La ceremonia de presentación a Nathan como el futuro Alpha había resultado bien. Habían pasado ya dos dias y el pequeño se llevaba bien con todo el mundo, lo adoraban
—¿Me dirás que le pasa a Erick?—Teclee un par de cosas sobre asuntos de la manada y puse en altavoz el celular
—Deberías de venir, no ha comido bien y ha bajado de peso
Molesto solté un gruñido
—¿Que le dijiste ahora?
—Nada, pero...—Se quedó en silencio. Y las ganas de golpearlo me invadieron—Recuerdas que hace años te conté junto a Tony el porque me iría a vivir con mi hermano
—Si—Susurre en un tono bajo. Recordaba los motivos pero no sabía que hablaba de Erick, hasta ahora sabiendo que es el único hermano que le conozco. Y mi sangre se heló de solo pensar en las posibilidades
—Bien, resulta que un idiota no se ha estado protegiendo con mi hermano
—¿A donde quieres ir con eso?, mi vida sexual con tu hermano no te incumbe—Susurre con temor
—¡Claro que si, ahora si!—su voz alterada solo hizo preocuparme
—Zabdiel ya dime
—Enante vino el médico y que crees idiota—Sentí mi cuerpo temblar y las manos sudadas—Serás papá
Le colgué inmediatamente sin saber que responder. Había pasado lo mismo hace tres años solo que ahora iba a tener un hijo con la persona que amo. Apenas estoy aprendiendo hacer un buen padre para Nathan y tendré otro bebé
[...]
—Tío dieeeel—Se zafo de mis brazos para correr a Zabdiel que estaba parado en la puerta de entrada de su casa. Este al verlo le sonrió y le abrió los brazos, no tarde mucho en llegar hasta donde él
—Pensé que tardarías más en llegar—Lo mire mal y me abrí paso a la casa
—Pensaste mal, cuida de Nathan—murmuré mientras me encaminaba a la habitación de Erick
Ahora entiendo el cambio de olor que desprendía Erick, y lo pálido que estaba ese día. Toque la puerta varías veces sin obtener respuesta, tome el pomo y lo giré.
Lo primero que vi fue a Erick envuelto en sábanas como un gusano. Me acerqué hasta donde él y lo observé, tenía ojeras pronunciadas lo desarropé lentamente para que abriera los ojos
—¿Que haces aquí?
—¿Esa es manera de recibirme?—Le sonreí acercándome para darle un beso en la frente. Sus ojos se llenaron de lágrimas y me sonrió
—Pensé que estabas ocupado con tu manada
—Nada es más importante que tú —Acaricie su cara para bajar lentamente mis caricias hasta su abdomen
—Tenemos que hablar
—El idiota de tu hermano ya me lo dijo, tranquilo
Me miró sin decir nada, se separó de mi sentándose en la cama desarropandose completamente
—¿No dirás nada?
—Hablaremos cuando hayas comido, estás muy bajo de peso y eso le puede hacer daño al bebé
Dirigió su mirada a su abdomen aún plano e hizo una mueca
—No pareces feliz con la noticia—susurro sin apartar su mirada de su abdomen
—Erick, estoy feliz vamos a tener un hijo. No sabes lo feliz que me haces—Agarre su cara entre mis manos y le sonreí—Solo me preocupa tu estado, no has comido casi por tres días