Capítulo 13

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Timothée Chalamet

Ambos habíamos caído por completo al lago por lo cual me reí, fuera de la gracia del asunto me di cuenta que no dejaba de verla, que no dejaba de apreciarla, ella se estaba llevando el cabello hacia atrás, volví a sonreír y me oculte bajo el agua, no paso mucho para que ella se diera cuenta de que no estaba y empezó a llamarme, trataba de no reír y seguir conteniendo el aire en mi boca, pero me fue inútil, salí a la superficie y la abracé por detrás mientras llevaba mis manos a su cintura apagándola a mí.

- No vuelvas hacer eso- reclamó algo molesta

- Debiste ver tu cara- sonreí

- No es gracioso, me asustaste pensé que te había pasada algo- recalcó para después darse vuelta y alejándose de mí apartándome con sus brazos

No podía dejar de ver su rostro sus facciones presentes y característicos en ella no se si fue mucho el tiempo que me quede así, pero se que fue lo sufíciente para tomar una foto mental y recordarla para siempre, sentí como chorros de agua calleron en mi rostro sacándome de mis pensamientos era ella estaba jugando con el agua, seguido yo también empece a lanzarle agua ella reía a decir verdad reíamos, pero lo único que llego a grabar mi cabeza eran sus risas las risas de ella, pronto sus respiración choca contra la mía, rodeó mi cuello con sus brazos y acerco su rostro al mío mezclándo nuestras respiraciones, nuestros suspiros, sentí como la comisura de sus labios tocaban con delicadeza los míos, ella entre abria los labios a la par de los míos succionado su sabor como si se tratase de mi propia heroína, como si dependiera de ello, cuando claramente estoy seguro que lo soy, soy dependiente.

Ella era un sueño estar aquí era un sueño, un sueño, el tipo de alucinación que sucede solo cuando estas éxtasiado, como cuando por tu sistema sanguíneo pasa 70 miligramos de heroína pura mandándote a un viaje del cual no quisieras despertar.

Lleve mis manos a sus caderas haciendo que se subiera en mí, ella enrredo sus dedos sobre mis mechones mojados, pronto sentí la fricción de nuestros cuerpos, ella se movía de arriba a abajo su vientre chocaba con el mio, su respiración era agitada y pesada soltaba suspiros a mis oídos ya que ella reposo su rostro en agujero de mi cuello y hombro, yo trataba de quedarme quieto para no perder equilibrio, fue difícil ya que yo también quería más. No aguante más y empecé a ponerme inquieto tratando de conseguir más fricción ocasionando que ella callera encima mío al poder el equilibrio ella sonrió y aventó agua hacía mí

- ¿No te defenderas Chalamet?- preguntó retadora

- Sí lo hago se que te ganaría-

- Provalo (Inténtalo)-

Fue así como ambos empezamos una "guerra" de agua ella me lanzaba a mi y viceversa a decir verdad ella era más ágil hasta el punto de ni dejar que yo tomara un poco de agua para defenderme por lo que decidí huir bajo el agua de nuevo

- ¡Cobarde!- gritó

Salgo de abajo riendo y la sorprendo sobandole con beso en donde en medio de este ella sonríe.

- A eso se le llama emboscada- sonrió- no eres buena para estos juegos- finjo superioridad

Ella levanta un ceja juguetona

- Te enseñaré en que juegos soy buena...- susurro en mi oído haciendo que mi piel se erizara

Sentí como pasaba sus manos por mi torzo desnudo como masajeaba mi espalda, como sus ágiles manos llegaban a inicio de mi prenda de abajo, me volvía loco el como jugaba con el elástico de este, cerré mis ojos junto a un suspiro rendido ante sus encantos, ella acercó sus labios a los míos

SOBREDOSIS •Timothée Chalamet•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora