«Ritual Erróneo» Piconjo X Evil Boyfriend

«Capítulo 11»

2:50am, diez minutos para las 3 de la mañana, Evil se despertó para luego irse, no antes de ver una última vez a Piconjo, soltó un largó y pesado suspiro para irse de la casa volando, con toda la velocidad que podía permitirse llegó a la biblioteca en menos de 5 minutos, se adentro en ella viendo unos cadáveres de adolescentes, los ignoro por completo para continuar con su caminó. Caminó viendo todos los libros viejos y fuera de sus lugares hasta ver uno en específico, el libro que mostraba la página de su ritual, miró la hora viendo que solo faltaban unos 2 minutos para que el portal se abriera.

Espero hasta que finalmente llegó la hora, una puerta se creo, cuando Evil la abrió vio las sonrisas y miradas dirigidas a él, camino por el pasillo hasta que perdió de vista la puerta, hasta qué vió unos enormes ojos junto a una tétrica sonrisa.

— ¿Por qué no haces tu trabajo? — Resonó la voz de su jefe, la que provenía de esos ojos.

— Es por mi amo, no quiere que haga algo — Le respondió.

— ¿Cómo se que me mientes? — Le pregunto nuevamente su jefe.

— No estoy mintiendo, por favor. Deme un día para tomar su alma — Pidió Evil con nervios hasta que sintió como unas garras le rasguñaba uno de sus hombros, se lo tomó para evitar que siga saliendo la sangre.

— Solo te daré unos dos días, y si no consigues el alma. Tendrás un castigo en el infierno — Le dijo el de la sonrisa y ojos tetricos.

— Si jefe... Solo no me castigue por tanto tiempo — Le pidió con miedo en su rostro, algo que su jefe amaba, el miedo.

Esa conversación terminó, pero el jefe dejó que los otros demonios se divirtieran con Evil, ya que ese sería el comienzo del castigo por venir sin un alma. Evil solo aceptó recibir los golpes, rasguños, burlas y todo tipo de maltrato.

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Regreso a casa cuando el reloj de la biblioteca marcó las 3:50am, una vez llegó trató de evitar desplomarse en el suelo por todo el dolor y cansancio de su cuerpo, solo quería irse del infierno acabando con la vida de todos, incluyendo a su amó, fue con todas sus fuerzas hacia Piconjo, quién seguía dormido, pues eran las 5:25am, con cuidado se subió sobre él, para preparar sus garras tomando tonos rojos, con su otra mano se apoyaba sobre la cama, estaba listo para acabar con su vida

— Hora de acabar con ésto... — Susurro, cuando estaba apuntó de atacar, Piconjo sé despertó y tomó del cuello a Evil.

No midió su fuerza, por lo cuál, Evil trataba de quitarse el abrazo de Piconjo, quién inconscientemente lo estaba asfixiando.

— ¿¡Pero que hacés!? — Preguntó con algo de enojó.

— ¿¡Que te importa!? Ahora suéltame para terminar con esto — Le exigió.

Piconjo sentía que algo no andaba bien, pero sintió como Evil se estaba debilitando, allí fue que se dió cuenta de qué lo estaba asfixiando, lo soltó inmediatamente.

— Arg... — Se quejo mientras se sobaba el cuerpo.

— ¿Por qué? — Le pregunto Piconjo con una mirada decepcionada y molesta.

Evil solo por rabia y poca fuerza le empezó a pegar en el pecho a Piconjo, que notó las heridas y golpes de Evil, le tomó delicadamente las muñecas.

— Tu no entiendes... Lo que es mi vida — Le reprochó empezando a llorar, tanto por el dolor físico como el mental — No entiendes nada de mí... — Agregó llorando.

Piconjo solo dejo que Evil llorara con algo de sorpresa, nunca habia visto a Evil expresarse tanto como ahora, se mantuvo en silencio hasta que Evil se calmará y le explicará la situación que estaba viviendo.

— ¿Por eso querías matarme? ¿Solo para desahogarte? — Le pregunto de forma suave.

— Si, de verdad lo siento. No quería... — Piconjo le tomó el rostro para lo mirase.

— Tranquilo, te perdonó por qué se que estabas enojado en ese momento — Le dijo para tomar a Evil y acostarlo en la cama.

Sus heridas no las puedo tratar ahora, el debe descansar por obra del dolor mental que siente Pensó Piconjo mientras abrazaba a Evil, quién solo correspondía el abrazo cálido, hasta que finalmente sintió como se quedaba dormido, Piconjo se sentía muy enojado e irritado con solo imaginar a muchas personas que supuestamente eran tus compañeros, maltratar tanto físicamente como mentalmente a Evil, el vió cómo se sentía emocionalmente acerca de eso, lo hacía sentir tan estúpido y mal, lo único que deseaba era poder haber estado allí para evitar que lo golpearan, cortaban y insultaban, de verdad quería haber estado allí para evitarlo.

De tanto quedarse pensando, se quedó dormido sin soltar a su preciado y querido demonio, puede que se conozcan como desde hace 7 meses, pero lo quería, lo amaba y apreciaba, que solo lo quería para el, no importaba si tenía aquel arriesgar su alma con eso, haría lo que sea por su demonio, hasta matar a quiénes lo eviten.

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Cómo Piconjo no sé sentía tranquilo tomó la decisión de faltar a clases ese día, se despertó temprano para tratar las heridas de Evil, quién se dejó con el permiso de Piconjo de desahogarse emocionalmente, las heridas eran horribles, afortunadamente no eran profundas, los moretones desaparecieron, se tomó todo el día tratando las heridas de su demonio ya que de verdad odiaba verlas, se podía decir que también sentia ese dolor en su cuerpo solo que mucho peor, Evil tenía una duda mientras miraba como Piconjo le vendaba su antebrazo izquierdo.

— ¿Piconjo, te puedo preguntar algo? — Le pregunto nervioso.

— Si... — Empezó a desinfectar las cortaduras del hombro derecho.

— ¿Por qué querías a un demonio sin necesidad de intercambiar tu alma por sus servicios? — Le pregunto.

— Es algo estúpido. Verás mi vida no fue perfecta, padres que todo el tiempo discutían, presión social de parte de mis compañeros y maestros, solo ya no pude soportarlo. Mate a mis padres cuándo ellos admitieron nunca querer a un hijo como yo, eso lo hice a temprana edad, no soporté todo eso y escapé de casa hasta llegar a un orfanato de pocos recursos y buenas vibras. Me la pasé con pandilleros e asesinos — Contaba Piconjo con un tono melancólico y triste — Poco después, me di cuenta de que nadie iba a quererme como hijo por lo cuál me fui, conocí a Pico y a Otis que me dejaron ser como un hermano para ellos... — Pauso para tomar los vendajes — Pasó unos años, tome la vida de mercenario ocultó, la verdad era divertido ver cómo todos sufrían, aún que aveces deseo sentir felicidad... — Dejó de hablar mientras miraba el suelo.

Evil vió que Piconjo tenía la vida algo complicada, solo le tomó de las mejillas viendo sus ojos, que al parecer aguantaban las ganas de llorar.

— Puedes llorar... — Le dijo.

Piconjo se dió cuenta que finalmente, podría desahogarse mentalmente luego de años de presión y rechazó de todos, abrazo a Evil mientras los acostaba en la cama, empezando a llorar en silencio todas sus emociones que tanto evito sacar. Evil solo dejaba que siguiera llorando con tal de que dejará salir todo sus sentimientos reprimidos, no pudo evitar llorar también, dejó que llorara hasta que sintió como se quedaba dormido, lo abrazo con fuerza para también dormír un poco.