Capítulo 10

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Lee Miller

Era Timothée.

No deberías espiar a las personas — votó el humo

Se acercó a mí— ¿Cómo has estado?— apagó el cigarrillo

- Estoy bien o lo estaba hasta este momento— lo miré

- ¿Me extrañaste?— negué

Claro que sí.

- Yo te heche de menos Lee...—

- ¿Viniste a eso?— negó

- Terminé el mi trabajo final, vine a dejarlo.— sonrió

- Me alegra.— dije marchándome

- Estoy limpio — grito

- Estoy en rehabilitación quiero mejorar—se quedo callado— fue por lo que también volví y por tí claro.—

- Te felicitó— enserió es un gran paso— dije con dificultad ignorando su lo demás

- Me es difícil, me lo estoy tomado enserió— suspiro— pero no puedo hacerlo, necesito de — tartamudeo— te necesito—

- No has dejado de pasar por mí mente— Soltó

El verlo hizo derrumbarme me sentía mas lejos, más profundo de aquel hoyo inmenso de desesperanza donde me había encontrado un agujero sin salida.

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Desperté el aire de la ventana me había levantado mire al rededor estaba acostada con una intravenosa en mi antebrazo.

- ¿Timothée?—

Pronto se presento mí entrando a la habitación estaba serio, pero a la vez algo melancólico su mirada era la perdición completa.

- ¿Ocurre algo?—

- ¿Cuándo pensabas decirlo?— preguntó con la garganta quebrada

- ¿De qué hablas?— mostró el gmail

- Solo es para recoger unas tabletas— minimice

Él me miro con el ceño fruncido.

- ¿No lo has abierto?— preguntó

Trague saliva

- Lee responde— negué

Tomo de su cabeza con frustración— no me digas que no te diste cuenta, porque no eres tonta —

No dije nada. Tome un momento y vi el gmail

Paciente 026

Recomienda atención inmediata.

- Todo este tiempo los mareos, vómitos, dolores de cabeza— ¿fue provocado por eso? Lee, Lee— ¡responde!— exclamó exaltado

- Eran recurrentes, pero no pensé que fuera nada grave— me quejé— recién supe lo que era cuando te márchaste— ¿qué quieras que hicera?—

- Pensé estábamos bien—

- Tenía miedo, tengo miedo Tom estuvo conmigo cuando lo supe—m tomo de la mano.

- Podremos con esto— me miró

- No lo entiendes Timothée—

- Si lo deseas lo lograrás y si lo logras— bajo la cebeza—todo estará bien—

- Ven conmigo a Oregón — dijo

- Me siento cansada— negué con vista a la pared

Sentí como se hechaba junto mí me abrazó por la espalda podía sentir el cálido de su ser el sentimiento dulce que trasmitia con solo su tacto.

- Irás...— susurro en mí oído

- Solo no quiero que me veas así.— susurré

- Shh shh Lee descansa, prometo estar contigo— susurro en bajo

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Era las 11 pm Timothée dormía a un lado de la cama.
Mi rostro está seco había llorado las lágrimas secas hacían que mi piel se quebrara.

Fui con dirección al baño me adentre la luna hoy estaba llena la luz nocturna iluminaban el campus completo junto aquellas estrellas de adorno en el cielo azul oscuro un bella vista una de las mejores.

Mi vista volteo hacia el espejo del baño mire mis facciones con detenimiento mi rostro tenia ojeras, los pómulos se marcaban más y mis labios estaban secos, levante mi polera que llevaba puesta obseve mi cuerpo miré mi vientre no me había preocupado antes el como me veía físicamente, pero ahora, ahora es distinto estaba demasiado delgada me sentia mal había perdido peso

Decidí ver por completo el gmail

Aviso paciente 026

Recomienda atención de inmediata al Quirófano.

Llame al +xxxxxxxx

Decidí marcar

Un tono, dos tonos, tres tonos

- ¿Buenas noches?— oí atraves del celular

- Disculpe la molestia se que es tarde, pero habló para preguntar por la paciente 026 Lee Miller—

- Buenas noches ¿es algún familiar?

- Sí, el gmail decía que necesitaba atención inmediata al Quirófano— se escucho un suspiro con pesades—

- Mire se que esto será difícil pero debo de decirle, la paciente no esta en buen estado, hemos hecho de todo para buscar una solución per—

Me desespere

- Solo dígamelo—

- El asunto es que no hay tiempo para un tramiento.— soltó

Mi respiración era pesada empecé a sudar frío

- ¿Sigue ahí? ¿Disculpe?—

- Sí, sí —

- Como lo siento—

- ¿Cuánto tiempo?— oí como respiraba pesadamente— ¿dígame cuánto tiempo?— reptí

- Menos de dos semanas— replicó— quizá más días o menos no es seguro no puede saberce precisamente le aconsejo—

Colgué de inmediato.

Mis piernas temblaron sin poder soportarlo caí al suelo me empecé a frustrar, sudar frío, mis manos viajaron a mi cabeza negando repetidamente me sentía fatal, más aún de lo que me encontraba, era la gota que darramo el baso, busco entre las cosas y la encuentro, la aplastó e inhalo esa línea blanca sin temor alguno, no tardo en llagar el efecto, como extrañaba esa sensación que le permitía poder apreciar todo con detenimiento, poder ver todo con color rosa, todo como lo había deseado reía, reía repetidamente sin saber el porque solo lo hacía era un sensación, sentimiento imposible de reemplazar, imposible de dejar e imposible de olvidar.
Fue solo tiempo, tiempo de que la presa de la voluntad se rompiera y aquella línea que dividía la completa perdición contra una pequeña esperanza de vida, esa vida que ya no tendría.

SOBREDOSIS •Timothée Chalamet•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora