❛Un acuerdo Justo❜

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   En las alturas del templo celestial, en la estancia del Emperador de Jade, cerca de los jardines celestiales, la diosa de la compasión y el gobernador del cielo discutían sobre el futuro de su reciente prisionero.

— ¡Negativo! — Habló el monarca con voz impasible. — No pienso dejar que un primate se pasee nuevamente destrozando mis aposentos, tuve suficiente con el autoproclamado Sabio Igual al Cielo en su momento ¿Y qué fue lo que ganamos? Molestar al gran patriarca para solucionar un problema menor y gastar la fuerza de nuestras tropas.

— Sun Wukong está pagando por sus errores, se encuentra trabajando para remediar su pasado. — Se excusó la bodistavha.

— Bah, patrañas. — Sacude la cabeza. — Sigue siendo el mismo mono maldito e impulsivo, casi arremete contra tú integridad solo para asesinar a su espejo.

— Pero esto será diferente. ¿Qué destino crees que es conveniente si no entonces para este pecador? ¿Vas a arrebatarle su vida y dejar que cumpla su castigo en el Diyu?

— Exactamente. — El emperador siguió su caminata mientras la bodistavha lo perseguía.

— Solo dame una oportunidad, estará bajo mi cuidado, será uno de mis discípulos y me haré responsable si hay bajas o destrozos.

   El hombre mayor suspiró rendido, sabia la bondad que habitaba en el cuerpo de la mujer y lo difícil que sería quitarle de la mente que otro mono celestial destructivo puede redimirse, así que (a regañadientes) aceptó.

   Guanyin, agradecida, le llevó como ofrenda un gajo de Magnolias debido a su piedad.

   Una vez dada la orden de trasladar al prisionero frente a la diosa, los guardianes encadenaron al mono. Sus manos y piernas estaban atadas por cinta celestial, y de su cuello colgaba un collar de hierro fundido que se apretaba si el penado intentaba huir.

   Se presentó frente a Guanyin y los guardias lo hicieron arrodillarse frente a ella. Las lanzas que portaban quemaban la piel de simio llenando su espalda de cicatrices. El pobre reo había sido objeto de burlas durante todo el tiempo que había estado allí, que era poco a comparación de como sucede en la tierra. Una vez vio a la budistavha, agachó la cabeza listo para su condena.

— El macaco de seis orejas. — Murmuró la diosa mirando a la criatura frente a él, arrastrando las palabras. — Dime una cosa, ¿Posees un nombre aparte de ese vulgar apodo?

   Las orejas del simio se elevaron hacia el sonido y se contrajeron.

— No poseo mas que ese apodo, mi señora. — contestó. — Soy el último de mi especie dentro de los terrenos mortales y a pesar de eso en mi infancia los monos cercanos me apodaron así. Sin embargo, dudo que una bestia como yo merezca un nombre. No cuando está a punto de morir. — mencionó sin una pizca de miedo frente a ella.

— No vas a morir. — le aseguró. — Seras mi discípulo, honrarás y te ganarás el perdón del cielo. Pero primero, vas a necesitar un nombre. . .

   El mono sin título levantó la cabeza, sus ojos brillaban mientras escuchaba lo que la bodistavha tenia que ofrecerle.

— El apellido Sun denomina a los de tu especie, los monos, mandriles y primates. Pero veo necesario cambiar esto por un apellido mas convencional para ti, mi futuro aprendiz. — Guanyin se arrodilló frente al mono quien medía lo mismo que su mano y dijo. — Tu apellido será Lee. En las practicas tradicionales hace referencia a la justicia y la razón, pero en las practicas celestiales proviene de la palabra "Lǐzǐ", Ciruela. Tu nombre se proveerá con los sobrenombres "Min" y "Kuan".

¿Y cuál es su significado si se me permite preguntar?

   Guanyin río suavemente ante la curiosidad de su alumno.

"Min" significa "Inteligente" hace referencia a tu verdadera faceta que lamentablemente utilizaste para hacer el mal. Y "Kuan" significa "Quién escucha los lamentos del mundo". — Guanyin movió su mano y las ataduras que contenían al simio desaparecieron.

   El mono negro echó la cabeza al piso a modo de agradecimiento.

— Gracias por darme una oportunidad  mi señora, prometo cumplir la voluntad del cielo para pagar mi deuda. — dijo.

   La diosa, satisfecha, ordenó que vistieran al mono con batas blancas bordadas de pliegues azules, decoraran su cuello con collares y adornaran su cabeza con flores. Sin embargo, antes de que pudieran retirarse al tempo de la diosa, el patriarca budista se hizo presente en la habitación.

— Guanyin, diosa de la compasión, estoy orgulloso del acuerdo al que llegaron el Emperador de Jade y usted, señora. — Admitió. — Sin embargo, me temo que el Emperador tiene un poco de razón en sus argumentos. Ya tenemos experiencia con la destrucción causada por Sun Wukong.

— Comprendo su preocupación, gran señor. Pero se me hace injusto juzgarlo por los errores cometidos por otro. — Se justifica.

— Eso lo se. No obstante, has estado olvidando todo el daño que causó tu nuevo subordinado y sus intenciones perversas de arruinar el viaje para alcanzar la iluminación, la fama, de mala manera.  — Buda levantó su mano.

   En ella estaba una tiara dorada, tan brillante que el mismo sol y de oro tan gélido como los extremos polares. Era un círculo incompleto que en su final hacía un espiral a ambos extremos, la misma que utilizaron para mantener a raya al Mono de Piedra Inteligente pero con la diferencia de que esta tenía las espirales hacia abajo. Los ojos de Minkuan se abrieron con terror, ya había sufrido los dolores en su imitación perfecta de Wukong y sus manos empezaron a temblar al pensar en tener la corona real, fría y compacta, estrechando su cabeza.

   Guanyin contuvo la respiración.

— ¿Es.. es realmente necesario? — titubeó sabiendo que una vez sea colocado nadie además del gran patriarca podría quitárselo.

   Buda asintió.

— Es mejor no arriesgarnos. . . — su mirada se fijó en el mono arrodillado y las orejas de Minkuan se aplastaron.

   La bodistavha suspiró.

— Me parece justo.

   Un resplandor encandiló al Cielo durante unos segundos, una luz tan intensa que cegaría hasta los vigías mas entrenados y a los dioses mas resistentes.

   La corona había sido colocada.

Two Monkeys Are Better Than One [Lmk AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora