orilla, haces pensar otra cosa—

- Lee Miller—extendí la mano

- Ti stringi la mano (das la mano)- sonrió de lado- Timothée Chalamet- agarro mi mano

- ¿Italiano?—asintió—no entiendo una mierda pero Sì (sí)- rio

- ¿Eres nueva?- asentí-

Hubo un silencio no se que tipo de silencio sea para él, pero para mí fue lo suficientemente incómodo como para querer huir

- Yo me tengo que ir si voy tarde a algo, que tengo pendiente— el solo asintió siguiendome con la mirada.

[...]

Me había bañado había una fiesta de bienvenida busque entre mis cosas algo para ponerme no había algo que me convenciera del todo, mi paciencia se agotaba me estaba desesperanda, la puerta se cerró bruscamente rápidamente me tape el cuerpo

- Deberías de tocar-—dije

- Es mi habitación—respondió con tono seco

Dirigí mi mirada él era ruloso cabello ondulado no vi más ya que estaba volteado hacia la pared

- También es mía—susurre mientras me vestia

- No me interesa puedes solo apagar a la luz al salir—

Luces de colores enmendio de la oscuridad, música retumbando las paredes, más olor de sudor y cigarro mezclado para una persona que está en rehabilitación no es lugar que deba frecuentar, me dirigí a la parte de atrás de la casa el ambiente y olor cambiaron era un toque más amargo una especie de olor que al inhalarlo de alguna forma ponía tu mente en blanco sabía de dónde provenía eso. Me marcharía de aquí no fue buena idea venir juro que lo habría hecho de no ser por

No sé como fue que llegue aquí solo sé que estaba en la puerta de la habitación de lavado o eso parecía junto al chico de la azotea situado en el suelo

- Diablos— me miró limpiándose la nariz-]

Solo son dos pasos avanzar y dos pasos para retroceder e irme

- ¿Estabas esnifando?—

- No lo hacía—respondió

- Sí lo hacías—

- No, reparaba la lavadora, trabajo para Wilburd sí esto está dañado—apunto a la lavadora

Estaba mintiendo.

- Si me dices que drogas usas te puedo decir las mías— dije

- Bien es un trato—cerré la puerta

Inhale profundamente el polvo, ya hasta había olvidé como se sentía la mente completamente en blanco sentir que eres ligera como una pluma como un adormecimiento en el cerebro una sensación de éxtasis.

Recargue mi cabeza a la pared

- ¿Oye estás bien?—

- Sí, pero creo que necesitaré que me tomen el pulso—

El ruloso rápidamente tomó el cronómetro poniendo sus dedos sobre mi cuello su cara de preocupación se reflejo

- Es bajo de 60 quieres que llame a una ambulancia?— negué— podrías tener un paro cardíaco—

- Solo dame un poco de metanfetamína— lo inhale—carajo— frote mi nariz

El corazón se me aceleró podía sentir la fluides de la sangre corriendo por mis venas mi cerebro empezó a trabajar mi corazón empezó a latir

- Hola corazón, casí te pierdo— reí

- Mierda me había asustado—sonrió

- Por un momento pensé que iba morir— reí

- Que bueno que te conocí antes de que murieras—sonrió—dos veces-

- La primera fue una confusión—repliqué—¿Te hubieras imaginado si hubiera muerto?—

- Estoy jodidamente seguro que de no habría sido bueno—carcajeo

Primer cap uhhuhuh
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Corregido.

SOBREDOSIS •Timothée Chalamet•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora