❛Espejo❜

524 87 26
                                    

—¿¡QUE QUIERES DECIR CON QUÉ MI HIJO ESCAPÓ!?— El demonio gruñe y los diablillos menores tiemblan ante el rugido que hace que la cueva tiemble.

   Uno de los discípulos que estaba en las primeras filas dió pequeños pasos hacia adelante para explicarse.

—El príncipe salió de la cueva, hirió a varios guardias al salir quienes están moribundos por las heridas de gravedad ejercidas.— titubeó el pequeño toro gris ante su amo.

   La mirada del rey toro se estrechó, permaneció callado durante unos segundos, inclinandose en su trono hacia la derecha donde su mandíbula prominente se apoyaba sobre sus pezuñas afiladas.

—¿¡QUE ESTÁN ESPERANDO!? ¡Vayan a buscarlo! — Ordena mostrando los dientes, los músculos de su cuello se tensan cuando frunce la mandíbula hacia abajo, el ceño entre sus cejas forma una curva prominente encima de su hocico.

   Los sirvientes entran en pánico y se apilan todos hacia la salida, golpeándose entre ellos y tropezando con las piedras que hay en su camino por el camino de tierra.

   Bullking resopla, el vapor se desliza por sus narinas y parece humo que se escapa hacia la superficie de la cueva.

   El viento se arremolina y hace que la tierra se levante del piso formando un remolino. Las hojas que caen por la grieta de la cueva se unen al monton de piedras y arena que danzan agresivamente frente al trono del Rey.

  Entre las brisas dispersas, un grito ahogado retumba con un dolor que pincha en las entrañas de cualquiera que lo escuche. El viento circulado se discipa y en el núcleo del diámetro del remolino cae una mujer al piso, de rodillas.

   Sus uñas se clavan en la tierra la cual se mete hasta la matriz y rompe los vasos sanguíneos debajo de la lámina ungueal. La mujer llora, su cabello largo color ébano, despeinado, cae sobre su rostro a la par que su expresión se contorsiona en dolor.

   Bullking se levanta con una expresión preocupada en su rostro, El demonio se arrodilla frente a ella y la toma entre sus manos, atrayendole hacia su pecho en un intento de calmar sus pesares.

— Mi reina... — la voz es profunda, un tono de preocupación se mezcla con el cariño de un esposo.

— No puedo encontrarlo.— llora escondiendo el bello rostro entre sus manos. — ¿Dónde está mi bebé?

—Te prometo que vamos a encontrarlo.— la arrulla, enterrando su hocico en el cabello de su amada.

[. . .]

— . . .y entonces fue cuando Prajñāpāramitā hizo aparición en el banquete y todos los demás dioses quedaron impregnados de su grandísima perfección.— el mono azabache parloteaba, sentado en el hombro de Sha Wujing quien escuchaba atento mientras marcaba el camino.

   Detrás de ambos, Wukong caminaba irritado. Sus botas estaba cubiertas de barro hasta las rodillas, su pelaje se sentía pegajoso y varias ramas que Wujing despegaba terminaban azotando contra su cuerpo.

   Había prometido no volver a cometer el mismo error de que sus grandes emociones tomarán control de su pequeño cuerpo, porque cuando eso sucedía cabezas rodaban. Sin embargo, se estaba lamentando tanto de no haber asesinado a ese maldito mono cuando lo tuvo debajo de él.

   ¿Quién se creía que era?

   Una cruel y mal hecha broma, eso estaba claro.

   Wukong miró al Macaco arrancar una baya desde lo alto de un árbol, arrojarla por encima de su hombro cuando no le llamo la cantidad suficiente de atención, para finalmenre golpear Wukong quien estaba justo detrás y debajo de él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 17 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Two Monkeys Are Better Than One [Lmk AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora