Capítulo 6

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Lee Miller

- Khat—

- Qué es Khat Timothée?—

Eran un paquete de hojas.

- Sally me pidió que se lo llevará-acambio me pagará y también puedo consumir—

- Y...¿Quieres probarlo?—pregunté

- Sí, ¿tu?—me miró

- Yo... no lo sé —vacile— es nuevo para mí...—frunci mis labios mientras pensaba—¿Cómo es qué se consume?-

- Es como el tabaco de mascar—

La melodía de Bloody witch fly resonó.

Él me ofreció, yo solo lo acepté. Poco después de meterlo a mi boca empezó hacer efecto; un sentimiento de agudeza alertandome, el sonido al rededor de la habitación se hacían más presentes de lo normal creando su propia imagen de ellos... el degradado de los colores semejantes al rededor mío, miraba todo con una admiración inexplicable, mi vista se detuvo al momento de chocar con los ojos de Timothée... Al momento de verlo no me  había dado cuenta aquel verdoso y degrade de café que estuvo desapercibido, su risa me desconcertó el resonido de ella junto a la música se mezclo pero su risa, su risa...fue la llegó sobre salir más empecé a reírme también, no sabía el por qué...quizás estaba lo suficientemente feliz para hacerlo, o lo suficientemente drogada o tal vez era su risa contagiosa, o yo... o él solo quizá, quizás él realmente me llagaba hacer feliz, sentirme feliz.

Me tire en piso con vista hacía al techo sentí que él también lo hacía tomo de mi mano entrelazadola

- No había sentido esto núnca— dijo

- Es una de las mejores cosas que he probado—hablé

Timothée volteo a mirarme.

- Yo no refería a eso...— desvío la vista—siento cosas por tí Lee.—cosas que no me imagine sentir por alguien, tanto así que necesito de tí—

Llevo su otra mano hacía mí mejilla rosandola con su dedo índice acaricio levemente mis labios lo tome de su nuca atrayendolo a mí, subí lentamente mis dedos entre sus cabello rizoso.

- Creo, creo que yo también siento lo mismo— artícule con dificultad

Sin más Timothée me besó uniéndo nuestros labios de una forma exquisita eran dos piezas que encajaban perfectamente, sus manos bajaron a mi cintura acariciándola, mis dedos siguiendo enredados en su cabello, me atrajo más hacía él. El beso seguía, pero esta vez era más desesperado con más intensidad algo lujurioso.

La sensación de Khat más lo que estaba experimentado en este momento era todo lo que queria sentir. Empecé a sentir mis mejillas arder junto un cosquilleo en mi vientre que no eran juegos artificiales, no eran mariposas en el estómago ni mucho menos... Eran algo más grande una sensación de eufória, recorriendo cada parte mi cuerpo adoñandosé de mi, mi ser, mis sentidos al tan solo sentir los labios de Timothée en mi, recorriendo mi cuello. Sin siquiera saberlo el se encontraba encima mío. Sus labios me derrumbaban por completo cada rose o tacto que tenía sobre mí, era una capa menos de mi armadura. Tomo de mí cargándome hacía la cama tenía mis piernas entrelazanda en su cadera

- Eres muy hermosa Lee—susurro—

- Tu también eres hermoso creo que más que yo— murmure entre risas—

La eufória, el calor corría por mis venas...

- No digas eso, todo esto es una locura parece ser una película en donde eres la protagonista—

Me sonrió pase mis manos por su cabello sonriéndole relami mis labios

- Y tú que vendrías siendo—

- El chico quien se queda con la prota ¿quizás?—levanto una ceja

- Tienes un buen ego—

- No creo que sea lo único bueno que tengo—

- Eres un idiota—

- lascia che le tue labbra mi portino giù (deja a tus labios derribarme)

- Llena mí alma de luz y mi corazón fuego—susurre en su oído

- Besáme Lee...—

Y simplemente lo hice...me entregué estaba entre telas de sedas, entre cojines acolchados, entre las manos de él, sus rizos caían cual laureles a mi al rededor, sentí su tacto, sus besos, sus caricia, era él, él tocándome... él acercándome más y más cerca. No sabría describir la sensación que provocaban nuestros cuerpos con tan solo unirse complementadose uno al otro sentía su mirada en mí, mis manos agarraban las sábanas y mis labios se abrían mientras mis ojos se cerraban, mis sonidos resonaban en la habitación juntos a los de él, una melodía que sentía que lo motivaba más. Gemí al sentirlo nuevamente en mí interior ambos nos movíamos con sincronización enterré mis uñas en su espalda uniéndome más en él.
Me agarro de la espalda ayudándome a sostenerme mí cuerpo caliente rosandolo con el suyo la presión de mí pecho a él hizo que se me eriza la piel, pronto sentí mis cavidades presionarlo soltando así un líquido tibio en mi interior.

SOBREDOSIS •Timothée Chalamet•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora