«Capítulo 4»

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Keith solo recordaba las clases y también las cosas de la tarea que tenía él y sus compañeros, se había despertado en las 3:00am, la sed le había agarrado desprevenido, por alguna razón sus ojos se sentían tan cansados que le pesaba abrirlos cuando parpadeaba, se levantó de la cama viendo a Pico y a Piconjo durmiendo plácidamente, hasta creyó ver algo debajo de la cama de Piconjo.

Debe ser mi imaginación, haciéndome una broma. Una de mal gustó Pensó Keith al creer que habría algo debajo de la cama, eran pensamientos de niños cuándo querían que su madre revisará debajo de la cama, solo para ver qué no habría nada, vaya pensamiento más infantil, una vez salió de sus pensamientos, se levantó en silencio para así dirigirse a la cocina, ya conocía la casa así que no tardó mucho en encontrarla, sacó un vaso de agua, abrió la nevera con cuidado de no hacer ruido, para sacar la jarra llena de agua con hielo, se escuchó el agua que llenaba el vaso hasta dos hielos cayeron dentro de este, Keith metió la jarra nuevamente en su lugar, al cerrar la puerta, volteó para encontrarse con un caballo esquelético que apenas tenía su melena, hubiera gritado del susto pero eso sin duda haría un escándalo, solo intentó calmarse cerrando sus ojos unos segundos.

Al abrirlos el caballo no estaba, suspiró aliviado creyendo que su imaginación había hecho otra jugada, se apoyó en la mesa para tomar el agua en silencio, solo el hielo chocando entre si y el cristal se escuchaba de vez en cuando, una vez terminó, pensó en llevarse el vaso con hielo por si le volvía a dar sed, se fue a la habitación nuevamente, encontrando algo debajo la cama de Piconjo, miró fijamente por unos minutos que era, por unos segundos juraba a ver visto una sonrisa formada por dientes y ojos rojos, miró la hora que tal vez debió hacerlo desde hace rato. Se dió cuenta que eran las 3:15am, se dió un golpe mental, la hora donde sucesos horribles sucedían, dejó el vaso en la repisa y se acostó nuevamente junto a Pico, no quería ver lo que había debajo de la cama, aveces sentía la necesidad de estar al pendiente de lo que pasaba debajo de esa.

— ¿Keith? — Era la voz de Pico, se oiga como si acabará de despertar.

Oh, rayos. Lo desperté Pensó Keith gritándose e regañandose mentalmente, sin querer había hecho que Pico se despertará. Iba a seguir gritandose así mismo de no ser por qué sintió unos brazos rodearle el cuerpo.

— ¿Eh, Pico? — Lo llamó, aún que su duda debió esperar por obra de que el pelinaranja de ropas verdes se había quedado nuevamente dormido, respirandole en el espacio entre el cuello y el hombro, se sentía raro eso.

Miró bajo la cama de Piconjo, no había nada, solo cosas, su mente le hizo una mala jugada, suspiró y dejó que de apoco el sueño le ganará, hasta el punto de quedarse dormido por completo, Ignorando el hecho de que había una persona respirando cerca de esa zona del cuello.

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Otro día de clases, solo que Evil disminuyó nuevamente su tamaño como el de un roedor, seguía durmiendo ya que le dolía bastante su espalda por haber leído por unas horas, el profesor y los otros alumnos se sorprendieron al ver que Keith había hablado sin detenerse o tartamudear sobre el tema que fue pedido, mientras que Piconjo y Pico se quedaban junto a la maqueta que ellos hicieron, Piconjo estaba muy pensativo, ¿Por qué Evil no tomó el cuerpo de Keith ese día? Se preguntaba una y otra vez, hasta que pasó el turno de los otros, sacaron un 10 al menos, Pico y Keith empezaron a charlar una vez que el otro grupo vino, Piconjo por su parte revisó su mochila, se encontró con Evil durmiendo tranquilamente allí adentró, Inconscientemente sacó una pequeña sonrisa, se estaba preocupando demasiado por el demonio.

Saco a Evil con una sola mano con mucho cuidado de no despertarlo de su sueño, lo puso suavemente sobre la mesa, se notaba que estaba durmiendo tranquilamente, ahora que lo ve, nunca alcanzó a ver a Evil dormir, tenía suerte de que nadie le interesaba lo que hacía Piconjo, pero al menos estaba bien, pudo notar la incomodidad de Evil, probablemente por obra de la superficie dura dónde lo puso, así que usando una almohadilla que solía usar para relajar la mano de usar por mucho tiempo el lápiz, colocó a Evil sobre él, pudo notar que este se sintió más cómodo, le puso un trapo limpio encima solía llevarlo por si había demasiado calor, ahora se sintió bien al saber que Evil se sentía más cómodo por la mini cama que le hizo Piconjo, quién por un momento lo estuvo observando con una sonrisa, al escuchar algo con mucho cuidado colocó de la misma manera a Evil dentro de su mochila para que durmiera bien.

Se salvó de las burlas, el profesor estaba pasando las notas de las otras personas, que miraban a otras, de allí le surgió una duda, ¿Desde cuándo era tan amable con Evil? Lo había dejado dormir con él, también lo dejaba ir con él por toda la escuela, todo el tiempo dejaba que Evil hiciera lo que quiera, decidió pensar las razones en vez de escuchar al profesor que seguía dando las notas, sin duda el día sería más aburrido se lo usual, se recostó sobre la mesa para empezar a quedarse dormido por obra del mismo sueño ya que dormir tarde y despertar muy temprano le hacían que estuviera el doble de cansado, admitía que las mesas no eran la mejor opción del mundo para dormir, pero era eso o que el profesor lo descubriera.

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Lo peor de dormir en la escuela eran las horribles bromas, sobre todo la del marcador en la piel, Evil lo ayudaba a quitarle unas cuantas marcas de la cara, mientras que Piconjo se borraba las de los brazos, todos tenían insultos o burlas, le pidió a Evil que lo ayudara con la cara ya que no estaba de humor para pararse de frente a un espejo, que suerte que terminó de limpiar sus brazos, ahora estaba esperando a que Evil terminará.

— ¿Ya acabaste? — Le pregunto de forma impaciente Piconjo.

— No me faltan las mejillas... — Respondió mientras remojada el trapo que usaba para limpiarlo, e nuevamente pasarlo por el rostro de Piconjo.

La cercanía de las caras era muy notable, Evil estaba muy concentrado en limpiar que no vió que tanto se acercó, mientras que Piconjo sentía un poco de nervios, por unos segundos sintió un extraño movimiento en su estómago. Evil al menos logro terminar de limpiar se acostó en la cama, tenía aún demasiado sueño al igual que su ¿Amó? ¿Dueño? Ya ni le importaba como tomaba a Piconjo, pero ya no era la de un dueño o amó, aún que en ese momento solo quería descansar, Piconjo estaba parado en su lugar, esté solo suspiro y se acostó junto a Evil para empezar a dormir un poco.

«Ritual Erróneo» Piconjo X Evil BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora