Prologo

76 12 10
                                    

¿Puedes aceptar el regalo de la vida?

¿La luz se puede transformar en oscuridad antes de ser consumida por completo, solo para conservar su brillo infernal?

Un par de corazones felices danzando en una melodiosa armonía, un par de manos tomadas como muestra de afecto y cariño, dos pares de ojos que se miraban fijamente transmitiendo todo el amor que desbordaba el uno por el otro, ambos rostros avanzaban con lentitud teniendo como única meta fundirse en un cálido beso que los hacía sentirse maravillados cómo si fuera la primera vez que lo hacían, a pesar de haber compartido muchos otros en el pasado.

Sin duda alguna eran diferentes a lo que la sociedad en el mundo espera, pero aun así eran tan parecidos que muy poco les importaba la opinión de todas esas personas que se atrevían a juzgarlos con la mirada como si ellos mismos fueran unos completos santos y no unos completos hipócritas que hacían lo que fuera para permanecer en un mundo de mentira, sin duda alguna estaban de acuerdo en una sola cosa. Solo se necesitaban el uno al otro y eso era más de lo que podían pedir y obtener.

Ojalá todo fuera verdad y no una triste realidad de lo que jamás pasaría entre ambos corazones pues, mientras uno veía con completo amor a la persona frente a él, el otro no reflejaba ninguna emoción en ese par de ojos achocolatados, ni siquiera por el lindo pelinegro que le regalaba una hermosa sonrisa en su rostro y lo rodeaba con aquellos cálidos brazos los cuáles tenían como única función brindarle protección del mundo que pudiera corromperlo.

Lastimosamente esa mente y corazón ya estaban corrompidos en lo más profundo y ese castaño con mirada perdida no podía darse el lujo de sentir amor, ya no más.

 Dejó todo atrás para buscar una salida a sus problemas, dejó toda una vida que en realidad fue una prisión con una enorme sombra que lo perseguiría hasta el día en el que su alma abandone el cuerpo que poseía.

Todo parecía una pesadilla en el que el mundo entero le obligaba a cambiar, sin embargo, ¿Cómo arreglas un corazón roto si ni siquiera sabes qué fue lo que lo llevó a agrietarse hasta el punto de romperse?

 Una respuesta que parece muy lejana y a la vez tan cercana que podía percibir la dulce fragancia que desprendía el cuerpo de quién le haría tener sentimientos nuevamente o quizá.... quién le haría perder la cordura hasta condenarlo entre las redes de la perdición.

una condena que está muy lejos de acabar una vez dé inicio.

WATIL1=K


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
" Nunca Escapé "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora