❝Las peculiaridades de una persona, son importantes, es lo que la hace especial de cierta forma, pero... Mis peculiaridades, no son algo digno de mirar o apreciar❞
Megumi nunca fue una persona particularmente sociable, al menos no al inicio, aprendió el arte de la socialización por Kakashi mientras crecía bajo su cuidado.
Gracias a los útiles consejos de su padre, terminó jugando shinobi boat con los chicos mientras les daba una entretenida plática del por qué es mala idea prender una caja de papeles bomba y esperar a que quede poco para que explote antes de correr.
Despues decidió ir a con las chicas, fue tan entretenido como las pláticas con los chicos, los sueños de Chou Chou eran muy entretenidos, Sarada sabía hablar sobre temas que ambas tenían en común; Libros de misterio y probablemente asesinatos.
Aprendió que no debía de frotar su cabello con la toalla luego de ducharse y más cosas de belleza.
Pero al llegar sintió la presión de Kirigakure.
—¡Escuchen todos, es hora de pasar lista, rápido! —exclamó Shino.
—¡Y por favor no se separen! —pidió Mitarashi Anko, la profesora.
Megumi, tenía los hombros tensos, pero mantuvo una expresión tranquila.
—Nuestro guía de la aldea de la niebla llegará pronto, así que les pido que se comporten —informó Shino —Megumi ¿Todos están aquí? —cuestionó al verla acercarse con las manos entrelazadas tras su espalda.
—Mhm, no falta nadie.
Megumi escucho un leve tintineo familiar.
—Hola, bienvenidos a la aldea de la niebla —musito el rubio —Un gusto, mi nombre es Karatachi Kagura y seré su guía —alcanzó a ver a Megumi tras Mitarashi.
Las chicas se emocionaron de solo ver a Karatachi.
—Karatachi-san, gracias por venir —agradeció Aburame.
—Es un placer, será un honor ser su guía —sus ojos permanecieron sobre Megumi, ella le sonrió amablemente y agitó su mano tragandose la incomodidad que sentía solo con estar en Kirigakure.
—El discípulo y ayudante del Mizukage, que por cierto no es mucho más grande que ustedes ¿Verdad, Megumi-chan? —cuestionó Anko sonriendo divertida, ella sabía que se conocían.
La pelimorada parecía entusiasmada.
—Es sólo dos años mayor que yo —al ver que había dejado de hablar con Shino, se acercó.
—¡Mimi-chan! —saludó Kagura sonriente, tomándose el atrevimiento, abrazó a la pelimorada mientras reía suavemente tomando por sorpresa a la mayoría de estudiantes.
—Kaa-chan —saludó ella también feliz, se alejaron un poco, pero quedaron cerca.
Más para el gusto de Boruto, quien se estaba revolcando en una profunda piscina de celos, no estaban siendo totalmente disimulado y eso provocó la risa a sus amigos.
—Creciste mucho —comentó ella poniendo su mano sobre la cabellera rubia del chico —¿Que fue lo que comiste?
—Nada fuera de lo normal, tu también creciste, incluso teñiste tu cabello, luces muy bonita.
La última frase provocó que Boruto casi pegara un grito de no ser por que Shikadai lo sujeto por el cuello de su chaqueta.
—Gracias, tu también te ves muy lindo, debes ser muy popular con las chicas.
El rubio de ojos magenta soltó una risilla nerviosa.
—¡Oh! Te presentaré a alguien —musito tomándolo de la mano para acercarlo, lo soltó en cuanto lo dejó frente a los menores —Kaa-chan, él es Uzumaki Boruto, el hijo de Uzumaki Naruto.
—Soy un gran admirador de tu padre —aseguró Kagura —Es un honor, se bienvenido, Uzumaki Boruto, hijo del legendario séptimo hokage, también, bienvenidos, compañeros —hizo una reverencia.
Boruto lo miró con recelo, pero solo unos segundos.
—Basta con eso, solo dejemos a mi padre fuera de esto —extendió su mano y sonrió como siempre, debía estudiar al enemigo de cerca —Uzumaki Boruto, pero puedes llamarme solo Boruto ¿Bien?
—Cómo tu quieras, entonces puedes llamarme Kagura —sonrió.
—Mucho gusto, Kagura.
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