Desperté con la cabeza explotándome. Mezclar tantas drogas y alcohol sin duda si deja a mi especie como si nos drogaramos con formol
No se como mierda llegue a mi casa, pero agradecía estar en mi cómoda cama y en silencio absoluto
Pero fue interrumpido por el pitido del celular, sobresaltandome por el ruido intenté encontrar de donde provenía
Me levante con pesar y agarrandome la cabeza. Eran las siete y cuarenta de la noche, vi las llamadas perdidas de Tony y algunos mensajes de Leonel
Reste importancia, y baje para buscar alguna pastilla y poder ducharme, apestaba a sudor mezclado con otras mierdas
[....]
Frote mis manos en un intento de darme calor y fuerzas por lo que estaba a punto de hacer, no quería parecer un loco pero me tenía mal toda la situación y peor aún el vínculo de mates, si bien tenía que completarlo para poder estar más conectados. lo sentía al rojo vivo, sentía desfallecer al no tenerlo a mi lado
Toque sin más la puerta y espere algunos minutos, minutos que se me hicieron eternos
—¿Que haces aquí? Te dije que no quería verte—Tenía su cabello alborotado, estaba en pijama y su cara indicaba que lo había levantado. Y aún así estaba tan hermoso como siempre
—Er, por favor hablemos
—No, ¿Por que no puedes dejar las cosas así?
—Porque no las quiero dejar así, no quiero que me dejes, yo quiero todo contigo
—No parece que fuera así
—Por favor hablemos—me acerqué a él pero al ver que retrocedió me quede quieto—Solo escúchame, si quieres que me vaya de tu vida lo entenderé, no volveré a buscarte
Espere respuesta de su parte solo me cerró la puerta y suspire por unos segundos, sabía que eso era un no.
Giré dispuesto a irme pero la puerta fue abierta de nuevo. Erick salía con un abrigo encima, una pequeña chispa de esperanza salió en mi y le dediqué una sonrisa
—Comienza a hablar, tengo sueño
Me acerqué lo menos posible para no hacerlo sentir incómodo. Mi mirada se quedó fija en las calcetas que traía puesto. Un diseño de mangos pequeños con su inicial en cada una
Recuerdo que le habían gustado y no dude en comprárselas ni un minuto, después de todo el era mi felicidad
—Lamentó haberte mentido, fue egoísta de mi parte ocultarte tal cosa y me arrepiento—Mire esos par de orbes verdes que me volvían loco—También lamento que tengas por hermano al idiota de Zabdiel—Mire a otro lado y agarre aire intentado controlarme—Es cierto que tengo un hijo, tiene dos años, la mamá lo dejo conmigo, lo abandono—Volví a fijarme en él—Yo sin embargo no lo cuido ni siquiera lo veo, mi mamá se encarga de él
—¿Como se que es verdad?—susurro, sus ojos no tenían el mismo brillo que desprendían siempre que estábamos juntos
—Pregúntaselo a tu hermano, si abrió la boca para decirte que tengo un hijo debió haberte dicho la historia completa—No respondió, entonce supe que sólo dijo lo que le convenía—Er, de verdad te quiero
Te amo
—También lo hago pero me duele más que me hayas ocultado todo esto, es un hijo Joel—Sonrió débilmente y comenzó a caminar hacia la puerta—No te quiero en mi vida
Sentí mi corazón apachurrarse, mis ojos picaban, y mi cuerpo no respondía
Me trague el nudo en la garganta y di vuelta para dirigirme a mi carro, cumpliría en dejarlo en paz si así lo quería. Aunque me duela en el alma
[....]
Apenas llegue a casa saqué todos los licores que tenía y empecé a beber. Después de horas se me había acabado así que decidí comprar más
Aproveche y pase a una de las bodegas para sacar un poco de coca, después lo repondría
Volví a casa y me metí casi toda la coca en una sola seguido del wiskhy y lo que estuviera a mi alcance, y así fue al día siguiente, y al otro, y el otro, solo salía a comprar comida y alcohol mientras podía mantenerme en pie. Mi cuerpo ya no respondía a nada, pero el dolor seguía ahí, seguí bebiendo hasta perder la cuenta de los días, quizás habrán pasado semanas pero no me importaba cuando ya no tenía razones para mantenerme en vida
Después de todo perdí mi razón de existir